Hay momentos para todo. Incluido para decir “basta”. El vaso de la paciencia es algo que puede rebosar con facilidad en las condiciones adecuadas, y el caso que nos ocupa no es solo que traspase el límite, sino que directamente el que suscribe se enfureció ante el visionado de este ejercicio de onanismo fílmico sin parangón en los últimos tiempos.
“Hold the Dark tiene un reparto inmenso, que no tiene ni idea de qué película es en la que están participando”
Debo decir que Jeremy Saulnier es un tipo que debe de gustarse mucho a sí mismo, y digo esto en el sentido más pornográfico de la palabra. De él solo había visto su anterior película, “Green Room” (2015), y hay que decir que después de su visionado, me quedé con el nombre del director que tan buen rato me había hecho pasar y tan gratamente me había sorprendido. No puedo decir que estuviera entusiasmado por su siguiente película, pero si razonablemente interesado por lo que este autor me ofrecería.
Lo que no esperaba era la mayor decepción del año. Y eso, quedándome corto. “Hold the Dark” tiene un reparto inmenso, que no tiene ni idea de qué película es en la que están participando y, ante la duda, eligen tener una cara de seriedad sacramental durante todo el montaje. TODO. Ni furia, ni miedo, ni tristeza. Esta obra resume todas las emociones en una sola expresión del rostro humano. He leído muchos elogios a la parte actoral de esta película, pero a mi tan solo consiguieron sacarme de quicio. De acuerdo, es una película seria, trata de un tema serio, todo es crepuscular y descorazonador, pero si eres un director bueno, competente, y tienes buenos actores (que los tienes), creo que un mínimo de atención para que no pareciese que todos estuvieran en una puñetera misa durante dos interminables horas hubiese sido de agradecer. Tamaña despreocupación de dirección de actores quizá hubiese estado solventada por un buen script, pero entonces sobreviene la catarsis.
“Cada puñetero minuto de metraje, cada dialogo, está diseñado para que nos demos cuenta de que estamos viendo una gran película”
Launier se revela como un fanboy de David Lynch, uno de la peor especie. Cada puñetero minuto de metraje, cada dialogo, está diseñado para que nos demos cuenta de que estamos viendo una gran película. Un peliculón. Vamos, si Lynch puede rodar productos como “Mulholland Drive” (2001) y dejar huecos para que el espectador rellene por si mismo los agujeros de la historia, y dicha película acaba siendo una obra maestra (que lo es, y mucho), ¿Por qué, se preguntará el amigo Launier, no puedo hacer yo lo mismo y quedar como un VISIONARIO, así con mayúsculas?
Pues por el sencillo motivo que no eres David Lynch. Eres un tipo que llena dos horas de metraje con diálogos misteriosos, situaciones inconexas y ridículas (SPOILER Cierta escena de desnudo frontal femenino y su resolución es uno de los pináculos de la vergüenza ajena de los últimos tiempos. Innecesaria es poco, torpe quizá se le acerque más FIN SPOILER), primeros planos que no aportan nada, y vaivenes de guión de tal brusquedad que no es que confundas al espectador, lo cual sería bueno, sino que se huele a la legua el intento de crear situaciones presuntamente trascendentes que hacen que al espectador no es que pierda interés en la trama, es que no le importa un carajo.
“La pretenciosidad del producto se nota desde el primer dialogo y va en crescendo hasta el agotador final”
Filmicamente, Launier se toca. Y se gusta. Y se sigue tocando ante nuestros ojos, sin preguntar si eso nos interesa o no. Él quiere explicar su historia, aunque vete tú a saber cual es, que nos maravillemos ante sus planos leeentos y sobrios, y ante los oscuros secretos nunca explicados de un pueblo de mala muerte en el culo del mundo en el que todo el mundo mola mucho porque tiene vete tú a saber qué oscuros secretos... que no le importan a nadie. La pretenciosidad del producto se nota desde el primer dialogo y va en crescendo hasta el agotador final. O lo que sea que fuera eso, porque ya le has perdido el interés a los protagonistas, a la historia, y a los bonitos y helados paisajes que dan fondo a la película. Eso consigue Launier: que te importe un pimiento lo que tiene que contar, y eso duele y mucho.
Le reconozco, eso sí, una escena de acción completamente fuera de madre y rodada de una forma magistral, a la altura de un Peckinpah o un Mann en su mejor momento. La fotografía es buena, los efectos sonoros correctos, y de la música... Ahora mismo no me acuerdo ni si había, o todo era sonido ambiental. Fíjense el impacto terrible que me ha llegado a dejar. Recomendable para echar una siesta, alpinistas de lo fílmico, o voyeurs de catástrofes varias.
Lo mejor: Los paisajes. El tiroteo. Sale un lobo muy bonico de fondo.
Lo peor: El guión. La dirección de actores. El tedioso ritmo. La pareja Skarsgard.- Keough y que nadie le haya dicho a estas alturas al primero que no es un actor.
8 comentarios:
Coincido. Y la verdad es que no me lo esperaba para nada, después de la estupenda "Green Room", que vendría a ser todo lo contrario de lo que Saulnier nos propone en esta "Hold the Dark" (muy grande la traducción al español...).
Una factura técnica notable, preciosos decorados naturales, buena fotografía y un elenco de actores de primera, que se quedan en nada en ese esfuerzo desesperado por parte del espectador de intentar descifrar aquello que se nos está intentando contar. La verdad es que no entendí nada, o bien poco. Y como dices, llega un punto en que la historia deja de interesar lo más mínimo. Eso sí, la escena del tiroteo es una pasada. Muy poquito tratándose de un tipo como Saulnier que ya comienza a tener un status interesante.
Saludos.
Casualmente hace dos noches le di una segunda revisión a la película, no fuera que la edad me hubiese torcido el criterio. Y no, por desgracia no cambio una sola coma de mi crítica. Yo no entiendo qué se torció en Saulnier tras Green Room. Y dada la libertad creativa que promete Netflix, si esta es la creatividad que posee este director me preocupa que la proyección que se le supone a Saulnier se quede en un one hit wonder...
de acuerdo, es como el ya dispuesto episodio cuatro o cinco de las true detective.
por lo demás, la puesta en escena esmenor que la escena que echa el resto sobre el escenario y pierde. mezcla de la muy mala traducción fílmica de the snowman y el gran western brimstone y lo peor de pizzolato.
una pena.
nazi punks fuck off
abrazo
f
F, me ha costado un pelín leer tu comentario, pero creo que compartimos la idea de fondo. Entre esta y Velvet buzzaw Netflix me está dando pocas alegrias
Esta peli l avi por Jeffrey Wright ya que venia de ver westworld y se me hizo buen actor, pero esta peli realmente no le agarre la onda y tampoco me esmere para entenderla se me hizo una peli para cuando no tienes nada que hacer pues almenos no tuve que estarle adelantando como en otras pelis.
Es una pelicula fallida en todos los aspectos practicamente. Pero deduzco por lo que dices de Saulnier y su one hit wonder es que no has visto la anterior a Green Room. Dale una mirada a esa terrible peicula...Blue Ruin de 2013, para mi superior a Green Room. saludos
Wolf: Yo no le di a la doble flecha porque esperaba que quizá hubiera algun giro argumental que justificase lo que me estaba tragando, pero al final ni por esas....Trágico.
Anónimo: Pues no la había visto, no. Lo único que había visto de Saulnier era Murder Party, y tampoco me pareció nada del otro jueves. Gracias por el consejo, le daré una oportunidad a Blue Ruin. Mercy!
Aparte de The Green Room claro.
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