Crítica: La Casa Del Fin De Los Tiempos

Película de escaso presupuesto de nacionalidad venezolana y la primera en su país en tratar el género. Como rara avis ya llamó mi atención en cuanto supe de su existencia. Pero he de reconocer que la sorpresa es de esas que tardas mucho en olvidar y de golpe, una peli por la que no apostaba demasiado se convierte en la segunda en mi ránking de este año.

“La casa del fin de los tiempos” (un título horrendo donde los haya) resulta ser una película original, concienzuda, fresca y con la capacidad, cada vez menos habitual, de dejar a uno con la boca abierta.

No voy a destripar su argumento, pues merece la pena afrontarla virgen e inocente, vacío de cualquier referencia o imagen para que la información que el director va dosificando poco a poco nos llegue en el momento oportuno. Eso sí, la peli, en un segundo visionado, lejos de decepcionar, se muestra como lo que es, una obra casi perfecta en la que todo encaja y nada sobra. Una maravilla.

El arranque de la cinta puede antojársenos demasiado pausado, pero es la forma elegida por Alejandro Hidalgo, su director y guionista (nobel, qué envidia, licenciado en Comunicación Social que estudió cine en Hollywood de la mano de Robert Mackee, guionista asesor de El Señor de los Anillos.) para presentarnos a cada uno de los personajes y dar paso a los misteriosos acontecimientos que conforman la historia y a través de los cuales el ritmo narrativo se dispara hasta ponernos los pelos como escarpias en un final absolutamente de impacto.

La labor del director es impecable y denota una capacidad para narrar sin acabar de explicar innata y admirable, recreándose en las escenas de tensión que domina con especial maestría y mostrando que posee un pulso prodigioso a la hora de contar su historia componiendo una atmósfera insana y claustrofóbica que alivia con la inclusión de retazos de la infancia de los hijos de Dulce mostrados desde la ingenuidad y la inocencia de la infancia, absolutamente preciosos.

Por su parte, el reparto, entre el que destacan Ruddy Rodríguez (absolutamente espectacular llevando todo el peso dramático de la historia, auténtica esencia del film en el papel de Dulce, una mujer de mediana edad acusada de matar a su esposo y a uno de sus hijos, por lo que cumple treinta años de prisión), Gonzalo Cubero, Rosmel Bustamante, Guillermo García, Adriana Calzadilla, José León, Héctor Mercado y Yucemar Morales cumple a la perfección los dictámenes de un director que ante todo tiene claro lo que quiere contar y cómo quiere hacerlo.

A destacar, junto a ese final que todo lo aclara, que conmueve, que duele y emociona como pocos, su prodigiosa escena inicial, en la que se intuye, o al menos eso creemos, lo que sucedió en la casa para pasar a continuación al mismo escenario treinta años después cuando Dulce es enviada a su casa, y poco a poco se nos empieza a dar pequeñas pistas a modo de rompecabezas para acabar explicando lo que sucedió realmente aquella noche.

En definitiva ‘La Casa del Fin de los Tiempos’ es una más que excelente película, arriesgada hasta el extremo y deudora de las mejores obras de su categoría, que el director, como cinéfilo de pro sabe descomponer y reutilizar de forma creativa e innovadora.

Filmada en Caracas, con un excelente equipo técnico de reconocidos profesionales entre los que destacan el director de fotografía Cezary Jaworski y Alex Mathews, maquillador argentino, con trabajos a sus espaldas como “El Secreto de sus ojos” y que transforma a Dulce en mujer de 75 años con uno de los mejores maquillajes sin efectos digitales que recuerdo, la peli es en palabras de su brillante director “una obra que, además de estar cargada de suspenso de principio a fin, también viene cargada de grandes sorpresas y revelaciones en medio de un drama humano y conmovedor". No puedo estar más de acuerdo.

 

Además de encontrarnos ante una auténtica joya del cine de terror e intriga psicológica, la cinta se sostiene sobre un tremendo drama humano en el que la fuerza y la energía que todo lo mueve y hace posible es el AMOR de una madre.

Lo mejor: Su estructura, su ritmo narrativo y uno de los mejores giros finales de los últimos años. Técnicamente es impecable, pese a su reducido presupuesto (el remake americano es casi seguro, ya verán...).

Lo peor: Las comparaciones, siempre odiosas. Es imprescindible prestar al máximo la atención para no perderse en su prodigioso laberinto narrativo.

Recomendabilísima por completo. En Venezuela es ya la peli nacional más taquillera de la historia, número uno durante 6 meses en cartelera y con más de 590 mil espectadores, lo que allí es todo un logro. Aquí, desgraciadamente sólo nos ha llegado en DVD y Blu-Ray, con entrevistas a director y actores.

Háganme caso, véanla ya...