Crítica: Los Crímenes de la Academia

ROLOS NOS HABLA SOBRE LA ADAPTACIÓN DE LA NOVELA HOMÓNIMA DE LOUIS BAYARD DE LA MANO DE SCOTT COOPER Y PROTAGONIZADA POR CHRISTIAN BALE

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El año pasado Netflix estrenó “Los Crímenes de la Academia” (Scott Cooper, 2022), basada en la novela “The Pale Blue Eye” de Louis Bayard del año 2003. Debo aclarar que no leí la novela y no puedo afirmar que tan fiel es su adaptación, por lo que solo hablaré de la cinta. En segundo lugar disminuiré los spoilers al mínimo ya que es una película de muy reciente estreno y quiero evitar que pase lo mismo que con mi anterior critica (“El Menú”), lo que no quita que alguno habrá (y se avisará oportunamente). 

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“el director no logró concretar que conectara con el filme, no sentí intriga ante el misterio que quiere desentrañar el detective” 

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Según la sinopsis la cinta se sitúa en el año 1830 cuando ocurre un asesinato en la academia militar de West Point, el veterano y perspicaz detective Augustus Landor (Christian Bale) es llamado para investigar y encontrar al culpable; para hacerlo contará con la inestimable ayuda de un brillante y particular recluta, el mismísimo Edgar Allan Poe (Harry Melling). 

Lo primero que me generó el tráiler de la película fue pensar en “El Nombre de la Rosa” (Jean Jacques Annaud, 1986) ya que ambas cintas parecían tener similitudes. Primero, en las dos ocurre una misteriosa muerte en una institución caracterizada por su jerarquía vertical, su obediencia y secretismo (monasterio en una, academia militar en la otra). Segundo, se recurre a un investigador ajeno a dicha institución y sus normas, un “extraño” que no comparte sus costumbres y que posee habilidades únicas que lo vuelve indicado para encontrar al culpable (pese a no contar con el apoyo de las autoridades de dicha institución). Tercero, ambos investigadores contarán con la ayuda de un joven asistente que aprenderá de sus habilidades y que dará un contraste a su personalidad racional e inquisitoria. 

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“el diseño de producción es excelente, fotografía, escenarios, vestuarios y artefactos de época me parecieron de un gran realismo” 

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Es así que me apronté a ver el filme, y luego de haberlo hecho me embargó una profunda decepción ya que la sensación que primó fue de que esta obra podría haber dado mucho más de sí, dicho de otra manera, no logró lo que se cometía. En “El Nombre de la Rosa” la dirección genera una tensión e interés constante ante el misterio que esconde la Abadía, sensaciones que llevan a que deseemos que los protagonistas encuentren al culpable de los crímenes, siendo a su vez una película que demanda una atención y concentración por parte del espectador ante lo que va sucediendo. 

Esto no se consigue en “Los Crímenes de la Academia”, aquí el director no logró concretar que conectara con el filme, no sentí intriga ante el misterio que quiere desentrañar el detective, y llegó un momento que no sentía interés ante lo que ocurría en la cinta. Entendía que alguien había muerto en una academia militar, lo que llevaba a ver que algo extraño estaba ocurriendo allí; pero nunca entraron en juego esas sensaciones que deben estar en este tipo de obras, empatía con el detective, intranquilidad ante una amenaza acechante, ansiedad al irse acercando la revelación y estupor al darse la misma. Y que esto no se de es algo grave en una cinta de este tipo de género. 

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“una aceptable película de misterio y asesinatos, no la considero mala, solo creo que se falló en generar una serie de emociones que deberían estar presentes en este tipo de filmes” 

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Repito que no estoy diciendo que sea una mala película, solo que queda en ser un filme correcto y aceptable y que probablemente olvidaré en un tiempo. Es más, la vuelta de tuerca final me pareció muy rebuscada, SPOILER (¿Qué probabilidades hay de que al matarse a un individuo y colgarlo de un árbol lo encuentren en medio de la noche uno de sus compañeros que oportunamente practica el satanismo y necesita un corazón?, o que justo cerca de West Point viva un anciano experto en ocultismo) FIN SPOILER. Pese a eso, la película tiene sus puntos fuertes que no la vuelven del todo desdeñable. Lo primero que se debe apreciar es el gran nivel técnico de este filme (no por nada tengo entendido que costó 70 millones de dólares), el diseño de producción es excelente, fotografía, escenarios, vestuarios y artefactos de época me parecieron de un gran realismo. Obviamente, Netflix cuenta con los recursos económicos, humanos y técnicos para lograrlo y me pareció un acierto, visualmente la película me encantó y transmite que se buscó respetar al espectador en ese aspecto. Realmente fui transportado al siglo XIX y podía sentirme con los protagonistas en una oscura taberna a la luz de las velas mientras bebían whisky y hablaban del caso (el problema es que el caso no me interesaba). 

A nivel de reparto la cinta destaca no solo por la calidad de sus actores, sino también por la cantidad de grandes figuras que uno puede ver en ella. Christian Bale no defrauda con su papel de un detective atormentado, a su vez me sorprendió Harry Meling como un histrionico Edgar Allan Poe. Dentro de los actores de reparto figuran: Robert Duvall, Toby Jones, Charlotte Gainsbourg, Gillian Anderson, Timothy Spall, Simón McBurney, individuos galardonados con cuanto premio existe (hay aquí ganadores del Oscar, BAFTA, SAG, César, Festival de Cannes, etc.) y de un talento indiscutible. Lo sorprendente de esto es que muchos de ellos hacen papeles realmente pequeños, pero terminan repercutiendo favorablemente en la calidad de la película, por que la elevan sobremanera. En resumidas cuentas “Los Crímenes de la Academia” es una aceptable película de misterio y asesinatos, no la considero mala, solo creo que se falló en generar una serie de emociones que deberían estar presentes en este tipo de filmes. ¿Es disfrutable la película?, ¿la recomiendo? Si, creo que se puede ver una tarde y encontrarle sus puntos fuertes. Pero considero también que la falta de tensión y suspenso, sumado a un ritmo lento, hace que no se pudiera llegar a todo el potencial de esta historia.