Ya he confesado con anterioridad mi amor eterno a todo lo coreano y es que con cada nuevo producto que nos ofrecen demuestran que saben cómo hacer las cosas y están alcanzando cada vez más ese equilibrio entre arte y espectáculo con la dedicación, el talento y (por sobre todo) el dinero que ponen a todo lo que emprenden. Ya sea cine, televisión o música lo coreano vende no solo porque sea comercial y de gusto de un grupo segmentado de consumidores; sino que hay tanto trabajo artístico y de mercadotecnia detrás que terminan conquistando hasta a las y los más reacios a cambiar de gustos. Porque si antes me gustaban los machotes pelo en pecho tipo Mario Casas, por hacer mención al talento local español, ahora babeo con todos los integrantes de BTS que demuestran sus dotes de baile, canto y actuación en sus videos y que me tienen reproduciendo en un loop infinito el single “Dynamite”. Si han escuchado la canción saben que no hay manera de sacarla de la cabeza. Uuuuf, dejando de lado mi rol de fan o de “calcetinera”, como se le decía en los años 60 a las fanáticas en mi país, hoy traigo de vuelta lo coreano a Nido de Cuervos para analizar la nueva película del poco conocido Yoon Sung-hyun, la casi nuevecita (o ya no tanto) “Time to Hunt”.
“no estuvo exenta de polémica previa a su estreno, lo que provocó que se cambiara la fecha bastantes veces debido a la pandemia y a la pelea entre las distribuidoras”
Esta crítica ha sido postergada una y otra vez por distintos factores, entre ellos el pasado festival de Sitges que nos dejó al borde de la tendinitis; pero no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague y con el Rector (de mi corazón) ya nos dio penita que fuera postergada tantas veces así que nada, a darle. Sin embargo, el tiempo de espera dio resultado, pues ya en frío y pasado el efecto Choi Woo-shik (en amar a ese hombre), me di cuenta de que la película no era tan buena como pensé en un inicio y, que esa sensación rara que me provocó una vez alcanzados los créditos tenía una explicación bastante lógica y era la de mi mente imponiéndose a mi cuerpo para indicarme que el efecto del enamoramiento estaba pasando y los defectos comenzaban a salir a la luz; y al final “Time to Hunt” no es tan buena, solo está muy bien maquillada para parecerlo, casi tan maquillada como los integrantes de BTS.
Adentremos por favor en el mundo distópico de una Corea azotada por la debacle económica mundial, donde los sueños fueron destruidos y ya no queda nada que se pueda perder (chúpense esa, la audacia de los coreanos). “Time to Hunt” es un distópico thriller de acción que cuenta la historia de un grupete de amigos que ha vivido en carne propia las consecuencias de la crisis económica que azota no solo a Corea sino al mundo entero, y que los ha dejado sin nada por lo que luchar, no tienen sueños ni metas. Liderando el grupete está Joon-seok (Lee Je-hoon) quien acaba de salir de la cárcel y ya aburrido de la miseria decide robar una casa de apuestas ilegales y largarse a un lugar paradisíaco a vivir lo que resta de la vida. En esa aventura lo acompañan Ki-hoon (Choi Woo-shik, insertar corazón), Jang-ho (Ahn Jaehong) y Sang-soo (Park Jung-min). Los cuatro son amigos de toda la vida y comparten la desesperanza de una vida sin futuro, además Sang-soo trabaja como mesero en la casa de apuestas que Joon-seok quiere robar, por lo tanto entrega información sumamente útil para ejecutar el plan. Todo les sale de maravilla y con la conveniente ayuda de ciertos conocidos, se hacen con todo lo necesario para que el asalto resulte exitoso y puedan comenzar una nueva vida. Pero no contaban con que el dueño de la casa de apuestas no iba a tolerar tal audacia para con su emprendimiento y, como es de esperar en un mundo distópico donde todo está perdido y ya nada importa, decide contratar a un súper sicario llamado Han (Park Hae-soo ) para darles caza. Este sicario es de esos que no paran hasta que cumplen con el trabajo encomendado y no temen en realizar ninguna acción para concretarlo, ni en cargarse a quien sea necesario.
