jueves, 9 de diciembre de 2010

Crítica: Jonah Hex

¿Cómo diablos se explica que una película de 47 millones de dólares de presupuesto no se estrene en las salas de cine españolas? Fácil, “Jonah Hex”, ha sido el mayor fracaso de taquilla del año en Estados Unidos, donde tan solo ha recaudado diez millones, un 25% de la inversión. Pero estas cifras a nosotros, inocentes espectadores, no deberían preocuparnos, pues ni nos van ni nos vienen y el éxito en taquilla nunca ha sido garantía de calidad precisamente. Las dudas surgen cuando los propios productores del filme, decidieron posponer el estreno del mismo después de visionar el producto que les entregó el señor Jimmy Hayward, quien viendo su amplio currículum de animador de la Pixar y su único filme como director, “Horton” (otra de animación para los mas peques de la casa) no parece el tipo mas indicado para dirigir una película destinada a un público un poquito mas adulto como esta adaptación del cómic del vaquero vengador de la cara quemada creado por el escritor John Albano y el dibujante Tony DeZuniga, ya que quisieron añadir nuevas escenas de acción y sobretodo, modificar el papel de la señorita Megan Fox (“Jennifer´s Body”) para que tuviese mucho mas protagonismo, pues pensaron que ver a la morena metida a presión en un corpiño durante poco mas de una hora, sería suficiente para levantar la… taquilla.

Jonah Hex nos pone en la piel del mismo, un oficial de la confederación que luchó en la guerra civil estadounidense que acaba sufriendo la ira de un corrupto general cuando Hex mata a su hijo, viendo morir ante sus propios ojos a su familia. Mas tarde, dado por muerto, Hex es recogido por los indios, quienes gracias a un antiguo ritual, consiguen devolverle la vida, regresando del otro lado con un curioso don, comunicarse con los muertos. Convertido en un caza recompensas, Hex recorre el oeste con la esperanza de poder llevar a cabo algún día su venganza, día que llega cuando su país le reclama para que detenga a un general a quien se daba por muerto y que ha robado una potente máquina de matar con la intención de derrocar al gobierno.


Esta es básicamente la historia de “Jonah Hex”, explicada en pocos minutos en un cutre prólogo a base de viñetas de cómic que ya plantea desde sus inicios una seria pregunta, ¿En que coño se han invertido 47 millones de dólares?, por que os puedo asegurar que la película, mas allá de su ridículo guión, es cutre salchichera hasta la médula y no la firmaría ni el mismísimo Uwe Boll. Luego cuando uno le pega un vistazo al reparto, puede entender un poco el asunto del presupuesto. Josh Brolin (“Planet Terror”) encarna al caza recompensas, la citada Megan Fox a su compañera, una prostituta tan habil en la cama como con una pistola en las manos y John Malkovich (parece mentira lo que fue este hombre y en lo que se ha convertido) interpreta al despiadado Quentin Turnbull, por no mencionar a secundarios de lujo como Michael Fassbender (“Centurion”, “Eden Lake”) o Wes Bentley ("Parking 2", "Ligeia" ). Es de suponer que alimentar semejante reparto no es precisamente barato, lo que explica la supuesta dejadez en el apartado visual del filme, que dista mucho de lo que se supone de una gran super producción de Hollywood.

La película es un desastre en todos los aspectos, una historia sin el mas mínimo interés, un Johan Hex sin gancho ninguno que no se lo cree ni el propio Brolin, un Malkovich tan ridículo como en el es habitual, unos efectos especiales de vergüenza ajena, unas secuencias de acción caóticas y unos escasos setenta minutos de metraje que se hacen mucho mas largos de la cuenta. Con este desolador panorama, no es de extrañar que los productores, decidieran ascender al personaje de Megan Fox (incomprensiblemente sometida a un extraño filtro que la muestra mas artificial que nunca), secundario en un principio, a coprotagonista y es que aunque suene lamentable, la presencia de esta es sin duda alguna lo mas llamativo del filme, y eso a pesar de que su personaje es tan ridículo como el resto y que se pasa toda la película poniendo cara de “que buena estoy”, pero bueno, a algo habrá que agarrarse si queremos sobrevivir al visionado, bueno, a eso y a la buena banda sonora de heavy metal que hace un poco mas llevadero el asunto.

Conclusión, me niego a calificar a “Johan Hex” como un Western, pues siento demasiado respeto por el género. Una película que confirma todos los temores de los que ya la vimos con escepticismo en sus inicios y que sirve para corroborar una máxima, cuando pongáis una película en vuestro reproductor y aparezca la infame cabecera de DC Cómics, corred y no miréis atrás, pues (salvo contadas excepciones) es la mejor advertencia de que no debemos seguir adelante. Si además aparece el señor Malkovich, otro de los sabidos malos augurios del cine actual, ni os cuento.

Lo dicho, Megan Fox (para sus fans), algo de heavy metal resultón y alguna contada escena donde Hex hace gala de sus capacidades esotéricas, el resto, para que se lo coman los cuervos.


2 comentarios:

Redacción dijo...

Bufff. muchas ganas de verla no da la verdad...
Gracias por la crítica (y enhorabuena por haberla aguantado jejejeje)

Anónimo dijo...

para mi fue una pelicula muy buena algo diferente mejor que la de transformer 3 por que en esta la morenita de megan fox actua mejor que la guera desabrida que la remplaso en transformer y en cuanto a la pelicula de jonah hex tiene buena accion.

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