lunes, 15 de abril de 2019

Crítica: The Head Hunter

El “lore” es un término cada vez más común dentro del ámbito de la fantasía y si bien siempre ha estado presente en el cine en mayor o menor medida de manera implícita, ha sido en el mundo de los videojuegos donde ha germinado y crecido con más fuerza, siendo “Dark Souls”, la pesadillesca saga de juegos RPG creada por los cabrones (con cariño) de From Software, la que le ha otorgado una nueva dimensión al concepto y lo ha popularizado entre los jugadores. Pero, ¿Qué es el “lore”? Pues podríamos definirlo como el trasfondo de toda historia, su mitología. Todo aquello que tiene que ver con un universo que se moldea y expande con cada nuevo dato que descubrimos sobre él. Y de “lore” sin duda sabe mucho Jordan Downey, padre de esta “The Head Hunter”.


“de no ir sobre aviso, puede suponer una experiencia de lo más desconcertante, tanto, que algunos serán incapaces de asimilarla”


Lo primero que hay que decir, o más bien avisar, es que todo aquel que se acerque a esta película con el ánimo de llevarse a la boca una espada y brujería de manual, de encontrar en la cinta de Downey algo que se asemeje en lo más mínimo a una película de aventuras, va a ser bendecido con una sodomización de tal calibre, que no va a poder sentarse hasta el próximo año bisiesto. Creo que es un dato importante a recalcar, ya que la estética del filme invita a que uno airee el ojete más de la cuenta.

Jordan Downey es un sinvergüenza de cuidado (sea dicho con cariño también), solo hay que echarle un vistazo rápido a la corta pero intensa filmografía de este tipo para darse cuenta de que pie calza y de que mundillo viene. Del director de “Thankskilling” (2009) tampoco podía esperarse algo que de alguna manera, no se saliera un poco del tiesto habitual y con los escasos setenta minutos de metraje de “The Head Hunter” (anteriormente conocida a secas como “The Head”, de hecho, este fue el título con el que se presentó a la pasada edición del festival de Sitges) masticados y reposados, puedo adelantar ya que esta es una de esas propuestas, y permitidme el tópico, que no va a dejar indiferente a nadie, pues su visionado, de no ir sobre aviso (que no será el caso de aquellos que estéis leyendo estas lineas), puede suponer una experiencia de lo más desconcertante, tanto, que algunos serán incapaces de asimilarla.


“The Head Hunter nos plantea un notable ejercicio de narrativa contextual, o lo que es lo mismo, el arte de contar sin decir nada”


Pero volvamos al “lore”, algo que aquí se antoja como fundamental para entender hacia donde va la película y nosotros con ella, una pequeña antorcha encendida en la oscuridad que quizás, pueda guiarnos hasta la salida de tan sombrío e impío laberinto. “The Head Hunter” nos plantea un notable ejercicio de narrativa contextual, o lo que es lo mismo, el arte de contar sin necesidad de decir nada.

Y aquí, los que estén familiarizados con los mencionados “Dark Souls”, sabrán bien a que me refiero. Al resto, les recomiendo no jugarlos nunca, NUNCA. Y lo digo desde la rabia, la impotencia y la envidia malsana de aquel que nunca tuvo no se si la pericia o la paciencia, de terminárselos, pero esa ya es otra historia. Volviendo a lo que nos ocupa, decir que Downey se maneja con suma maestría encomendando gran parte del encanto (y de paso, de la suerte) de su película, a la susodicha narrativa contextual. Y es que en sus setenta minutos de metraje, apenas nos encontraremos con cuatro o cinco lineas de diálogo y por supuesto, a nadie más (no humanos al menos) que a un personaje, un guerrero que parece atender al oficio de cazador de criaturas poco amistosas encarnado por un robusto y fornido Christopher Rygh, y a un par de flashbacks de su hija (Cora Kaufman). De esta relación y de su cruel destino, nacen los pocos datos que se nos ofrecen como espectadores. Todo lo demás, tendremos que ir deduciéndolo y armándolo por cuenta propia.

