jueves, 12 de junio de 2014

Crítica: Freaks

Freaks, aquí titulada La Parada De Los Monstruos, es una película que desde el día de su estreno en 1932 se ha englobado en el género de terror, pero esta deslumbrante obra fílmica va mucho más allá, trascendiendo cualquier encorsetamiento genérico, para convertirse al mismo tiempo en un desgarrador drama, una historia conmovedora de amor, una denuncia de los prejuicios morales, un estudio de la estética de la fealdad, así como un enaltecimiento de la amistad verdadera. Por desgracia, nada de eso contemplaron los primeros asistentes a su proyección, gente de una sociedad que no estaba preparada para contemplar algo tan insólito, que sólo fueron capaces de quedarse con sus perturbadoras y abyectas imágenes (incluso hoy día, más de uno, considerará su visionado espantoso) que provocaron tal polémica y escándalo que el film fue retirado de las salas de cine, repudiado por su propia productora y convirtiéndose en un sonado fracaso económico y una estocada casi mortal para la carrera de su autor (después de Freaks, Tod Browning, sólo dirigió cuatro películas más). 

Hasta 30 años después, en la Mostra de Venecia de 1962 con motivo de una retrospectiva del cine sonoro estadounidense de los primeros años, no pudo volver a exhibirse con normalidad, asombrando a todos los presentes por su genialidad. Lamentablemente, la versión que hoy día podemos contemplar (de una hora de duración) está mutilada y con un epílogo impostado, que los productores consideraron más adecuado, ya que endulzaba de alguna forma el contundente, vengativo y atroz final original. Pero vayamos por partes e intentemos desgranar someramente esta obra maestra del séptimo arte. 

En 1931, Tod Browning, que poseía una fructífera carrera cinematográfica con algunos títulos muy destacados como El Trío Fantástico, Garras Humanas (ambas ambientadas en el mundo circense) o La Casa Del Horror, alcanzó un notable éxito con (la hoy considerada clásico del terror) Drácula, pese al descontento de la productora, Universal Pictures, que prefería la versión en castellano que en paralelo se rodaba por la noche en los mismos platós. Además, ayudo definitivamente con dicha película a la consagración de Bela Lugosi como icono del cine (actor, que por cierto, no quería para el papel del conde chupasangre). 

En la cima de su carrera, Tod Browning, podría haber elegido rodar cualquier film que quisiera, y se decantó por llevar al cine, bajo el amparo de MGM, una versión del relato Spurs (Espuelas) escrito por Tod Robbins, que había sido el guionista de El Trío Fantástico, y que le recomendó su amigo Harry Earles, que acabaría protagonizando la versión cinematográfica, encarnando a Hans. El relato contaba la historia de una hermosa acróbata que ayudada por el forzudo del circo intenta engañar y apoderarse del dinero del enano de la función, cayendo sobre ellos una venganza ejemplar perpetrada por el enano ayudado por el resto de “monstruos” circenses. El relato entusiasmó a Browning, que veía una nueva oportunidad de acercarse al apasionante mundo de los espectáculos ambulantes, en los que había trabajado siendo un adolescente y tanto le marcó.

Es necesario precisar que a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el circo distaba mucho de la imagen que hoy tenemos de él, máxime si pensamos en espectáculos audio-visuales, llenos de malabares y colorido de primer orden, como los que realiza la compañía Cirque Du Soleil. Por aquellos entonces el circo era un muestrario dantesco de espectáculos con fieras, “aberraciones” de la naturaleza, seres deformes, que eran exhibidos como monstruos inmundos (como el caso de Joseph Merrick, El Hombre Elefante), individuos con capacidades o características físicas inusuales, sorprendentes o grotescas, como los faquires y payasos. 

