lunes, 21 de octubre de 2024

Crítica: Smile 2

KRUEGER NOS HABLA SOBRE LA INEVITABLE SECUELA DEL ÉXITO DE 2022 DIRIGIDO POR PARKER FINN. MÁS DE LO MISMO Y MEJOR


El debut de Parker Finn en la dirección, “Smile” (Parker Finn, 2022), se viralizó y aprovechó, al máximo, el hype de su campaña publicitaria. En su momento, realicé la crítica, alabando la puesta en escena y el diseño sonoro, y destacando, también, el aspecto negativo de la cinta, a saber, su previsible entramado argumental, plagado de lugares tópicos. Pues bien, la secuela parece ser consciente de esa flaqueza de la historia y toma la dirección contraria: “Smile 2” (Parker Finn, 2024) es un disparate y una auténtica fiesta para el aficionado


“Si buscáis sorpresas, mejor a otro sitio. Ahora bien, si se os mueven las caderas con el terror disfrutón y juguetón, estáis en el lugar indicado” 


El film se regodea en su condición de secuela directa, sin importarle lo más mínimo repetir todo el entramado narrativo. Si buscáis sorpresas, mejor a otro sitio. Ahora bien, si se os mueven las caderas con el terror disfrutón y juguetón, estáis en el lugar indicado. Aquí todo es absurdo, exagerado y francamente divertido. La idea de llevar la película a terrenos más banales ya puede verse desde el mismo marco de la protagonista: del sector médico pasamos al mundo de las estrellas musicales que se ponen como Las Grecas. Ese frescor pop y petardo se transmite a la misma película; de hecho, el film hace gala de un delicioso sentido del humor negro, presente en multitud de detalles, llegando incluso a incluir gags visuales (¿acaso no podría aparecer la caída de la vieja en una película de Leslie Nielsen?).


“de igual modo que alabé que la cinta original no se avergonzará de sus influencias y las mostrará claramente, aplaudo la valentía de esta secuela, que se limita a ofrecer escena de susto tras escena de susto” 


Además de saber filmar muy bien (esos planos invertidos), Finn demuestra un gran trabajo a la hora de elaborar sus set-pieces terroríficas, consiguiendo secuencias que son verdaderamente creepys (la coreografía, la naked carrera), aunque es cierto que abusa del jump scare a la hora de lograr golpes de efecto. Pero de igual modo que alabé que la cinta original no se avergonzará de sus influencias y las mostrará claramente, aplaudo la valentía de esta secuela, que se limita a ofrecer escena de susto tras escena de susto, sudando totalmente de contar algo diferente o atrevido. Siguiendo con la labor de Finn, el prólogo del film (que entronca directamente con la cinta anterior) vuelve a ser lo mejor de la función: son diez minutos que atrapan por el gaznate, con un excelente dominio de la tensión. 

“Smile 2” también va más allá a la hora de jugar con la dualidad realidad/fantasía. Puede resultar un recurso tramposo, pero personalmente me lo he pasado francamente bien con esa desorientación espacial y narrativa, que Finn lleva hasta sus últimas consecuencias en un clímax que aclara poco y se disfruta mucho. También agradezco que no expliquen nada más de la “criatura/maldición”, ya que sería un intento algo tonto el intentar profundizar en… algo tonto. Aquí hemos venido a ver situaciones grotescas y a ver beber mucha agua. Otro aspecto destacable aparece en forma de gore desenfadado. Desde el excelente comienzo, Finn deja claro que por intestinos y salpiconazos de gore no va a ser. Da gusto cuando existe esa recreación en la sanguinolencia, que aparta al film de propuestas más elegantes, pero tremendamente similares, como las aventuras de Sadako/Samara, por poner un ejemplo. Dame más puñalones Finn, dame más. 


“no puedo descartar que este carrusel de sonrisas malrolleras (esa maldita niña…) sea un invitado sorpresa de última hora en el ranking del año. Mucho mejor que la primera parte” 


Volvemos a lo mismo que en “Smile”, el diseño sonoro (que hace las veces de banda sonora) es una auténtica maravilla, plagando las desventuras de la protagonista de sonidos disonantes, incómodos y desconcertantes. Jugando en la liga de “Sinister” (Scott Derrickson, 2012) o “Longlegs” (Osgood Perkins, 2024), “Smile 2” suena a cómo suenan las pesadillas. 

Mucho me temo que esta secuela va a tener una recepción crítica inferior a su predecesora (la taquilla es otra cosa…), por su repetición de esquemas y su metraje alargado, pero servidor abraza su tontería con una sonrisa en la cara. No todos los días puede ver uno cómo se cuelan homenajes a “Línea Mortal” (Joel Schumacher, 1990) en una cinta de terror comercial dispuesta a arrasar la taquilla. Puede parecer algo increíble de pensar, y más teniendo en cuenta la buena cosecha que llevamos, pero no puedo descartar que este carrusel de sonrisas malrolleras (esa maldita niña…) sea un invitado sorpresa de última hora en el ranking del año. Mucho mejor que la primera parte. ¡Qué bien me lo paso cuando las cosas son tontas y abrazan su condición!


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