lunes, 7 de octubre de 2024

Crítica: Apartment 7A

EL RECTOR NOS HABLA SOBRE LA "INNECESARIA" PRECUELA DE NATALIE ERIKA JAMES DEL CLÁSICO SESENTERO DE ROMAN POLANSKI


Si hay un eslogan recurrente sacado del ideario del enano gruñón que siempre me ha parecido especialmente ridículo es aquel que habla de “películas innecesarias”. No hombre, no. Las películas no son ni necesarias ni innecesarias, simplemente son y allá cada uno lo que quiera hacer con ellas en la intimidad de su alcoba, que en ocasiones pareciera, que el personal está obligado a verlo todo, incluido lo “innecesario”. Si no te seduce una precuela de “La Semilla del Diablo” (Roman Polanski, 1968), que es lícito, tan sencillo como pasar de ella (será por películas) y a otra cosa mariposa, que en los tiempos de X (antes Twitter) donde lo que impera es el postureo, para criticar un producto no hace falta ni verlo.


“la confirmación de todo lo bueno que pudo verse de James en Relic, una directora elegante que demuestra conocer los resortes del género y como conjugarlos con elementos dramáticos para hablar de su libro” 


Pues sí, “Apartment 7A” (Natalie Erika James, 2024) es por definición una “película innecesaria”, esa precuela maldita ya antes de su misma concepción que nadie ha pedido, que nadie quiere ver, pero que por supuesto, nadie se va a perder. La suerte es que Hollywood, parece haberse quitado de encima el miedo a embarcarse en este tipo de “proyectos malditos” y hoy, pueden realizarse secuelas o reimaginaciones de cualquier cosa sin que pase absolutamente nada (hasta elfos negros y asiáticos se han llegado a ver en la pequeña pantalla en ese, por cierto, hito de la televisión moderna que es la segunda temporada de “El Señor de los Anillos : Los Anillos del Poder”) y el planeta siga girando, total, el enano gruñón no hace distinciones y no necesita pretexto alguno para rajar del género, ya sea por ser más de lo mismo, transgresor e irrespetuoso, woke o cualquier otra idiotez


“se pierde el tren de ofrecer la precuela que los fans de la película de Polanski hubiésemos querido, pues la sensación que nos deja la película es la de oportunidad perdida” 


A Natalie Erika James la conocimos con “Relic” (2020), su ópera prima, encasillada rápidamente dentro de ese grupo de élite de nuevas realizadoras dentro del fantástico y tras su exitoso “terror elevado”, ahora se pone de barro hasta las bragas con una precuela imposible de unos de los grandes clásicos del cine de terror, la intocable cinta de Polanski, siguiendo la estela marcada por cineastas como Luca Guadagnino, David Gordon Green o Arkasha Stevenson, quienes ya se atrevieron a rodar con mayor o menos suerte, “películas innecesarias”. 

“Apartment 7A” representa un notable entretenimiento y la confirmación de todo lo bueno que pudo verse de James en “Relic”, una directora elegante que demuestra conocer los resortes del género y como conjugarlos con elementos dramáticos para hablar de su libro con empaque y para todos los públicos, el afín al género y el no tanto. En “Apartment 7A” retoma como leit motiv la maternidad (recurrente este año con títulos como “La primera Profecía” o “Immaculate”) como ya hiciera su predecesora para de paso hablarnos de aquello tan bonito de “perseguir los sueños”. En el proceso, se pierde el tren de ofrecer la precuela que los fans de la película de Polanski hubiésemos querido, pues la sensación que nos deja la película es la de oportunidad perdida y en lugar de poner la lupa en las incógnitas (de infinitas posibilidades) que nos dejaba la cinta del 68 y centrarse en los orígenes de la casa Bramford y todo lo que la rodea, prefiere atarse la manta a la cabeza con una suerte de remake encubierto que si bien como digo, resulta disfrutable, no aporta absolutamente nada al clásico sesentero más allá de un simpático epílogo a modo de conexión con aquel. 


“una precuela que si bien como no tal, no aporta nada a la obra original, sí ofrece una cinta de terror elegante y muy vistosa, con una protagonista en estado de gracia y la consagración de Natalie Erika James” 


Volver a ver en esencia, lo mismo que ya hemos visto, le resta mucho interés a una historia que para colmo, ya sabemos como va a terminar. Para compensar esto, la directora tiene algunos buenos ases en la manga. El principal, una actriz protagonista que es el 90% de la película y que siguiendo la estela marcada por grandes personajes protagonistas en femenino de este 2024 y de la propia Mia Farrow, se marca una interpretación de lujo. Julia Garner encarna la inocencia de la juventud pero también la ambición del éxito y eso construye un personaje de lo más interesante al que termina de poner broche de oro con unas performances fabulosas, lo que nos lleva al segundo gran encanto de la película: sus números musicales. A la postre, son estas escenas la que le otorgan entidad propia a la propuesta, saliéndose del mero refrito en el que se instala la mayor parte del metraje. Otro nombre propio se suma a la causa y es el de Dianne Wiest, la adorable vecina que se erige como uno de los grandes villanos de la función (con permiso, claro está, del lucero del alba). 

Con un gran apartado sonoro por bandera, “Apartment 7A” ofrece en lo visual un apartado algo irregular. Por un lado encontramos algunas secuencias oníricas muy vistosas, amén de los susodichos números musicales, pero aquí, entre la elegancia de la directora y una fotografía de rabiosa actualidad, la puesta en escena se aleja en exceso de la esencia del clásico de Polanski, algo que sí supo (o quiso) hacer Arkasha Stevenson en “La Primera Profecía” (2024) y que es un vínculo estilístico que no comparten original y precuela en el caso que nos ocupa. Tampoco el edifico Bramford termina de tener el peso deseado y la historia versa más sobre la figura de su protagonista que en las secretos que esconde el escenario. Con todo, estamos ante una precuela que si bien como tal, no aporta nada a la obra original, sí ofrece una cinta de terror elegante y muy vistosa, con una protagonista en estado de gracia y la consagración de Natalie Erika James como una de las directoras a seguir en el futuro, pues saliendo airosa de semejante empresa, parece capaz de cualquier cosa. 

Lo mejor: Julia Gardner, los números musicales y su capacidad de entretener pese a que todo en la historia resulte previsible. 

Lo peor: Como precuela, fracasa en el objetivo de hacer mejor a su predecesora y pese a todo lo bueno de la experiencia, es imposible no sentir decepción por la gran oportunidad perdida de conocer más sobre la historia.


0 comentarios:

Publicar un comentario

¿Tienes opinión? No seas tímido/a y compártela, pues en la diversidad está el gusto. Eso sí, intentemos no destriparle la película a nadie y avisa de SPOILERS al resto de lectores/as siempre que tu comentario los contenga. De no ser así, este será eliminado. Gracias.