domingo, 31 de julio de 2011

Crítica: Saw 6

Corría el año 2004 cuando un joven director de nombre James Wan y procedente de Malasia, llamó la atención con una modesta película que combinaba de manera muy acertada el género del “thriller” policiaco con el por entonces renacido “torture porn”. La cinta en cuestión: ‘Saw’ (‘Saw’, 2004).

El tremendo éxito de aquella interesante propuesta hizo que los mecenas de la meca del cine no tardaran en continuar “un juego” que ya no daba para más una vez finalizada la primera entrega.

Aún así, y debido en gran parte a las personas (yo me incluyo) que disfrutan viendo en una pantalla el dolor ajeno, las brutalidades, la sangre, las torturas, el “gore”... En definitiva, que se deleitan con las películas malsanas, la saga ha continuado hasta esta sexta entrega (ya está filmada la séptima... ¡¡¡En 3D!!!). El público pide, los productos llegan (¿o es a la inversa?).

Como ya he mencionado, la saga no debía haber continuado más allá del desenlace de la primera entrega. La cinta de James Wan tenía sus defectos (era muy tramposa, a ratos incluso absurda), pero hay que reconocerle su efectividad (y también era bastante entretenida). Sin embargo, a partir de la segunda entrega, desde el comienzo ya todo funcionaba de manera desastrosa, sin apenas interés, repitiendo una y otra vez lo visto en la cinta de Wan pero peor. Así pues, ¿por qué seguir acudiendo al cine año tras año (cada año se estrena un nuevo capítulo) para continuar viendo más de lo mismo?

La respuesta es sencilla: queremos ver mutilaciones y sangre, punto. No hay más.

Somos “voyeaurs” cinéfilos (y cinéfagos) que disfrutamos viendo dislates, salvajadas y atrocidades inhumanas, es lo que hay, es lo que somos, y los que hemos visto las seis entregas estrenadas hasta ahora, veremos la séptima porque no lo podemos evitar. Es nuestro sino.

Salud mental aparte, hay que reconocer que estas películas entretienen (a pesar de lo repetitivas que resultan) y no engañan a nadie (si a estas alturas te sientes estafado es que tienes pocas luces). Para los amantes del “gore” esta saga es casi como una isla en medio de un gran océano, y no precisamente por su calidad, sino por su alta producción (como ya he mencionado, se realiza una al año aproximadamente) y por su total descaro a la hora de mostrar sangrientas bestialidades.

Cada vez son más explícitas e insanas, nada recomendables, no ya para los más jóvenes que son fácilmente influenciables (que también), sino sobre todo para ese tipo de seres que no saben discernir entre realidad y ficción, que todavía creen que lo que ven en una pantalla es real (créanme, los hay así).

En fin, esta sexta parte de la serie tan sólo es recomendable para los muy, pero que muy “fans” de este tipo de películas que se enmarcan dentro de ese género que es el “torture porn” y/o el “gore”. Los demás, abstenerse.

En una frase: es como cualquiera de las secuelas anteriores.

Lo mejor: aun a riesgo de parecer un perturbado, las escenas más sangrientas, escabrosas y malsanas.

Lo peor: el resto.

4 comentarios:

Foncho dijo...

La primera me parece un peliculón, pero a partir de ahí son cada vez más malas; no me llaman la atención, ni siquiera por las escenas gore!!

Missterror dijo...

Yo,querido Jose,estoy de acuerdo con tu exposicion punto por punto.No voy a decir nada mas porque sería repetir lo que acertadamente has dicho,pienso exactamente igual que tú.

saludos

El Rector dijo...

Hace ya mucho tiempo que me dejó de interesar esta saga, mi paciencia dijo basta después de la cuarta parte y no tengo el mas mínimo interés en perder el tiempo con ninguna de las siguientes entregas. Soy un gran amante del gore, con todo lo que ello conlleva, pero el royo este del torture porn nunca me ha hecho tilín. Me gustó la primera (incluso la segunda) de Saw, por lo elaborado de su guión y su capacidad de sorprender, elemento que se perdió en las películas posteriores y con el, todo el interés.

Ahora, si las cintas de Saw son poco recomendables por una hipotética influencia negativa en la sociedad, habría que censurar no solo gran parte del cine de terror, sino también un alto porcentaje del denominado "cine convencional". A la saga Saw se la puede tachar de aburrida, repetitiva... ¿insana? (desde un punto de vista social), no creo que sea un término que se pueda aplicar a una película. Somos lo que comemos, quizá. Somos lo que vemos, para nada.

Lestat dijo...

A mi me gustaron las primeras dos y la tercera un poco. Luego de eso las encontré innecesarias y repetitivas. Intentaron alargar y complicar la historia trayendo elementos arrastrados por los pelos que, desde mi punto de vista, fallan miserablemente.

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