Sin utilizar trucos de maquillaje, salvo en el asombroso desenlace, y utilizando a seres deformes y con discapacidades mentales, entre los protagonistas (freaks) de la película encontramos a los enanos Hans y Frieda (hermanos en la vida real), la mujer barbuda, las gemelas siamesas, el hombre gusano, el hombre esqueleto, el hermafrodita o los microcéfalos, entre otros, Tod Browning tuvo que lidiar con la negativa en la participación en la película de muchos actores de Hollywood y con innumerables problemas de producción debido a que muchos de los técnicos del film no querían estar junto a ellos. Más de cuarenta años después el director Michael Winner utilizaría también personas con deformaciones y taras en la interesantísima y olvidada The Sentinel, generando nuevamente rechazo y polémica. ¿Qué le pasa a la sociedad que no tolera la visión de estas personas? 

Todos estos freaks que se nos presentan como abominaciones de la naturaleza en el inicio de la película por un presentador (charlatán) de feria, son mostrados por Tod Browning como seres alegres, joviales, indefensos, con anhelos, ávidos de cariño y ternura, así como llenos de dudas y miedos. En un acierto asombroso (tremendamente novedoso y rompedor para la época, y hasta me atrevería a decir que hoy día) estos seres se nos revelen como cualquier otra persona, y no como monstruos horripilantes. Su aberrante anomalía queda diluida ante la naturalidad de su quehacer diario y sus relaciones en las caravanas situadas en la trastienda del circo. Haciendo que planee en nosotros una importante cuestión: ¿Qué es lo que nos convierte realmente en monstruos? 

El verdadero horror y aversión llega cuando estos seres son engañados, manipulados y vejados, por las aparentes personas normales (encarnadas en la figura de la acróbata Cleopatra, papel interpretado por Olga Baclanova, después de ser rechazado por innumerables divas, y el forzudo Hércules). La necesidad de aceptación en un mundo que los margina y rechaza hace que los freaks del circo sean más vulnerables a las maquinaciones de las miserias e ignominias del alma humana, que a las circunstancias propias de sus discapacidades o deformaciones. Hans es capaz de abandonar a su amada por la bellísima (pero maquiavélica) Cleopatra cuando enfermo de amor y ansioso de ser uno más, sucumbe a los engaños de una pérfida avara que lo único que quiere es el dinero del enano. Mientras Frieda, consciente de lo que ocurre, es incapaz de darle un choque de cruda realidad a su querido Hans por no dañarlo. 

La labor de Tod Browning es en todo momento brillante, consiguiendo introducir a los espectadores de forma natural como un miembro más de ese asombroso circo, y a pesar de no ser un virtuoso de la narrativa cinematográfica, no contar con los medios de los que disponían otros compañeros de profesión, ni contar con un elenco de estrellas de primer nivel, consigue generar tal grado de tensión, malestar y mal rollo a la par que magnetismo poético de lo grotesco y la fealdad, que al finalizar los fascinantes 60 minutos que hoy día quedan de la cinta, estamos exhaustos y sobrecogidos ante lo que acabamos de presenciar. Siendo, tal vez, el clímax de esa ambivalencia la celebración del enlace entre Hans y Cleopatra, donde es aceptada como un miembro más del grupo mientras ella estalla de repulsión. 

La esencia de esta obra inmortal, que ha influido en numerosos cineastas, desde Hitchcock o Buñuel a David Lynch, Tim Burton o Rob Zombie, está tan vigente, o más, que el día de su estreno. Por desgracia, la monstruosidad, el horror, no es la falta de extremidades, deformidades antinaturales o taras mentales. La monstruosidad no es fácilmente reconocible y por ello nos rodea con mayor frecuencia de la que pensamos y sucumbimos a ella. ¿O cómo llamaríais a alguien bien arreglado que haciendo gala de buenos modales y cordialidad engaña a personas mayores y no excesivamente doctas para hacerles firmar complejos documentos que sabe los arrastrará a la ruina? ¿Conocéis alguno? Os habéis planteado alguna vez: ¿Quiénes son los verdaderos monstruos? 

En un mundo donde prima la belleza estética sobre la valía, donde el adorno y la pose se han convertido en más importante que la esencia, donde los valores morales brillan por su ausencia, donde el engaño está a la orden del día y las referencias culturales y sociales se han desvirtuado, un cuento de terror y moral como Freaks, rara avis irrepetible, es totalmente necesaria y reivindicable. Recomiendo que todos los que aún no hayan disfrutado de esta maravilla y aquellos que hace tiempo no la han visto que se planteen su visionado, pero sugeriría que intentéis visionarla con los ojos de alguien que va al cine por primera vez hace 80 años. Un experiencia verdaderamente terrorífica…. ¿no creéis?