La película está escrita y dirigida por Yoon Sung-hyun que con anterioridad a “Time to Hunt” cuenta con varios cortometrajes y solo ha realizado un largometraje llamado “Bleak Nigth” del año 2010 que también fue protagonizada por Lee Je-hoon, se podría decir que es su actor fetiche hasta el momento. Este chiquillo de todas formas se las trae y ha estado nominado y ha ganado premios en Corea, así que algo de hacer películas sabe. “Time to Hunt” no estuvo exenta de polémica previa a su estreno, lo que provocó que se cambiara la fecha bastantes veces debido a la pandemia y a la pelea entre las distribuidoras. Finalmente fue estrenada y distribuida por Netflix así que podrán acceder a ella sin el miedo a que la saquen del catálogo. Además la película fue proyectada este año en el 70° Festival de Cine de Berlín llevándose el título de ser la primera película coreana en ser proyectada en la sección especial del festival, algo no menor por supuesto.
“las capas de maquillaje del guion se van diluyendo para dejar ver que el desarrollo que plantea es demasiado conveniente para los objetivos que el director tiene para los personajes”
Y es que no se puede negar que la película es entretenida y atrapa, el guion es decente, tiene buen ritmo, personajes interesantes pero (el gran pero) es que la película no termina nunca de explotar, no tiene un plot twist o un clímax potentes para hacernos perder la cabeza, dejando en evidencia la poca profundidad y claridad del guion y la sobrexplicación de algunas cosas. De esta forma queda expuesta la falta de experiencia del director-guionista, las capas de maquillaje del guion se van diluyendo para dejar ver que el desarrollo que plantea es demasiado conveniente para los objetivos que el director tiene para los personajes y la trama; hasta llegar a un final abierto que plantea una posible segunda parte (supongo que esa es la razón sino no me explico) y sea esta segunda parte la llene los vacíos dejados o darnos algunas explicaciones que nos deben de ciertas decisiones del guion. Todo esto hace que “Time to Hunt” sea tibia, casi Disney para mí. Demasiado idealista sin serlo, no se la juega con nada, ni tiene un objetivo narrativo claro, incluso algunos pasajes pueden llegan a ser antojadizos.
No sé por qué haces algunas cosas Yoon Sung-hyun, no sé por qué. Si partimos con el mundo distópico que plantea “Time to Hunt”, la verdad es que es bastante aburrido porque en parte ya estamos viviendo en la distopia de la película, así que tan distopia no es. Quizá para Corea es algo lejano pero en Sudamérica las cosas hace rato que están mucho peores que en “Time to Hunt”. Y este punto es relevante porque una de las razones por las que esta película llamó mi atención fue porque Yoon Sung-hyun mencionó en una entrevista que se había inspirado para escribir el guion en la marginalidad urbana que vio en una visita que hizo a Sudamérica; y si bien logra escenificar esa marginalidad en la película, no logra pasar más allá, quedándose un poco en la forma, sin ensuciarse mucho. Tampoco logra permear a sus personajes de la lucha que se vive en este lado del planeta por una vida más digna, porque para muchos y muchas hace tiempo que no hay nada que perder porque ya la vida ni si quiera es vida. Pero bueno, que esto es ficción pero por lo mismo debe ser más, para superar la realidad o al menos transformarla.