Es ahí donde entra la magia de esta forma de narrar. Será entonces cuando vayamos construyendo la historia del personaje y entendiendo un poco su universo. En este sentido, el uso del formato no puede tildarse de otra cosa que no sea la de absoluta genialidad por parte de sus responsables, ya que resulta una efectiva jugarreta a la hora de burlar las limitaciones propias de un presupuesto que se antoja como poco, limitado. Downey (junto a Kevin Stewart en funciones de co-guionista) se las apaña para contarnos muchas cosas, cosas que necesitarían de grandes presupuestos millonarios Tolkianos para que nos las creyésemos, con apenas mostrarnos cuatro retales vagos de ese mundo en el que se desarrolla la trama. Nos deja todo el trabajo “sucio”, y le sale gratis. Vamos descubriendo cosas, que el mundo no solo está habitado por hombres, también por otras muchas criaturas de fantasía, brujas, hechiceros, demonios, monstruos de todo tipo... pero no se limita a eso, por no mostrar, no nos muestra ni las secuencias de acción. Estas suceden en un 90% de las ocasiones, fuera de plano y lo bueno de todo, es que las vivimos con más cercanía que nunca.


“además de su fantástica ambientación, destaca por la narrativa interactiva de un relato no exento de macabra y cabrona poesía”


Sin necesidad de gastar recursos en recrear grandes empresas, “The Head Hunter” pone todo el mimo en el detalle que aquello que sí nos muestra. Los escasos decorados del filme están cuidados al extremo, algo necesario si tenemos en cuenta de que es el mobiliario, las herramientas, las piezas de caza y demás elementos del entorno, los que nos contarán la historia. El resto de la película, transcurre en estupendos escenarios naturales, arropados de una no menos estupenda fotografía y donde la épica del día, contrasta fuertemente con las siniestras atmósferas recreadas al caer la noche.

Es en estas partes nocturnas, donde la película nos evoca (hablando de nuevo en clave Tolkien) al Peter Jackson gamberro de aquellas primerizas obras que hicieron de la casquería de saldo, un arte. Puede palparse mucho de aquello en algunos pasajes de “The Head Hunter”, incluso del imaginario de Sam Riami, escenario el de su emblemática cabaña en el bosque, que tiene su reflejo en la cinta de Downey. Nunca la trampa y el cartón ha resultado tan sugerente, el arte del “engaño” tan noble y tan evocador. “The Head Hunter” es un estímulo constante a toda esa enciclopedia fantástica que habita en nuestro coco, cultivada a lo largo de los años y a la que aquí debemos dar rienda suelta para completar el puzzle propuesto. Pero sin pasar por alto el hecho de que todo aquello que sí vemos, está cuidado al extremo y que todo está puesto para que interactuémos con ello. Mención especial también para el apartado sonoro, tanto la banda sonora, con partituras que van desde la épica más introspectiva a cortes mucho más cercanos al género de terror, como todos los sonidos creepy de atracción de feria que parecen animar lo inanimado y hacer creíble lo increíble.

“The Head Hunter” no es una espada y brujería convencional, es una invitación a soñar, a imaginar mundos imposibles e ilimitados. Un pequeña historia dentro de un universo basto e inalcanzable que puede albergar historias mucho más grandes que la que nos ocupa, sin restarle por ello ni un ápice de interés ni trascendencia a esta. Un intimista corte de terror medieval con estética de videoclip currado de black metal (véase de unos "Behemoth", ahí es nada) que perfectamente podría haber formado parte de aquellos “Masters of Horror” que nos regalaron los maestros de esto y que además de su fantástica ambientación, destaca por la narrativa interactiva de un relato no exento de macabra y cabrona poesía.

Lo mejor: La forma en la que (no) se narra la historia.

Lo peor: Que aun tengo pendiente y precintado en un cajón “Bloodborne”, y no tengo cojones.


7 comentarios:

Missterror dijo...

Vaya sorpresón "The Head Hunter"!!! Me ha parecido super interesante y bien aprovechada. Como dices, Downey se convierte en un auténtico maestro en esto de sacar partido a un presupuesto justito y eso que tú llamas "lore". Qué manera de contar cosas y mostrar universos sin enseñarlos! A mí me ha fascinado la verdad. He sido capaz de sacar tanto partido a mi imaginación mientras el sr. Christopher Rygh se paseaba como señor absoluto de la pantalla y dominador máximo de la situación que ha sido una experiencia súper enriquecedora para mí.
Ni qué decir tiene que el duelo entre the head hunter y the head me parece una maravilla y que el final me ha parecido soberbio. Esta es de esas películas que ganan cada vez más puntos a medida que piensas en ellas. Un poco de todo y para todos los gustos: gore, surrealismo, fantasía, hierro, frío, humedad, suciedad, sufrimiento, rudeza y estacas.
Ni te imaginas lo que me arrepiento de habérmela perdido en Sitges. La tenía en mi lista pero al final la tuve que sacrificar porque si no recuerdo mal, pillaba en medio de "Piercing" y "The night comes for us" y me decanté por estas...la verdad es que me gustaron mucho también, pero menudo espectáculo hubiera sido haber visto la que entonces se llamaba "The Head" allí.