24 comentarios:

Unknown dijo...

Oh waw. Es EXCELENTE. La verdad la vi hace ya varios años, necesito darle una nueva pasada, pero recuerdo en verdad el impacto, esta película no envejece.. Buenísima al cubo.

Unknown dijo...

MAGISTRAL crítica, Max, de una obra perturbadora por completo que va mucho más allá como bien dices de su encasillamiento en el terror. Una peli que en pleno esplendor Hollywoodiense mostraba una realidad aislada a la que se veían irremediablemente abocados y que mostró por primera vez en el cine personajes microencefálicos.
El personaje de Cleopatra, malvada y retorcida, y su final, merecido y muy, muy impactante no hacen sino reforzar la sensación de estar ante una de las grandes obras maestras del cine.
Bravo por tu crítica, estupenda!
Y bravo por Freaks!

MAX CADY dijo...

FrancHis Neumann y Damien Thorne, muchísimas gracias por vuestros comentarios.

Como bien apuntas FrancHis esta cinta no envejece, es más, yo diría que hoy es aún más actual, novedosa y rompedora que hace 82 años cuando se estrenó.

Damien, lo cierto es que el final de Cleopatra es brutal y retorcido, pero también merecido. Lástima que los productores pensaran que era muy cruel e inadecuado y decidieran añadirle el epílogo que queda hoy.

Saludos!!!!!!!!!!!!!

Romasanta dijo...

Me encanta esta película! Bravo por el artículo

Missterror dijo...

Excelente crítica para una película de culto absoluto dentro varios géneros, porque como comentas, esto es terror, pero sobre todo es drama.

Yo me declaro absoluta fan de las anomalías, y no concibo la idea de circo sin ellas, aunque a algunos les parezca cruel la exhibición. Para mi el circo es un espectáculo artístico , y como tal, obligatoriamente respetable, en el que apreciar lo que va más allá de la normalidad, como algo curioso más que morboso, porque ¿qué es la vida sin curiosidad? Mataría por poder ver un circo de Freaks, pero freaks de los que nos enseñó Tod Browning a adorar, no los freaks que ahora plagan nuestras televisiones...

"Freaks" lo tiene todo: terror, drama, suspense, romance...pero sobre todo, un guión firme y unos deliciosos intérpretes en los que yo también destaco la naturalidad, para redondear lo que ya se presentaba más redondo que un círculo.

Para mi , "Freaks", es parte de ese cine que te pones de noche, a un volumen bajito, con las luces apagadas y tapada hasta la barbilla, y simplemente disfrutas, porque te sientes en casa.

Saludos

P.D- Y si llega el circo de los horrores a vuestra ciudad, no dejéis de ir a saludarles.

Angelica dijo...

"One of Us".
Hay un capítulo de los Expedientes X con esta temática, muy bueno.
Saludos desde Perú.

MAX CADY dijo...

Romasanta, gracias por el comentario.

Missterror, al hablar de Freaks (como de muchas otras películas) deberíamos decir simplemente que es cine con mayúsculas. Esta cinta es una obra de arte y por tanto su encorsetamiento en un género es muy difícil, pero entiendo que es una forma simple y fácil de estructurar las cosas. Tu propuesta para disfrutarla me parece acertadísima, aunque yo prefiero sin taparme.

En el tema anomalía, ahí discrepamos ligeramente. La curiosidad en mi caso, la entiendo desde el punto de vista médico o científico, es decir, saber por qué se producen estas mutaciones e intentar descubrir un remedio o paliativo para que no vuelva a ocurrir o mejorar la vida de las personas que las padecen. Si no, me da a mí que la maldad intrínseca del ser humano acaba confiriendo una serie de connotaciones negativas y grotescas al asunto que no me agradan. Aquellos espectáculos ambulantes donde se mostraban freaks sólo servían para enriquecer a unos pocos y humillar a quienes tenían la desgracia de padecer enfermedades raras. No hay nada más normal en el devenir de la vida en el planeta que las mutaciones y por tanto se deberían tratar como hechos poco habituales en el corto plazo (por generación), pero que nada tienen de peyorativos, aberrantes o infernales.

