Crítica: Abraham Lincoln vs Zombies

A pocos días para el estreno de “Abraham Lincoln Vampire Hunter”, The Asylum ya ha sacado su propia versión, pero esta vez enfrenta al presidente de los Estados Unidos a una horda de zombies.

Como seguidor absoluto de esta productora, me duele empezar una crítica con esta frase: “Vaya mierda de película” y es que “Abraham Lincoln vs Zombies” es todo un despropósito de cómo hacer cine del malo sin tener ni puñetera gracia ni puñetera idea de entretener al personal. ¡5 días! Es lo que he tardado en tragarme semejante truño. Sí, podría haberla dejado al cabo de 20 minutos... pero quería darle una oportunidad y ver si su recta final me sorprendia con algo enorme o de alguna paranoia que me tiene acostumbrado esta “casa de locos”. Pero no. Ni sorpresas ni gaitas. Aunque he de decir que tiene escenas, momentos o llámalos como quieras, de pura vergüenza ajena.

En el cine de zombies los hemos visto de todo: veloces, lentos, que olfatean la sangre, que son atraídos o distraídos por sonidos, que solo al verte se te lanzan encima… en esta película podríamos nombrar otra definición: zombis tontosdelculo. No solo no corren, sino que los tíos ni caminan, les pasas rozando y ni te miran y sí, vale, haces un poco de batirrullo y los tienes enseguida a tu lado intentando comerte (inolvidable la escena en que pasan por el lado de un montón de zombies diciendo “shhhh no hagáis ruido…” y se oye una gallina “cok cok cooook” y bingo ¡¡¡los zombies atacan!!!).

Por si no es poco, va y de noche, los muy perezosos se ponen a dormir. Y lo flipante que van repitiendo lo de no hacer sonidos a lo largo de la peli y mientras se van cargando a los zombies con pistolas, por tanto haciendo ruido, siguen parados cuales espantapájaros en el campo. Insultante.

Una vez conocemos a los zombies y su modus operandi deducimos otra cosa. Los protagonistas son todavía más tontosdelculo por dejarse atrapar y comer. Es como si te dejaras atrapar por una estatua de piedra… no sé, me ha parecido tan patético que ya cambio de tema.

Bueno, la historia nos cuenta que Lincoln y sus camaradas tienen que ir a una Fuerte donde han oído rumores de otro enemigo ajeno a la Confederación, que según un soldado, son zombies. Aquí dejadme que me ría un poco. El chico en cuestión es negro y se llama Mr. Brown jejeje. Lincoln al saber de su existencia (a muy temprana edad ya había tenido que enfrentarse a estos seres) quiere unirse a los pocos soldados de la Confederación para luchar por un bien común. Que la raza humana no se extinga –la barba del general confederado es de las que encuentras en los chinos por dos euros–.

Así que tras largas charlas se juntan y van a cazar zombies. Pero no están solos ya que en el camino se encuentran a unas prostitutas de las cuales una era una amante del Presidente, y puaj, a un niño. Odio a los niños en las pelis, incluso más que los perros (remarco que solo en la pelis, los perros, no los niños).

Así que juntos intentarán parar esta plaga y que no se extienda más allá del Fuerte.

La peli se la toman seria, demasiado, haciéndola ridícula. En los primeros diez minutos te dices a ti mismo “mira estos de Asylum, quieren hacer cine serio y de momento les va bien”. Buen vestuario, buenos escenarios, buen color… pero al minuto once ya se estropea todo. Durante la peli vamos viendo cambios de contraste en el color, parece que los chicos de postproducción se habían fumado algo. Los actores son malos, cogiendo especial tirria a Lincoln que se lo toma demasiado en serio y terminando por el niño ¿he dicho que odio a los niños?.

Bah, ni perder el tiempo en explicar nada más. No vale ni el esfuerzo ni el tiempo. Espero que la próxima de Asylum vuelvan a sus orígenes y se dejen de querer hacer cine serio de baja calidad.

El apunte: Antes he dicho que los primeros diez minutos promete. Bueno son los minutos previos a la intro ya que al poner play parece que estés viendo un programa especial de Muchachada Nui + Martes y 13.

Lo mejor de la peli: La guadaña, tipo navaja de Taramundi, que lleva el Presidente y las gallinas, siempre omnipresentes en el 70% de las pelis.

El escenario: Es divertido ver como han aprovechado esos recorridos que hacen los americanos emulando la guerra del norte contra el sur para crear escenas de la película y aprovechar así espacios sin recurrir al cartón piedra.

La tontería más tonta: Querer atrancar unas puertas de un fuerte con dos barriles…¡vacíos!