jueves, 24 de octubre de 2024

Crítica: Terrifier 3

KRUEGER NOS HABLA SOBRE LA TERCERA PARTE DE LA FRANQUICIA CREADA POR DAMIEN LEONE Y CONVERTIDA YA EN FENÓMENO POPULAR


Damian Leone debe estar flipando. No todos los días uno se convierte, casi de la noche a la mañana, en un Craven o Carpenter (bueno… en un Cunningham, más bien). Los aficionados hemos visto de todo, no te digo nada si hablamos de slasher, pero el cineasta ha encontrado en Art eso que todos buscan y pocos encuentran: un ícono. “Terrifier 3” (Damian Leone, 2024) es una película enfermiza y rematadamente cochina en el aspecto gore y, solamente por eso, hay que querer al director. Me alegré en su momento con la secuela, y solamente puedo congratularme con que el film esté rompiendo la taquilla. Fenómenos de este tipo demuestran que por muchas veces que quieran matarlo (y desde los ochenta van unas cuantas…), el slasher nunca fallece, como mucho se pira de parranda. 


“una película enfermiza y rematadamente cochina en el aspecto gore y, solamente por eso, hay que querer al director” 


Aclaración, no estamos frente a una trilogía: en todo buen slasher la historia queda absolutamente abierta, y mientras la taquilla siga funcionando, nos queda Art para rato, como pasó con Freddy, Jason, Michael y todos aquellos adorables amigos. Dicho lo cual, “Terrifier 3” es una continuación en toda regla, un capítulo más, con los suficientes añadidos para ir ampliando, poco a poco, la franquicia. Se beneficia, eso sí, de un mayor presupuesto, que elimina algo de la roña de su predecesora, pero permite que todo brille mucho más. 

Se sigue ampliando información sobre el origen de Art. Es un aspecto argumental al que no se debería prestar mucha atención (esto es un slasher, amigues), pero entendería que cierto sector del público no comulgue con las explicaciones, o que incluso las considere demasiado sencillas o bobas. Personalmente, y sin entrar en spoilers, a mí me han resultado simpáticas. Además, son explicaciones que permiten una escena que es una auténtica gozada, que tampoco destriparé. Es cierto que, en ese sentido, el film resulta más convencional, al intentar explicar aspectos que directamente son difíciles de justificar, lo que hace que “Terrifier 2” (Damien Leone, 2022) fuera más satisfactoria: sus horrores no tenían ningún tipo de explicación, simplemente eran situaciones de pesadilla que escapaban a la razón, como su maravilloso epílogo. De este modo, la tercera parte es más convencional, más formularia, perdiendo parte de ese componente surrealista que tenían secuencias como “el café de los payasos”. Lo mismo puede aplicarse a la compañera de Art, ahora la desfigurada protagonista de la primera entrega, en sustitución de la chiquilla de las coletas. 


“la tercera parte es más convencional, más formularia, perdiendo parte de ese componente surrealista que tenían secuencias como el café de los payasos” 


¿Y el gore? Simplemente demencial. De nuevo, ese mayor presupuesto ha permitido que los cuartos para higadillos crezcan exponencialmente, y creedme cuando os digo que hay efectos (prácticos, como tiene que ser) simplemente increíbles. Se nota el sadismo con el que Leone coreografía los asesinatos, dejando secuencias tan crueles como el clímax y tan espectacularmente sangrientas como la de la ducha, quizás el momento álgido del film, en una escena tremenda. Ahora bien, el gore es rotundo, vomitivo y plagado de salpicaduras, pero siempre queda un regusto cartoon en el enfoque del mismo, aspecto que se ve reforzado con cada momento en el que Art hace de las suyas, con chistes corporales muy acertados. Quiero decir, quizás mi madre encuentre algo excesivo tal carrusel de puñaladas, laceraciones, cuerpos reventados, hachazos y piel arrancada, pero a nada que hayas visto género, vas a disfrutar más que a sufrir. Y en ese aspecto, el film, aun siendo un auténtico tour de force sanguinolento, no supera la bestialidad (y crueldad) de la escena del dormitorio de la segunda parte. 


“el gore es rotundo, vomitivo y plagado de salpicaduras, pero siempre queda un regusto cartoon en el enfoque del mismo, aspecto que se ve reforzado con cada momento en el que Art hace de las suyas” 


Si hablamos de slasher, resulta prácticamente inevitable hacerlo del concepto de final girl. Pues bien, afirmo, sin temor a equivocarme,, que Lauren LaVera es una de las chicas finales que más ha sufrido en el subgénero de las puñaladas. El cabrón de Leone no da ningún tipo de tregua a la muchacha y resulta imposible permanecer impasible a su sufrimiento. Además, LaVera está más entonada que en el film precedente, cosa que no puede decirse del bueno de su hermano, que sigue siendo simplemente terrible. Leone nunca va a ser un director elegante; es posible que ni hábil (sigue demostrando una soberana torpeza para rodar todo aquello que no sea una explosión de gore), pero como tipo que hace films por y para la sanguinolencia tiene todos mis respetos. Que me cae bien, vaya. Otra que, aunque esto ya me lo olía, se cuela en el top del año.


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