En cuanto a los FREAKS que habitan en los platós de las televisiones de este país sólo diré que esos sí me provocan verdadero terror.

Angelica, gracias por el apunte. Desconocía ese capítulo, ya que no era gran seguidor de la serie Expediente X. Te diré, por si no sabes, que la nueva temporada (4ª) de American Horror Story estará ambientada en un espectáculo de Freaks como el que aparece en esta magistral película. Habrá que estar atento a ver que son capaces de hacer.

Saludos!!!!!!!!!!!!!!

Missterror dijo...

Max- Por eso digo que no hay que verlo como algo morboso, sino como algo curioso. El circo está concebido para mostrar lo que no se puede ver a diario, algo que nos saque de la rutina, que nos lleve a un mundo "fantástico" (sin sentido peyorativo, por supuesto). Si yo voy al circo, me apetece ver a un ligre (mitad León, mitad tigre), no a un león o a un tigre... En cuanto a las anomalías en las personas (que todos tenemos lo nuestro, y yo la primera), como comenté, el circo está compuesto por artistas, y no sólo es ver este tipo de anomalías o mutaciones porque sí, sino integrados en un espectáculo visual y sonoro que te emocione de alguna manera, que despierte una sensación poderosa en ti, y entendidos con la naturalidad de la que hablábamos, esto me parece la conjunción perfecta, insisto, no por morbosa, sino por diferente y atractiva, precisamente.
En la cuestión de quien se enriquece y cómo lo hace en un circo ya no entro, porque este mundo está podrido, y en cualquier ámbito hay seres inmundos que se enriquecen a costa de las desgracias ajenas. No me parece el caso de la película de la que hablábamos, donde, para los freaks, el circo era su hogar y su pasión, pero obvio que lo que comentabas existió, y no tan lejos en le tiempo...mira las denuncias que tuvo Ángel Cristo, por el estado en el que tenía a sus leones!!!! Quiero pensar que la gente que trabaja en el circo lo hace porque lo siente y no porque se ven sometidos, de la misma manera que necesito pensar,por higiene mental, que la gente que acude al circo o a cualquier otro espectáculo, lo hace desde el más absoluto respeto.
Insisto en que a mi, me encantaría ver una espectáculo así porque nunca lo he visto, y soy muy seguidora de todo aquello que se sale de lo común (en cualquier ámbito), porque para mi es lo más especial, y lo que te saca de la rutina, pero si sé que bajo ese espectáculo, se esconde un maltrato o una humillación, créeme que jamás contribuiría de tal cosa.

En mi caso, que no tengo ni idea de medicina, biología o genética, saber por qué se producen estas anomalías, no me produce mayor curiosidad que la de alguien que también quiere curas o paliativos para cualquier enfermedad en el mundo, pero que observa desde la barrera. No hay nada que más feliz me haría que mayor investigación para enfermedades raras (porque me tocan muy de cerca), aunque sé que esto es una utopía.

Saludos

Sara dijo...

Para mí es todo un descubrimiento. No la he visto pero tras leer esta crítica lo haré lo antes posible. parece tener todos los elementos necesarios para gustarme.
Un saludo y excelente reseña.

MAX CADY dijo...

Missterror, estoy muy de acuerdo en lo que dices y te entiendo perfectamente, lo que ocurre es que por desgracia la mayoría de la gente ni tiene tus inquietudes ni tu sensibilidad, y por tanto cualquier espectáculo con “fenómenos de la naturaleza” que hubiera sería por desgracia un espectáculo dantesco, sensacionalista y denigrante para sus participantes. ¿Acaso piensas que, de existir, diferirían mucho de los espectáculos humillantes que se realizaban hace unos 100 años donde se exhibían cual “monos de feria” a pobres enfermos como John Merrick? Es por ello, que a mí, la parte “más lucrativa” o circense, no me interesa.

