martes, 5 de enero de 2021

Crítica: Death of Me

MISSTERROR NOS HABLA SOBRE LO NUEVO (O MÁS DE LO MISMO) DE UN REINCIDENTE DE LA MEDIOCRIDAD COMO DARREN LYNN BOUSMAN


Death of Me poster
Lo apostamos todo al 2021 con la esperanza de que un año como el que acabamos de dejar atrás no se repita. La apuesta es fuerte y tremendamente arriesgada porque tenemos la expectativas tan altas como cuando vemos la última película de nuestro director o directora favorito/a. Deberíamos tener mucha prudencia con estas expectativas porque el batacazo puede ser traumático, pero de alguna manera la esperanza de ver cumplidas esas perspectivas nos animan a encarar los días con mucho más ánimo. Escuché en algún lugar que la primera película del año es un indicativo de lo que te espera. Supongo que elegir algo como “Death of me” (2020) ha sido un baño de realidad


”Death of me tiene tres guionistas y eso puede ser una de las explicaciones para el caos liberado en esta película” 


Maggie Q en Death of Me 2020
Tengo claro que Darren Lynn Bousman es un director mediocre, iluminado cinematográficamente un par de veces en su carrera (“Repo! The genetic Opera” y “Saw II”) pero que por lo general se mantiene en el regular tirando a mal. Elegirle en un momento que parece importante puede significar que yo soy más mediocre que él o que mantengo una lucha entre la ficción que espero y la realidad que veo, para no salir demasiado escaldada de cada experiencia. Sea como sea, “Death of me” es la primera decepción del año

Death of me de Darren Lynn Bousman
Avanzo que tampoco esperaba una maravilla pero como Bousman suele desconcertar de una película a otra, me pareció más que acertado dar una oportunidad a su última propuesta para ver si había vuelto la regularidad tras la correcta “St. Agatha” (2018) o si volvía a descender a esos infiernos tan chungos que ya había experimentado en la infame “Abattoir” (2016), por poner ejemplos más recientes. Para entender el resultado, entiendo necesario hacer un análisis de lo que esta película nos ofrece y lanzar una pregunta al aire, ¿pueden tres guionistas ponerse de acuerdo? ¿La idea original ofrecía tal complejidad que era necesario la unión de tres perspectivas, tres ingenios, tres posiciones individuales? Sinceramente, apostar por tener 6 manos escribiendo un guion es una de las cosas más arriesgadas que podía hacer este director. Si ya es complicado que dos personas se pongan de acuerdo y remen en la misma dirección, tres sin duda es multitud. ”Death of me” tiene tres guionistas y eso puede ser una de las explicaciones para el caos liberado en esta película


“un terror diurno que en términos de género va íntimamente ligado a un folk horror que encuentra en lugares aislados y lugareños con una gran arraigo por sus tradiciones, su mejor baza” 


Maggie Q y Luke Hemsworth
“Death of me” tiene un arranque que ya hace sospechar que la originalidad no va a ser su punto fuerte, pero aun así engancha. Queda claro que la escena inicial cambia Las Vegas o el centro de Bangkok por una isla de Tailandia y que Bousman lanza su propuesta de “The Hangover” (Todd Phillips, 2009) versión terror, pero siempre es de agradecer que se entre en faena en los primeros cinco minutos y que se haga un esfuerzo por captar la atención en los primeros compases. “Death of me” esto lo tiene ganado. A partir de aquí empiezan a contar otros factores determinantes que, a priori, también se posicionan en favor del director. Contar con unos exteriores paradisíacos está claro que es siempre un acierto, no solo por el placer visual sino también por el contraste que el mal emergente provoca en medio de una playa paradisíaca. Los escenarios elegidos indican de igual manera que la luz va a ser aprovechada para construir un terror diurno que en términos de género va íntimamente ligado a un folk horror que encuentra en lugares aislados y lugareños con una gran arraigo por sus tradiciones, su mejor baza

Maggie Q las pasa putas
El argumento de esta película parece relativamente sencillo. Una pareja de turistas se despierta la mañana en la que tienen que abandonar su lugar de vacaciones con restos de tierra por su cuerpo y sin recordar qué ha pasado la noche anterior. En su búsqueda de explicaciones, un perturbador vídeo grabado con uno de los móviles les muestra un evento inexplicable que tendrán que desentrañar. Con este tipo de sinopsis la teoría es clara, se genera el misterio, se establece una ruta para esclarecerlo y se termina con un giro inesperado con el doble propósito de sorprender y aclarar el suceso oculto. En la práctica, Bousman hace que todo se tuerza y termine siendo una trampa mortal. Y así, trampa sobre trampa se construye un guion sin ápice de sentido o forma que evidencia que no importa el cómo ni el por qué y que solo pretende aprovecharse del resurgir de las películas que reverencian a “The Wicker Man” (Robin Hardy, 1973). 


