sábado, 19 de octubre de 2024

Crítica: Civil War

ROLOS NOS HABLA SOBRE EL NUEVO Y (PARECE SER) ÚLTIMO TRABAJO DE ALEX GARLAND. TODOS LOS IMPERIOS CAEN


Esta crítica tiene una particularidad única que la hace diferente de tantas otras que hice para este blog. La misma radica en la similitud del espíritu del filme con la realidad política actual estadounidense. Me refiero a la división de EEUU en dos bloques totalmente enfrentados entre sí y que poco a poco caen en una espiral de violencia irrefrenable. Solo como ejemplo recordemos lo que es Trump como persona; pero recordemos también que hubo un atentado contra su vida que falló por poco


“Tendrán diferentes nombres, como: Trump, Milei, Bolsonaro, Meloni, Abascal, pero al final son lo mismo; populistas de ultraderecha, demagogos que no dudan en utilizar cualquier estrategia para llegar al poder” 


Es así que Alex Garland utiliza lo que está sucediendo en el gran país del norte -y que cada vez es más común en otras naciones- para hacer dos cosas. En primer lugar denunciar lo peligroso y dañino que son para la convivencia y estabilidad democrática estos líderes que han aparecido y prosperado en los últimos tiempos. Tendrán diferentes nombres, como: Trump, Milei, Bolsonaro, Meloni, Abascal, pero al final son lo mismo; populistas de ultraderecha, demagogos que no dudan en utilizar cualquier estrategia para llegar al poder y luego mantenerse en el mismo. Hablarán diferentes lenguas pero su idioma es la mentira, el engaño, la agresión y la manipulación de una ciudadanía que en parte cede a sus mensajes. El segundo objetivo es mostrar las consecuencias sociales que generan estos discursos de odio, viendo como la división va haciéndose cada vez más profunda y lleva a la imposibilidad de sus partidarios y detractores de poder siquiera dialogar entre sí. Lamentablemente de ahí a la violencia solo hay un paso. Toda esta denuncia se ve en la que será la última cinta de este artista británico; definitivamente Alex Garland dice adiós de forma majestuosa

¿Pero de qué va todo esto? En un futuro no tan lejano el presidente de los EEUU es electo por tercera vez-algo que su constitución prohíbe expresamente- y no duda en asesinar a sus opositores. Ante su negativa a dejar el cargo y someterse a juicio se iniciará una Guerra Civil entre los Estados que se oponen al tirano, -liderados por California y Texas-, y los que aún son leales a él. En este conflicto una joven aspirante a periodista seguirá a un grupo de corresponsales de guerra en su viaje por unos EEUU sumidos en la guerra y el odio


“que no existan respuestas es una decisión acertada que tiene como objetivo el mostrar lo terrible de la guerras civiles, no sabes quien es amigo o enemigo, ni de donde puede venir la bala que te elimine”


Lo que mas me generó la película mientras la miraba era la total confusión. Mientras veía a los protagonistas recorrer las carreteras del este de EEUU e interactuar con diferentes personas me sentía abordado por dudas constantes, ¿Cuándo inició esto?, ¿Qué bandos hay en esta guerra?, ¿A qué facción pertenecen estos soldados? Y pese a que en la cinta se nos da información, esta no es insuficiente y uno queda con ganas de saber más. En todo momento me sentía embargado por las dudas, no ya de lo que iba a pasar, sino lisa y llanamente de lo que estaba ocurriendo en el momento. Esta no es un error de dirección de Garland; que no existan respuestas es una decisión acertada que tiene como objetivo el mostrar lo terrible de la guerras civiles, no sabes quien es amigo o enemigo, ni de donde puede venir la bala que te elimine

Dentro de la actuación hay un reparto variado y sólido que hacen excelentemente su trabajo; Kirsten Dunst, Wagner Moura, Cailee Spaeny y Stephen McKinley. Me gustó el rol de Kirsten Dunst como una corresponsal desbordada y amargada que sirve de mentora para una fotógrafa más joven. Pero si debo destacar dos interpretaciones son la de Nick Offerman como presidente de los EEUU y Jesse Plemons como un soldado estadounidense; lo que no es de sorprenderse ya que ambos son grandes actores. Aparecerán en contados minutos, sí, pero sus roles son de una fuerza aterradora. Jesse Plemons es un soldado de quien sabe que bando, que con una simple pregunta descoloca a los protagonistas: ¿Qué clase de Americanos son? El silencio que inunda la pantalla -y que sirve de advertencia ante lo que vendrá- es incomodo y frio como el hielo. Garland sostiene que en dicha escena buscaba mostrar que frente al extremismo radical, los bandos dejan de importar. La otra es la de Offerman como el presidente que originó todo esto; nadie puede sorprenderse al ver en él a una copia de Donald Trump, ya que no hubo ninguna intención de disimularlo por parte de director. El presidente del país del norte aparecerá solamente al principio y final de la cinta -aunque su presencia ronde el filme siempre- y se lo mostrará al principio como un mentiroso y luego en el clímax, como un ser patético


“Esperemos que Civil War sea recordada como una excelente ficción distópica con la que el director cerró una etapa de su vida; esperemos que sea solo eso y no el preludio de algo más terrible” 


La dirección es competente y debo decir que me encantó la batalla por Washington entre las fuerzas que se oponen y defienden al presidente. Me generó un poco de placer culposo la destrucción que se genera en la capital de este imperio moribundo. Esta es la última película como director de Garland; sostiene que trabajar con grandes celebridades, organizar al personal técnico, lidiar con las críticas de una prensa en oportunidades cruel, ha sido demasiado para él por lo que se retira de la dirección

Considero esta decisión una verdadera pena ya que tiene mucho para ofrecer en este medio. Su película “Men” (2022) me pareció simplemente aterradora y logró lo que ninguna campaña contra el patriarcado ha podido: el ponerme en la piel de una mujer y experimentar el miedo que sienten ante el acoso de los hombres. Si bien cuando se cierran puertas, otras siguen abiertas; casi seguro que siga generando guiones interesantes como el de la película aquí reseñada. Esperemos que “Civil War” (2024) sea recordada como una excelente ficción distópica con la que el director cerró una etapa de su vida; esperemos que sea solo eso y no el preludio de algo más terrible.


1 comentarios:

El Rector dijo...

El problema no es la existencia de este tipo de personajes (la historia de la humanidad está repleta de monstruos y villanos), lo realmente aterrador es que existan indigentes mentales (y morales) que a día de hoy, les voten. Lo de USA es dantesco, ya sabemos como funciona aquel circo, pero es que aquí no se libra nadie. El mundo mirando hacia otra parte mientras Israel perpetra el genocidio, los redneck amenazando con volver a hacer presidente a un personaje salido de la WWE que el único perfil que da, es el de villano de película de Robert Rodriguez, al tarado de Argentina no se ni como calificarlo... pero vamos, que en España la cosa no está mejor, con la supuesta derecha "moderada" convertida en meme (más aun de lo habitual) intentando emular a los fascistas de ultraderecha... bonito panorama se nos está quedando y lo que nos queda como toda esta gentuza consiga llegar al poder.

Respecto a la película, con mucha diferencia el mejor trabajo de Garland y uno de los grandes pelotazos del año. Como alguien que se ha dejado años de vida jugando a "The Division" (parece que Garland también), "Civil War" es una distopía aterradoramente cercana, que atesora la mejor fotografía de este 2024, una banda sonora fabulosa y una magnífica colección de interpretaciones. No soy nada fan del director, pero esta vez, reconozco que me ha ganado.

Saludos.

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