Sara, gracias por el comentario. No lo dudes, échale el ojo cuanto antes a esta joya y nos cuentas que te ha parecido.

Saludos!!!!!!!!!!!!!!!

Missterror dijo...

Max- sí que lo pienso, sí. Puedes llamarme utópica o ingenua, pero aún creo en la bondad del ser humano, y que el mundo puede cambiar...
En "Freaks" vi un circo en el que estos "fenómenos" eran felices. o al menos se sentían seguros y hermanados. Justamente eso es lo que creo que vería hoy en día. Creo que en un mundo civilizado no hay lugar para la exhibición humillante de lo diferente, y creo que nadie en su sano juicio formaría parte de ello, y sobre todo, espero que la gran masa no lo permitiera.

Saludos

El Rector dijo...

Missterror, si realmente te crees este último comentario, es que aun no tienes muy claro el mundo en el que vives, que puede ser y es, muchas cosas, pero dudo mucho que civilizado, sea una de ellas.

El ser humano es morboso por naturaleza y de existir este tipo de espectáculos protagonizados por individuos con deformidades o cualquier otra deficiencia, no serían otra cosa que grotescas atracciones de feria a las cuales la gente asistiría para reírse de los integrantes de la misma. Porque el ser humano, por lo general y más a día de hoy, donde el respeto, el civismo y la educación, parecen ser conceptos arcaicos y obsoletos, es mezquino y disfruta de las miserias del prójimo.

A mi, cualquier tipo de "espectáculo", en donde se explote eso, la miseria ajena, o se explote a cualquier ser vivo de la forma en que sea, me parece completamente inmoral.

Sobre Freaks, pues decir que aunque parezca mentira, no he tenido oportunidad de verla, me cuesta ponerme con películas engendradas antes de mi propia concepción, pero después de tan estupenda crítica, intentaré darme una vuelta por ese circo de los extraños.

Saludos.

Missterror dijo...

Ya llegó la nube negra!!!!!

Enrique Menéndez dijo...

Sólo por la escena de la boda y ese "one of us, one of us" ya vale la pena. Reconozco que la voz de Hans me pone los pelos de punta!!!

MAX CADY dijo...

Missterror, me temo que yo seré entonces una tormenta negra. Una cosa es tener anhelos, ilusiones y deseos, y otra muy distinta es vivir de espaldas a la realidad. No puedo creer que puedas afirmar con total seguridad, dadas las evidencias reales diarias, que este mundo trataría de forma amable, amistosa y sin prejuicios este tipo de espectáculos. Pero si vemos y oímos todos los días historias de humillación y maltrato a todo tipo de ser viviente. Me posiciono al 1000% con el Rector y creo que eres un ángel bondadoso sin maldad alguna que no sabe donde está (apréndelo cuanto antes o te puedes llevar muchas malas sorpresas).

Querido Rector, ya está tardando usted en ver esta asombrosa película. A mí me encanta el cine y disfruto de las películas independientemente de cuando estén realizadas.

Enrique Menéndez, los pelos como escarpias durante la celebración del enlace y sin duda ese “One of us” se te queda grabado en la memoria para siempre.

Saludos y gracias por los comentarios!!!!!!!!!

P.D. Reconozco que no hay que ser un “freak”, como servidor que es un enamorado del cine mudo hasta tal punto que en un momento dado diría que el sonido es un adorno y el color un añadido innecesario, pero sepa usted, querido Rector (y lo hago extensible a cualquiera), que si no ve cine de determinadas épocas, se pierden posiblemente las más asombrosas y estupendas producciones que ha dado Hollywood en toda su historia. La década de los 40 y 50 son alucinantes a nivel cinematográfico (menuda cantidad ingente de obras maestras y joyas del celuloide se facturaron en aquellos gloriosos años).

Unknown dijo...

Peliculón donde las haya. Me dejó tocadísima cuando la vi porque soy sensible y era joven, estos freaks que en verdad eran un amor al principio; se gastan su venganza totalmente merecida.
Me imagino lo que debió suponer una película así para aquel público y no es de extrañar que fuera sometida a esa 'censura' y que la propia productora renegara de ella. Es una cinta que no creo que deje indiferente a nadie incluso si la viera alguien ahora por primera vez. Es de una crudeza sin igual.