“el exotismo de la isla no es suficiente, así como tampoco lo es la atmósfera o la fotografía. La confusión que Death of me desprende es tan acusada que desconecta de la trama” 


Maggie Q en la playa
“Death of me” avanza perdiendo más y más el norte a medida que suma minutos a su metraje hasta deslavazarse por completo en un desenlace chungo que vuelve a ser tan tramposo, fantasioso y cogido por pinzas como todo el embrollo en el que se ven metidos los protagonistas una y otra vez. Con el guion echado a perder y una repetición infausta de situaciones y escenas, “Death of me” se convierte en una tortuosa experiencia que determina su naturaleza anodina y devuelve al peor Darren Lynn Bousman. Un ejercicio insulso de cine en el que ni siquiera pueden brillar sus intérpretes por más hermano mayor Hemsworth que sean (lo siento, Luke, pero esta vez estabas perdidísimo), por más Alex Essoe que sean (lo siento, Alex, pero me temo que aún no has vuelto a deslumbrar como en “Starry Eyes”) o por más Maggie Q que sean (lo siento, Maggie, pero aún no has encontrado ese papel a tu medida). 

Maggie Q saca una serpiente por la boca
Tampoco destaca en violencia, realismo, crudeza o perturbación. Todo se queda tan a medio gas que está claro que en este roscón de reyes, el haba le ha tocado al espectador. Me temo que esta vez el exotismo de la isla no es suficiente, así como tampoco lo es la atmósfera o la fotografía. La confusión que “Death of me” desprende es tan acusada que desconecta de la trama, de la intriga, de la tensión o de cualquiera que fuera el objetivo de la película. Mirándolo por el lado positivo, empezando así el año cinematográfico (también el real) tengo todas las papeletas para que todo vaya a mejor. Ojalá el hecho de no haber ido al compás de las uvas en nochevieja debido a la confusión con cierto vestido y cierta semiteta, no haya sido el detonante para seguir un patrón de comportamiento confuso en los 365 días que me quedan por delante. ¡Los cuartos se tienen que avisar, coj***es!


3 comentarios:

El Rector dijo...

Tras semejante correcalles sin sentido y para colmo, aburrido, lo de "St.Agatha" ni tan mal... lo de Bousman me temo que es un caso perdido... o en realidad. nunca hubo caso. Lo de "Repo!" y la secuela de "Saw" fueron eso, dos golpes de suerte, dos anécdotas dentro de una filmografía repleta de mediocridades, en los mejores casos.

Ni la presencia de Alex Essoe, ni los bonitos decorados naturales, consiguen darle encanto a este historia sin gancho, tramposa como ella sola y como digo, aburrida.

Y visto lo visto, mucho me temo que el sr.Bousman no me vuelve a hacer el lío. Que ya van unas cuantas y uno, no está ya para según que trotes.

Saludos.

Krueger dijo...

Bousman está muerto y enterrado, pero al contrario que Freddy nunca resucitara. Un par de espejismos no salvan una carrera terrible...

Missterror dijo...

Efectivamente, Rector. Después de ver "Death of me", "St. Agatha" gana más consideración, aunque eso sea una trampa más tramposa que el guion de la película que nos ocupa.
Lamentablemente el aburrimiento es el defecto más imperdonable de una película. Dame mil veces antes una película mucho peor pero que entretenga, que una película que te hace bostezar en medio del barullo.

Krueger- Parace ya bastante claro que tienes razón y que sus dos éxitos fueron un par de espejismos, pero madre mí qué espejismos! Sobre todo "Repo! The Genetic Opera".
Por mi parte, creo que también me bajo del tren Bousman aquí y ahora :(

Un abrazo a los dos.

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