Saludos.

Art0rius dijo...

Pues una vez vista la pelicula y tras una agria discusión con un amigo, creo Rector que tú crítica es maravillosamente acertada. Con 4 duros de presupuesto, y pidiendo al espectador un esfuerzo de imaginación e inmersión en la historia que a mí me hicieron temer lo peor, resulta que el invento funciona. De una forma extraña, mágica acaso, pero funciona. Es una canción metal a la que tu tienes que ponerle la letra, y me encanta. Merci por esta recomendacion!

El Rector dijo...

Missterror, no lo llamo yo, es un término oficial, reconocido y muy popular entre los jugones. En el cine también está presente en grandes sagas, pero nunca lo había visto tan presente en 70 minutos de metraje. Ojalá esta sea la primera de muchas y tengamos más películas ubicadas en este universo recién nacido y de tantísimas posibilidades.

El final es una caña, poesía pura.

Sobre su pase en Sitges, bueno, la sinopsis apuntaba hacia un experimento bastante arriesgado y además se proyectaba (creo recordar) a la hora de la siesta, lo cual era ya mucho arriesgar. No nos quejaremos ni de "Piercing" ni de "The Night Comes For Us", pero ya se sabe, no se puede llegar a todo y al menos, hemso tenido oportunidad de hincarle el diente en su rebautizo, aunque no haya podido ser en pantalla grande, que hubiera sido lo suyo.

Artorius, nada como una agria discusión para degustar con calma y reposo una película. Son estas además, las que dan para ello, discutir (debatir), las que suelen ser más interesantes. Como siempre digo, lo peor que le puede pasar a una película, es resultar indiferente y desde luego no es el caso.

Arriesgar es lo que tiene, que te puede salir bien o te puede salir mal. Creo que podemos decir ya que "The Head Hunter" es todo un acierto y además, rentable.

Yo llevo toda la vida poniéndole letras a canciones de metal y casi siempre en idiomas que aun no han sido inventados, así que de eso de la narrativa contextual se un rato, jaja!

Saludos.

Unknown dijo...

Alguien que me explique el final por favor :( me tiene intrigado xfa no se burlen expliquenme :)

El Rector dijo...

Anónimo, SPOILER SPOILER SPOILER SPOILER SPOILER SPOILER SPOILER SPOILER SPOILER SPOILER SPOILER SPOILER el demonio se carga al cazador, le corta la cabeza, que expone junto al resto de trofeos de este, y se queda su cuerpo para uso personal. Macabra paradoja que aquel que a tantos a decapitado, termine "donando" su cuerpo para la causa.

Saludos.

Anónimo dijo...

una peli certerísima. y hasta para contestarle al maestro de tantas noches en vela: stephen king decía en mientras escribo que la literatura tenía sobre el cine que podía ocultar, mientras que el cine se ve obligado a mostrar sin pausa. en consecuencia, el horror literario empieza ganando por dos goles.
no así. notable lo del lore, rector.

SPOILER es el viento de tu desgracia. llegará por todos nosotros. SPOILER

abrazos,

f

El Rector dijo...

F, por ello siempre me ha parecido tan tramposa la eterna comparación entre la película y la novela. Pienso que es mucho más complicado hacer una película que escribir una novela, y no ya por un evidente tema de pura logística, sino por la propia naturaleza del medio. La literatura te da rienda suelta a imaginar, a recrear la historia a imagen y semejanza de tus propias expectativas, mientras que el cine te lo enseña todo (curioso que cuando no lo hace, también se le echa en cara), con el consecuente enfado de todos aquellos que no hayan coincidencia con su particular imaginario.

Por tanto, muy de acuerdo con las palabras de King.

Saludos.

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