Excelente crítica, Max. Como siempre, un placer!

Missterror dijo...

Max Y Rector- no creáis que no sé donde estoy, y sorpresas, ya te puedo decir que la vida me dio bastantes y bastante desagradables, aún así, me costaría mucho levantarme cada mañana creyendo que el ser humano es mezquino. Creo que, hoy en día, ser optimista y creer en que el ser humano puede tener bondad, es complicado, pero no es vivir de espaldas a la realidad (Rector, tu lo sabes mejor que nadie)

Conozco mucha gente, y hay de todo, hay mucha gente con ganas de que las cosas cambien, mucha gente que ayuda por el simple hecho de ayudar, hay mucha gente con sentimientos muy nobles, lo que pasa es que los hijos de puta hacen más ruido.

¿Creéis que se permitiría un espectáculo en el que se humilla a alguien a cambio de dinero? ¿Creéis de verdad, que hoy en día se permitiría? Yo no lo creo, de hecho ahora mismo, no creo que haya un solo espectáculo en el que eso ocurra, a lo mejor me equivoco, pero pienso en cualquier tipo de espectáculo y creo además que, gusten más o menos, los artistas son tratados con total respeto.

Sólo me viene un espectáculo en el que la gente termina insultando a los "artistas" y ese es el futbol. Curiosamente, los futbolistas son venerados como dioses por la misma gente que les insulta...

Saludos

MAX CADY dijo...

May Dove, gracias por tus palabras. Como bien dices esta cinta debió ser un golpe difícil de encajar por la sociedad de principios de la década de los 30, incluso hoy día levantaría ampollas. Pero si bien puedo entender el rechazo social, no comparto ni admito la repulsa de la productora y sus acciones por corregir, modificando vilmente, la obra de Tod Browning (algo que por desgracia también es común hoy día donde muchos cineastas ven mutilada o modificada su obra). Precisamente esta obra que es (entre muchas cosas) una oda a la tolerancia y respeto a lo distinto sufrió aquello que pretendía denunciar. Sin duda, una maravilla deslumbrante que no deja indiferente.

Missterror, tener esperanzas en el ser humano y anhelar un mundo mejor es digno de alabanza y todos deberíamos aspirar a ello, otra cosa muy distinta es que en este mundo cruel, donde el fuerte y el que más capacidad de adaptación tiene sobrevive, pueda llegar a existir ese mundo maravilloso y bondadoso que queremos. El ser humano es cruel y despiadado, porque la Naturaleza lo es, y hay que asimilar cuanto antes que vivimos en un mundo donde tarde o temprano la vileza aflora. Si no estamos sumidos en el caos, es debido a reglas y pautas que nos imponemos, y aquellos que pueden hacerlo se las saltan a la torera (¿no ves las noticias últimamente?). El mundo del arte y espectáculo es un mundo brutal que no hace prisioneros, ¿de verdad crees que existiría un espectáculo de seres deformes limpio y bondadoso? Sería un espectáculo dantesco y bizarro, donde se intentaría dar prioridad a lo extraño y enfermizo. Un interés sano, no dejaría beneficios, sería una suerte de análisis médico-científico, y no un espectáculo de freaks. Es precisamente ese canto a la normalidad y respeto a la diferencia lo que hace novedosa, grandiosa e inmortal la obra de Tod Browning. ¿Acaso no se ve en tu ciudad Tele 5? ¿Acaso no ves en que convierten la mayoría de las ocasiones las miserias del ser humano? ¿No ves humillación y bochorno en el 80% de su programación? Pero si se pasan en horario infantil por el….

Ojalá tuviera tu fe en el ser humano, pero aparte de mejoras tecnológicas que a algunos les hace la vida muy placentera apenas hemos mejorado mucho a nivel de convivencia con respecto a hace 1000 años. ¿Cómo puedes creer en una especie que pudiendo paliar el hambre en el mundo deja que niños deambulen y vivan en vertederos convirtiéndolos en verdaderos muertos vivientes? (Aunque todo esto ya no tiene mucho que ver con: La Parada de los Monstruos, ¿o sí?)

