viernes, 17 de febrero de 2023

Crítica: All My Friends Hate Me

NELLIE VANCE NOS HABLA SOBRE ESTA INTERESANTE COMEDIA DE TERROR BRITÁNICA CON ECOS AL CINE DE BEN WHEATLEY


Allá por el año 2010, Tom Palmer y Tom Stourton crearon el dúo Totally Tom, una agrupación cómica de trayectoria paradigmática dentro del circuito de la comedia independiente: de bastante repercusión en el circuito de stand up británico, más tarde encontraría su espacio de crecimiento en YouTube para, posteriormente, llegar a vincularse con canales como la BBC. Famosos por videos como Cool words, o la parodia de la versión británica del show Got talent de Dance for Treedom, su humor se vincula con la tradición británica del humor incómodo y la vergüenza ajena, un humor de fuerte anclaje nacional que responde a una sensibilidad muy concreta; y cuya relación con el cine de género quedaba ya evidenciada en la época de las producciones Hammer, y más actualmente en propuestas como la serie “Inside number 9” o las películas “Turistas” (Ben Wheatley, 2012), “Prevenge” (Alice Lowe, 2016) o la reciente “Silent Night” (Camille Griffin, 2021). 


“una comedia brillante sobre la inseguridad y sobre el distanciamiento de los amigos de juventud” 


Ese tono tan inconfundiblemente británico, que habitualmente juega con la autoconsciencia de su propia identidad nacional, pone de manifiesto que la línea entre el horror y la comedia puede ser más difusa de lo que imaginamos, y que lo grotesco puede moverse cómodamente entre lo inquietante y lo cómico

Por ello, que Tom Palmer y Tom Stourton se lanzasen a escribir y protagonizar una comedia de terror bajo la dirección de Andrew Gaynord, no podía ser otra cosa más que una buena noticia que los acérrimos a la comedia británica recibimos con los brazos abiertos. La película narra la historia de Pete (Stourton), un treintañero que se reúne con sus amigos de universidad para celebrar su cumpleaños en una de esas fincas señoriales tan características de la clase alta británica. Tras pasar unos años sin verse, Pete empieza a notar cierto distanciamiento: chistes a su costa, bromas que no termina de captar y la sensación de estar fuera de lugar van adueñándose de él, una percepción incrementada por Harry (Demri-Burns), un desconocido invitado por sus propios amigos cuya presencia desconcierta por completo al protagonista. 


“Brillantemente interpretada, la película guarda unos cuantos ases en la manga en forma de revelaciones narrativas que hace que la atención del espectador no decaiga” 


“All my Friends hate me” (2022) es una comedia brillante sobre la inseguridad y sobre el distanciamiento de los amigos de juventud que a menudo se experimenta en la edad adulta, pero también es una película de terror sobre la inquietud que nos genera sentirnos fuera de lugar, y sobre no reconocernos a nosotros mismos. Quizás la manera más adecuada de acercar la película al espectador sea el paralelismo establecido por Mark Kermode cuando afirma que “All my Friends hate me” es como si “Los amigos de Peter” (Kenneth Branagh, 1992) hubiese sido dirigida por Ben Wheatley. Un símil nada exagerado por su acercamiento a las amistades de juveniles y el miedo existencial que se instala en nosotros cuando lo que debería resultarnos familiar y acogedor solo nos genera perplejidad.


“una de las sorpresas tempranas del año, que demuestra la buena salud de la relación entre el cine de género y la comedia británica” 


Brillantemente interpretada, la película guarda unos cuantos ases en la manga en forma de revelaciones narrativas que hace que la atención del espectador no decaiga y que conforman un relato divertido, pero bastante oscuro sobre las relaciones humanas y el papel que juega en ellas nuestra propia percepción.

Así, “All my Friends hate me” consigue un equilibrio envidiable entre un horror muy cercano y familiar (y por lo tanto, mucho más inquietante) y la comedia, a base de personajes carismáticos sin resultar artificiosos (un poco odiosos, pero también muy humanos) y situaciones tensas que ponen de relevancia el buen hacer de los guionistas y una dirección (quizás algo plana) que enfatiza la paranoia del protagonista y que contiene, además, algunos comentarios bastante incisivos sobre la clase alta británica. En definitiva, “All my Friends hate me” es una de las sorpresas tempranas del año, que demuestra la buena salud de la relación entre el cine de género y la comedia británica.


2 comentarios:

DIOSNOSGUARDE dijo...

NELLIE. la buena crítica de esta película, y él film en sí mismo bien merece tener un comentario. Personalmente estoy de acuerdo con tu crítica. Como hemos cambiado, que lejos ha quedado, aquella amistad... Los británicos son únicos en crear humor negro de lo cotidiano. (sólo hay que ver el enjambre de sombreros con miradas de soslayo de la royal que ascot). Si bien adolece de terror como tal, la tensión la incertidumbre y el misterio, hacen de este largometraje un viaje narrativo más que decente.

Saludos y que Dios nos Guarde.

Krueger dijo...

Estoy de acuerdo con tu crítica y con DIOSNOSGUARDE, aunque si creo que se encuentra ligeramente por debajo de los acercamientos iniciales al género de Ben Wheatley (quizás por la ausencia de un mayor componente de terror...). Es cierto que logra perfectamente mantener el interés y logra un par de giros bastante sorprendentes.

Saludos!

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