Crítica: Midnight Movie

Cada vez resulta más difícil hacer un slasher original, parece que a los nuevos psicópatas enmascarados que asesinan adolescentes se les están acabando las ideas. Jack Messit debuta como director y escribe este film en un intento de mostrar algo diferente en este subgénero del cine de terror nacido haya en los sesenta, y que tuvo su momento álgido durante los años setenta y ochenta con grandes películas como "Halloween", "La Matanza de Texas" o "Viernes 13" y sus secuelas, más tarde aparecería Wes Craven y nos sorprendería a todos con las maravillosas "Pesadilla en Elm Street" y en los noventa vendría "Scream". Los slashers nunca han faltado, algunos resultan más carismáticos que otros, cada uno tiene su estilo y todos tienen su herramienta favorita (cuchillos, machete, motosierra...), pero sea como sea, siempre consiguen hacer de las suyas.

Hoy en día, el psicópata enmascarado continúa, aunque parece que un poco más cansado y falto de ideas, en "Midnight Movie" estrenamos asesino, máscara, herramienta, grupo de víctimas e incluso escenario, situando los crímenes en una sala de cine situada en un pueblo, un marco que ya pudimos ver en la estupenda "Demons". En esta ocasión, nuestro nuevo slasher tiene poderes sobrenaturales y viste un mono azul de mecánico sucio y una máscara de calavera, además tiene el don de salir de la gran pantalla y aparecer en cualquier lugar del cine (incluido los lavabos), para asesinar cómodamente a los jóvenes que se encuentren en el recinto. Además, y como si se tratase del mismísimo Freddy Krueger en aquella mítica secuencia de "Pesadilla en Elm Street 4", se lleva a sus víctimas a su terreno, es decir a la película que se proyecta en pantalla. Pero no os hagáis ilusiones, no estamos ante un asesino carismático como Freddy, sino ante uno insípido, que no dice palabra y que lo único que sabe hacer es perseguir insistentemente a sus víctimas al paso de su acentuada cojera, una versión desdibujada y pobretona de Jason Voorhees, aunque armado con un artilugio letal bastante efectivo, el cual no duda en utilizar para deleite de los amantes de la sangre.

Por otra parte, tenemos a los corderitos inocentes que van al matadero, es decir al grupo de víctimas de turno, unos personajes estereotipados, compuestos por un grupo de adolescentes, el amigo raro (o también llamado friki, que utiliza gafas y sabe de cine de terror), un niño, un heavy bruto, su novia y alguna victima más para hacer bulto. Con este repertorio no resulta desasido difícil adivinar el orden de las muertes.

Lamentablemente las interpretaciones de los protagonistas son bastante limitadas, incluida la de su protagonista principal, que junto a un guión débil y poco elaborado hace que la película sea más desafortunada y aburrida de lo que puede parecer en principio. Lo más destacable y original de la cinta es sin duda, el arma que utiliza el asesino, una especie de lanza de hierro hecha en espiral que atraviesa y desgarra la carne como si fuera mantequilla caliente, por lo que tendremos casquería y sangre asegurada, con unos efectos bastante logrados si tenemos en cuenta el resto de características de este film. "Midnight Movie" rememora el estilo tan característico de los setenta y ochenta, con los elementos típicos del género, pero aunque han intentado ser creativos en la historia añadiendo elementos sobrenaturales, el resultado de ésta, no logra convencer del todo, ya que contiene más descuidos y torpezas que virtudes. Así que sólo me atrevo a recomendarla a los más fanáticos de los asesinos enmascarados, que seguro conseguirá entretenerse un rato.