martes, 27 de octubre de 2020

Crítica: Slaxx

EL RECTOR NOS HABLA SOBRE ESA MÁXIMA DEL CINE DE TERROR QUE DICE QUE TODO PUEDE SER UN ASESINO EN POTENCIA, TODO


Crítica: Slaxx
Si una cosa nos ha enseñado el género fantástico es que todo, cualquier cosa, persona o animal, es susceptible de ser un potencial asesino en serie. Con asesinos de todos los colores y mil y una motivaciones (o no) a cual más disparatada, si se tercia, el terror fijó sus ojos en la fauna animal y de ahí, nacieron las monster movies. Animales asesinos de todos los colores y mil y una motivaciones (o no) a cual más disparatada, claro está, si se tercia. Y con todo el bestiario universal prostituido a favor de la noble causa, pues solo quedaba una teta por ordeñar. Sí, las cosas también pueden ejercer, todo es, proponérselo


“una propuesta que se aleja (en ocasiones demasiado) de todo aquello que uno podría imaginar ante semejante premisa argumental” 


Slaxx foto 1
Los ascensores fueron de los primeros. Pioneros, padres fundadores. El desvirgue “cosil” llegó de la mano del holandés Dick Maas y su “De Lift” (1983), película de terror sobre un ascensor asesino. Quizás hubo algún otro trasto con instintos homicidas, no lo se, pero es la de Maas la primera que me viene a la cabeza, ejercicio de nostalgia mediante. Luego, abierta la veda, le seguirían muchos más. Stephen King, por aquello de no errar el tiro, disparó a todo lo que se menea (para variar) en su “La Rebelión de las Máquinas” (1986), donde un simple electrodoméstico del hogar, podía robarle incluso, protagonismo a un emergente por aquel entonces Emilio Estevez, uno de los casos más cabrones, su carrera, de la denominada omnimiscencia programada, la suya, rácana de cojones

Slaxx foto 2
Es estos últimos años, la tendencia ha seguido creciendo al alza y con ella, ampliándose la nómina de mobiliario asesino. “Bed of the Dead” (Jeff Maher, 2016) o “Killer Sofa” (Bernie Rao, 2019), sí, una cama y un sofá. Pero si de lo que se trata es de encontrar el parentesco más cercano a la hora de hablar de “Slaxx” (2020), la nueva película de Elza Kephart, tenemos que jugarnos la salud mental y apuntar la mirada hacia uno de los nombres malditos del género, esos a los que uno solo puede hacer mención bajo su propia responsabilidad. Sí niños y niñas, estoy hablando del innombrable (y no porque su nombre sea complicado de pronunciar) Peter Strickland, un tipo que de tapadillo, ha llevado el término “pedantería” a su máxima expresión. Mientras el infame populacho se ceba con los populares (y admirables) Lars Von Trier o Nicolas Winding Refn, Strickland edifica en la sombra y sin hacer más ruido del “stricklandmente” necesario, su propio imperio onanista de lo absurdo disfrazado de trascendente. Y en ese decorado, se erigen orgullosos trabajos como “Berberian Sound Studio” (2012) e “In Fabric” (2018). 


“sin perder nunca su fondo de comedia ligera, parece más centrada en concienciar al espectador, que en ofrecerle chistes y casquería de primer nivel” 


Slaxx (2020)
Es en la cinta de 2018 en la que pondremos la lupa a riesgo de perder el divino don de la vista. En ella, el cineasta (aka titiritero) nos daba su particular visión en clave de ¿comedia? No sabría decir... sobre un vestido asesino, algo que inmediatamente nos lleva hasta “Slaxx”, donde en clave de comedia de terror, Elza Kephart continua explorando el fondo de armario para dar vida aun pantalón vaquero (o tejano), que llevará a cabo su venganza y consecuentes fechorías en una sucursal de una popular cadena de ropa. 

Kephart huye de lo absurdo (en medida de lo posible) y de toda esa parafernalia grotesca que adornaba la última (e insufrible) tomadura de pelo de Strickland y sorprende a propios y extraños (yo el primero) con una propuesta que se aleja (en ocasiones demasiado) de todo aquello que uno podría imaginar ante semejante premisa argumental. Sí, estamos ante una comedia de terror, pero ante una mucho menos burra y surrealista de lo esperado, distanciándose en muchos casos del simple gag chorra (que los tiene), en pos de lanzar una dura crítica hacia esa esclavitud laboral de la cual se aprovechan las grandes multinacionales textiles para alcanzar millonarios beneficios en el primer mundo, mientras explotan hasta límites insospechados a su mano de obra allá en el tercero. Esto se traduce en una película que sin perder nunca su fondo de comedia ligera, parece más centrada en concienciar al espectador, que en ofrecerle chistes y casquería de primer nivel. De ahí que los más ávidos de fiesta y despiporre, puedan llevarse un varapalo importante con “Slaxx”. 


