martes, 15 de octubre de 2024

Crítica: The Substance

MISSTERROR NOS HABLA SOBRE LA ESPERADA SEGUNDA PELÍCULA DE CORALIE FARGEAT TRAS SU BRUTAL ÓPERA PRIMA Y NO DECEPCIONA


Si algo queda claro después de ver/disfrutar/flipar “The Substance” (Coralie Fargeat, 2024) es que la pequeña Pearl no sabía dónde se metía cuando gritaba desconsoladamente “I am a star”. Bien sabemos que el microuniverso del show business es un viejo monstruo despiadado que sale a cazar actrices cuando superan las cuatro décadas de vida. El mundo del espectáculo es despiadado, especialmente con las mujeres. 


“Coralie Fargeat vuelve a reunir a casi todos sus referentes en un único texto y los agita con violencia en un guion despiadado y una catarsis de sangre para mostrar la plasticidad de Hollywood” 


Existen cientos de historias de grandes estrellas olvidadas en cuanto aparecen las primeras arrugas. Sin ir más lejos, la propia Bette Davis se vio obligada a poner un anuncio en la prensa para denunciar el ninguneo hollywoodiense (“Madre de tres niños de 10, 11 y 15 años. Divorciada. Americana. 30 años de experiencia como actriz en películas. Aún móvil y más cordial de lo que los rumores dejan entrever. Se ofrece para empleo estable en Hollywood (con experiencia en Broadway)”) Suerte que, tras aquel dardo fue contratada para dar vida a Baby Jane

No hay duda alguna de que el peaje que los artistas tienen que pagar para mantener el interés de productores y público se encarece con cada año que cumplen. Por este motivo, no es de extrañar que las actrices recurran a todo tipo de pactos con el dios Chronos para parar el tiempo y conseguir un nuevo papel. ¡Que se lo digan a Madeline Ashton y Helen Sharp! De hecho, “The Substance” bebe mucho de la genial relación de Mad y Hel en “La muerte os sienta tan bien” (Robert Zemeckis, 1992). Eso sí, llega con denominación de origen Fargeat, lo que ya desde su excelso debut con “Revenge” (2017), garantiza el sello de calidad


“es mucho más que body horror. Es una película extremadamente fresca y desvergonzada que consigue que sus adictivos 140 minutos se pasen en un suspiro” 


Vamos a dejarlo claro, “The Substance” es la experiencia cinematográfica más estimulante de este 2024. Coralie Fargeat vuelve a reunir a casi todos sus referentes en un único texto y los agita con violencia en un guion despiadado y una catarsis de sangre para mostrar la plasticidad de Hollywood, la saña con la que las mujeres tratamos a nuestro propio cuerpo para vernos mejor (ninguna de nosotras escapamos a esto) y la necesidad de que se dejen de utilizar conjugaciones verbales en tiempo pasado para describirnos pasados los 50 (“tuviste que ser una mujer muy guapa de joven”, “tuviste que ser una mujer de armas tomar”, “fuiste maravillosa”…).

El alegato que se sustrae de “The Substance” podría haber dado para dramote denso que tanto gusta últimamente, sin embargo, Fargeat vuelve a mostrar su devoción por el género rodando con orgullo una película magnética, sorprendente, vibrante, desagradable y extremadamente divertida. Además, Coralie se atreve a encajar todos tipo de referencias y guiños sin pudor alguno y los ensambla tan descaradamente bien que se empotran en tu mente a ritmo de techno ochentero. La directora francesa ha mamado de muchas tetas (casualmente todas ellas masculinas) y escupe la leche a la cara del público para que percibamos el agrio olor láctico de Cronenberg, Kubrick, Raimi, De Palma, Lynch, Yuzna, Henelotter y de ella misma


“en una película tan carnal el peso del desnudo es más que significativo. No me refiero solo al desnudo físico sino también al emocional, por eso, rescatar a Demi Moore ha sido todo un acierto”


Técnicamente, “The Substance” es un portento. La posición de la cámara en las escenas principales, la apertura y cierre de planos, la inmensa fotografía, el perfecto complemento de la banda sonora, los magistrales efectos y las magníficas interpretaciones hacen que lo grotesco y lo sensual encajen en este body horror como un guante. Pero no nos quedemos aquí, que “The Substance” es mucho más que body horror. Es una película extremadamente fresca y desvergonzada que consigue que sus adictivos 140 minutos se pasen en un suspiro

Obviamente, en una película tan carnal el peso del desnudo es más que significativo. No me refiero solo al desnudo físico sino también al emocional, por eso, rescatar a Demi Moore ha sido todo un acierto. Reconozco que nunca he sido una gran fan de Moore como actriz (sí como persona), pero Fargeat ha hecho que me lave la boca con jabón. Demi Moore está imponente en su interpretación de Elisabeth Sparkle. Se mete en el papel de una manera tan salvaje que verdaderamente parece que se esté interpretando a sí misma. A su lado, Margaret Qualley, dando vida a la deliciosa Sue y enamorando a todo bicho viviente a través de la pantalla. Dos bestias pardas que llenan la pantalla de una impecable manera. Destaca también una bárbara escenografía que suma peso a un in crescendo en la acción tan desmadrado que culmina con un loquísimo festival, que de haberlo vivido Dorian Grey volvería a dejarse enmarcar en un bonito cuadro. “The Substance” es una experiencia apabullante y libre de prejuicios, que demuestra que, sí serán las mujeres quienes devuelvan a Francia su título de capital del terror extremo. ¡Bravas Coralie Fargeat y Julia Ducornau! Sois pura inspiración.


1 comentarios:

Art0rius dijo...

El tramo final me ha traído fuertes ecos a Society de Brian Yuzna, para mi un clásico menor injustamente olvidado, como colofón a la película que de momento corona el ranking de este año. Que peliculón, que actrices, que directora, que Dennis Quaid prodigioso en su infamia realista! Muy de acuerdo con la crítica, una hostia en toda la mandibula y la consagración de una artesana de nivel.

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