Es por esto que las motivaciones de los personajes del grupete si lo meditamos bien son bastante vacías, porque el guion nos dice cuales son y poco nos muestra esas motivaciones, demasiada intelectualidad. Que una imagen vale más de mil palabras dicen por ahí. Quizá la idea principal del guion, que es esta marginalidad urbana, le quedó muy lejana a Yoon Sung-hyun, pues ¿Qué es más revolucionario en un mundo donde ya no se puede tener sueños o un futuro? ¿Romperlo absolutamente todo y meterte en situaciones suicidadas puesto que no tiene nada que perder? ¿O aferrarte a cualquier esperanza que te de la vida y luchar hasta el final soñando hasta morir por algo, sin importar que no haya esperanza? Bueno ninguna de esas dos opciones toma “Time to Hunt”, se queda solo en las medias tintas. Casi para drama existencial, pero tampoco es eso. Se logra entender a los protagonistas (puesto que el guion me fuerza a punta de explicaciones a entender las motivaciones para robar la casa de apuestas) y es fácil empatizar con ellos ya que todas y todos en algún punto hemos querido robar algo, total que más da en este mundo caótico, pero aun así es algo tibio, mental, racional.
“la película no termina nunca de explotar, no tiene un plot twist o un clímax potentes para hacernos perder la cabeza”
El guion también es demasiado conveniente en cuanto a la planificación y ejecución del plan de robo, tanto así que me hace pensar que la película tiene su motivo de ser no tanto en presentarnos al grupete y sus motivaciones, penurias o aventuras; sino que la gran estrella aquí es nada más y nada menos que Han, el sicario. El punto irracional-animal de la película. Pero Yoon Sung-hyun se decide por el grupete y los pone una y otra vez a prueba para que superen al todopoderoso Han (que no digo yo que sea todopoderoso, lo dice el guion) y bueno, que al parecer estos chicos son un tanto especiales y súper bandidos porque logran escapar una y otra vez de un tipo que es el mejor en su trabajo. Curioso. Curioso y forzado. Ya en plena caza pues claro que se debe producir el enfrentamiento final, porque si hay algo que tiene el guion de “Time to Hunt” es que es una formula, parece recién sacado de un taller de guion para cine.
Llega un punto en el que no se entiende porque aún están vivos los protagonistas, más allá del título de la película, si se supone que Han es casi un ente sobre natural. Para llegar a un final emotivo (eso sí que sí, solté su lagrimilla loca) pero frío, frío, frío. Y forzado. Forzado a una segunda parte que nadie quiere porque todos y todas estamos esperando con demasiadas ansias la segunda parte de “La Bruja” (2018) que quedó mucho mejor y es fuego puro. Así que por favor productores coreanos mejor denle el dinero a Park Hoon-jung. Ahora bien, si olvidamos esas fallas y la verdad no quieren pensar mucho lo cual es completamente valido porque estamos que nos morimos con esta pandemia, y si solo buscan ver algo divertido para una tarde de domingo pues es su película, ya que bien hecha está, solo que un ojo más crítico puede ver la falta de experiencia del director en ciertas decisiones del guion y del montaje que hacen que a “Time to Hunt” termine por entrarle un poco de agua al bote y que la deja casi hundida al final, descansando demasiado en una segunda parte para darle sentido a los giros del guion (ya me entenderán en la batalla final cuando está a punto de perder Joon-seok contra Han).
Al final, bajo todo el maquillaje y presupuesto de “Time to Hunt” la inexperiencia del director hace mella y finalmente vemos que tan buena no es y que es fácilmente olvidable porque no logra ser mi muy buena ni muy mala como para al menos recordarla por rabia, como recordaré por siempre a “Hosts” (2020). Si ya se están preguntado cuando dejaré de molestar con esa película, la respuesta es nunca. Jijiji. En resumidas cuentas la razón de ser de “Time to Hunt” no termina de cerrar del todo, ¿Es el robo lo importante? ¿Es la cacería lo importante? ¿Es el grupete lo importante? ¿Es Han el real protagonista? ¿Es el mundo distópico? ¿Son los sueños? ¿Es la caza eterna entre Han y Joon-Seok? Si hacen el ejercicio de escoger una y analizar el guion en base a ella, pues verán que un montón de cosas no tienen sentido o razón de ser. Pero nada que estoy siendo sumamente crítica, porque debo asumir ese rol y no el de adolescente alborotada. Para mí la película ya está buena solo por el bueno de Choi Woo-shik.
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