Saludos y gracias por los comentarios.

El Rector dijo...

Max ya lo ha dicho todo. Missterror, si es que solo hay que encender el televisor para ver en que clase de mundo vives. Ya ni hace falta pasarse por ese vertedero para cerebros podridos que es Tele 5, simplemente analizando los programas que tienen más audiencia puedes orientarte bastante bien sobre lo que la gente gusta de ver, que no es otra cosa que la desgracia ajena, en cualquiera de sus formas.

Eso no quiere decir, por supuesto, que no existan las buenas personas, que no exista la bondad, el altruismo, la educación y las buenas maneras, pero desde luego, pero teniendo ojos en la cara, es fácil ver que no es lo que predomina y por lo tanto, no es lo que nos caracteriza o nos define. En este mundo lo que hoy impera, es la ley del más fuerte, el hago lo que quiero siempre que no haya alguien más fuerte que me impida hacerlo, el interés personal y el egoísmo caiga quien caiga, incluso el de aquellos a los que uno alguna vez consideró bondadosos, a los que uno llegó a querer o amar, terminan por quitarse la máscara y destaparse como la basura que son. Lo único que se puede hacer, es afinar el ojo y los sentidos para intentar rodearnos de la gente que vale la pena y alejarnos de la mediocridad del resto.

Saludos.

MAX CADY dijo...

Aunque a nivel cinematográfico solemos diferir en muchas ocasiones, observo que El Rector y yo compartimos muchas similitudes en cuanto a nuestra visión del mundo real.

Estoy convencido que el señor Browning estaría encantado al comprobar que del análisis de su cinta acabamos “filosofando” sobre el mundo, sus miserias, sus “monstruos” y sus posibles virtudes. Una lástima que no consiguiera suscitar dicho debate en su momento y sólo provocara pavor y aversión en el público de 1932.

Saludos!!!!!!!!!!!!!!!!

Unknown dijo...

Max, sólo quería decirte que volví a verla llevado por tu crítica y me sigue pareciendo espectacular. Absolutamente inteligente, bien resuelta y muy, muy adelantada a su época, no sólo es que no envejezca nada mal, es que ese puntito de clásico casi prehistórico se disfruta, iba a decir como un enano, pero me temo que no es el término más acertado.
Expléndido como tributo y documento de que las diferencias a veces son sólo meras apariencias, de que la acondroplastia, la microencefalia, la limitación física no dejan de ser sólo eso, diferencias absolutamente salvables. El final, no sólo merecido, no deja de ser estupendo, para no teñir de sentimentalismo ñoño lo que realmente es. Una obra maestra!
Como tu crítica, amigo!

MAX CADY dijo...

Damien Thorn, muchísimas gracias por tus palabras. Sin duda Freaks es una obra inmensa que mejora con los años (no hay mejor crítica que el paso del tiempo). Como bien dices: un film muy adelantado a su tiempo, tal vez uno de los grandes motivos de su descalabro inicial; y de una vigencia demoledora. Una de las grandes obras maestras del séptimo arte!!!!!!

Saludos.

Unknown dijo...

Max, gracias a tí por recordarnos estas enormes joyas que no siempre tenemos presentes. Bueno, ni nosotros ni muchos de los realizadores de cine actuales al parecer.
Un saludo!!!

MAX CADY dijo...

De nada Damien Thorn, para eso estamos. ¡Ojalá tuviera tiempo para desgranar algunas joyas del terror y suspense de los inicios del cine! La etapa muda y la primera del sonoro me apasionan.

Si de vez en cuando alguien (sobre todo directores y guionistas antes de enfrascarse en sus proyectos) echara un vistazo a cintas como: Amanecer de F.W. Murnau, Avaricia de Erich von Stroheim, La Carreta Fantasma de Victor Sjostrom, Metrópolis de Fritz Lang o El Hombre que Ríe de Paul Leni, otro gallo nos cantaría.

Saludos!!!!!!!!!!

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