Crítica: Undocumented

Espalda Mojada es un término que se utiliza en Estados Unidos (Wetback también vale) para denominar a los inmigrantes, principalmente mexicanos, aunque vale para todos los hispanos en general, que intentan colarse en la tierra de las oportunidades cruzando la frontera de forma ilegal. Tan curiosa nomenclatura, nace de tiempos pasados, de cuando dichos inmigrantes intentaban pasar a Texas desde México cruzando el Río Bravo a nado o caminando a través de él, por lo cual, obviamente, se mojaban, entre otras cosas, la espalda. Esta pequeña clase de “historia” americana, me viene de perlas para romper el hielo, acercarme a entablar amistad (lo de “¿Estudias o trabajas?” nunca ha sido muy de mi agrado) e invitar a una copa, a esa interesante morenaza de apellido “Cumented” y de nombre “Undo” (si, es el mejor chiste que se me ocurre un Domingo a las 11 de la mañana, amén de un clarividente presagio de la “calidad” de las líneas que van a componer esta crítica) que lleva ya un ratito guiñándome el ojo desde la otra punta de la barra (luego descubrí de la peor de las maneras, que la chica tan solo tenía un tic, pero esa, es otra historia).

El debutante Chris Peckover dirige y escribe (junto a JoePeterson) “Undocumented”, relato de terror en forma de “Mockumnetary” o falso documental, que aborda la problemática de la inmigración ilegal en los Estados Unidos, asunto, motivo, cosa, que como todos bien sabéis, no se limita solo al hogar de Mickey Mousse, el Happy Meal y la Asociación nacional del rifle, sino a toda esa pequeña y retrógrada bola azulada que se empeña en interponerse en las fantasías sexuales entre Marte y Mercurio (¿veis? Hoy estoy que me salgo, “pedazo” metáfora). Vamos, hablando en pagano, que estamos ante un problema a nivel mundial.

Para dar forma a este relato, Peckover utiliza como pluma, la figura de un grupo de estudiantes de periodismo, los cuales, dispuestos a filmar un documental sobre el asunto, motivo, cosa, viajan a México y se unen a un grupo de potenciales espaldas mojadas para intentar cruzar la frontera de forma clandestina junto a ellos. Como se puede preveer, pues si no, no estaríamos hablando de una película de terror, si no de un drama social, la cosa se tuerce, y se tuerce mucho, pues en su periplo, son interceptados por un grupo de “patriotas” que se encargan de dar la bienvenida a todos sus vecinos hispanos que intentan colarse en su casa por la puerta de atrás, lo cual les dará la oportunidad de llevar a cabo su ansiado documental, aunque desde una perspectiva digamos, algo diferente.

Lo voy a decir ya, “Undocumented” es la cinta más incomoda que he visto en lo que llevamos de año y por que no, en gran parte del pasado. Una de esas películas en las cuales resulta imposible no involucrarse con la historia, con los personajes y con los acontecimientos, hecho que no tan solo se explica por su ADN de grandes dosis de realidad (aunque desorbitadamente exagerada, deseo creer), sino por la certera dirección y no menos fantástica interpretación de todos los implicados, quienes dan forma a una de las crónicas mas crudas, angustiosas y salvajemente verosímiles, de estos denominados (y muchas veces anodinamente contraproducentes) “Mockumentaries”.

Uno de los posters promocionales del filme, decía: “No consigues ha 11 millones de ilegales sin crear a un nuevo monstruo”. Efectivamente, y ese monstruo, tiene nombre: “Z”. Así es como se hace llamar el líder de este grupo de patriotas que se dedica a secuestrar, torturar y matar, a todos aquellos hispanos que intentan cruzar la frontera de forma ilegal. “Z”, es la encarnación física de esa incomodidad que destila la cinta a lo largo de los noventa minutos, un psicópata asesino, que intenta ocultar su xenofobia tras la bandera del patriotismo, como bien expresa uno de los protagonistas en la que a mi juicio es, la secuencia mas brillante del filme. “Z” no tiene rostro, se esconde detrás de una máscara, al igual que la gran mayoría de sus sicarios, pero tiene alma, y es jodidamente oscura, también tiene voz, la de Peter Stormare ("Dylan The Dog", "Insanitarium"), tan o más genial que de costumbre, dando forma a un villano que se nos quedará en la retina muchos días después de visionar esta “Undocumented”, un terrorífico bocadito de ficción, basado en una aterradora realidad.

Cruzo la frontera a por un BigMac aunque me juegue la vida: Su impecable dirección, inalterable ritmo, sin igual crudeza, “Z” y su fantástico desenlace, acertado grafismo de una de las muchas sensaciones que nos deja el filme.

Mejor sigo alimentándome a base de burritos y coronitas: Que en la actualidad, una problemática tan profunda y compleja como es la de la inmigración, se simplifique muchas veces a un tema de xenofobia. Ah! Y por supuesto, lo cara que está la vida en Barcelona, que ya no se puede ni venir a estudiar y a veces dan ganas, de cruzar de forma ilegal la frontera española.