“los que se acerquen a Slaxx buscando una suerte de Frank Henenlotter en alguna de sus formas, se van a llevar una buena hostia” 


Slaxx Nido de Cuervos
Esto no quiere decir que la película se salga en exceso de determinado guion. De hecho, sigue a rajatabla algunas de las leyes sagradas del género, haciendo gala de unas pautas marcadas y bien reconocibles por el aficionado de a pie. Malo, malo circunstancial, potenciales víctimas, escenario finito y la correspondiente sucesión de muertes, unas más vistosas que otras, aunque quedándose siempre a medio camino de casi todo lo que propone, tanto en su apartado más gráfico en lo que al arte de matar (o morir) se refiere, como en el nivel de chispa de los chistes, bastante cuestionable en la gran mayoría de casos y basando casi todo su encanto en lo fidedigno del retrato que la película hace del sectarismo imperante en este tipo de empresas. Tan cómico como aterrador, en especial para todo aquel que alguna vez haya tenido la fortuna de formar parte de tan delirante ecosistema. 

No es “Slaxx” la película fiestera soñada y se queda muy lejos de los niveles de bizarrismo esperados, situándose más cerca, de esa comedia teen independiente imperante en el fantástico los últimos años y sirva como buen ejemplo de ello “Teeth” (Michael Lichtenstein, 2007), película que a partir de una premisa harto surrelista y festiva, como la de una vagina asesina, terminaba ofreciendo un producto comedido y mucho más preocupado por el mensaje, que por su reverso gamberro. Por tanto, los que se acerquen a “Slaxx” buscando una suerte de Frank Henenlotter en alguna de sus formas, se van a llevar una buena hostia. Comedia ligera para todos los públicos, con algo de casquería y denuncia social de fondo, atizando también de paso al ridículo universo de las/os influencers. Lo tomas o lo dejas. 

Lo mejor: Clava los roles protagonistas en una radiografía de la empresa/secta media de forma realmente perturbadora. Tirando del topiquero nacional: No pretende jugar a parecer más de lo que es (hola Peter). Dura en su fondo... 

Lo peor: … Pero inocentona en las formas. Le falta un plus de mala leche e ingenio para destacar entre otras tantas propuestas similares que corren por ahí. Tirando del topiquero nacional (again): tan disfrutable como olvidable.


4 comentarios:

Victor dijo...

Pues tiene muy buena pinta,,apuntada queda
Un saludo

El Rector dijo...

Victor, deseando leer alguna opinión sobre la película. Ya me contarás.

Saludos.

Missterror dijo...

Lo siento, Rector, pero a mí me pareció una chorrada como un templo. Dejando de lado mi capacidad o no para la comedia de terror, "Slaxx" es chusquísima. Gags facilones sin el más mínimo atisbo de ingenio, situaciones repetitivas, violencia light y casting bastante justo. Ni es bizarra, ni es desenfadada, es mala.
Yo no puedo aprobarla y te digo que la esperaba con ganas en el festival de Sitges (este fue otro de los batacazos)
Sin ser nada fan de Strickland, me quedo mil veces con "In Fabric" que con "Slaxx" (siiiiii, sé que son propuestas totalmente diferentes)

Un abrazo.

El Rector dijo...

Missterror, no se exactamente en que te puede parecer mejor "In Fabric" que "Slaxx". No está mejor interpretada, no tiene mejores efectos especiales (de hecho, creo recordar que ni tiene, más allá de ponerle un ventilador por detrás a un vestido para que parezca que se mueve) y no tiene absolutamente nada que contar, cosa en la que "Slaxx", se esfuerza y para colmo, lo hace libre de ínfulas de grandeza. para mi, "In Fabric", por su "peculiar" naturaleza, está fuera de concurso y por descontado, muy lejos de "Slaxx" en todos los aspectos, por más que esta pueda resultar decepcionante si se esperan según que cosas de ella.

Saludos.

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