EL RECTOR NOS HABLA SOBRE UN NUEVO CHUTE EN VENA DE BARBARA CRAMPTON, PASADO, PRESENTE Y A ESTE PASO, FUTURO DEL FANTÁSTICO
Una de las nuestras. No cabe duda de que Barbara Crampton se ha convertido por méritos propios, en patrimonio del género. No es la única figura mítica (o mitificada) del fantástico que ha corrido dicha suerte, pero sí es, una de las que mejor ha aguantado el tipo dentro de tan peliagudo rol. Mientras otros y otras han visto reducidas sus épocas de gloria a la categoría de mero reclamo publicitario, dando tumbos en producciones que se mueven entre lo prescindible y lo lamentable, nuestra sexagenaria rubia de eternos ojos azules, esa que muchas veces parece haber pactado con el mismísimo diablo aquello de la eterna juventud, ha conseguido moverse con elegancia y cierto equilibrismo a lo largo de su segunda juventud cinematográfica, asomándose al abismo en ocasiones, pero evitando siempre (o casi) sucumbir a las entrañas del precipicio.
“La figura, o más bien el universo, creado por el autor de Providence está muy presente en Sacrifice, que si bien no adapta de manera literal ninguna de sus obras, sí se regocija en buena parte de su imaginario”
Todo ganado a pulso. Protagonizar dos títulos capitales del terror de los ochenta como “Re-Animator” (1985) y “From Beyond” (1986), en ambas ocasiones del brazo del gran, desaparecido y eterno, Stuart Gordon, con dos personajes absolutamente básicos para el imaginario colectivo del género como fueron Megan Halsey, encarnando el que posiblemente sea, siempre con permiso de Linnea Quigley y su numerito paralelo bajo la lluvia en “The Return of the Living Dead” (1985), el desnudo más sonado que haya desfilado por el terror y por supuesto, el que sin duda es el personaje femenino más sensual que hayan visto los ojos del que suscribe en una cinta de terror, la inolvidable Dra. Katherine McMichaels, culpable de que algunos a día de hoy, continuemos teniendo en el látex y el cuero negro (y que me perdone otro ilustre de lo erótico como Rob Halford), una de nuestras más sucias filias.
Si este año hemos disfrutado más allá de las expectativas, con su “Jakob´s Wife” (Travis Stevens, 2021), no hace tanto que se presentara en sociedad “Sacrifice” (2020), película dirigida a dos bandas por Andy Coller y Tor Mian, adaptando un relato corto del segundo y volviendo a juntar a la Crampton con otro ilustre de la causa como H.P Lovecraft, tal y como ya hiciera Gordon en su día. La figura, o más bien el universo, creado por el autor de Providence está muy presente en “Sacrifice”, que si bien no adapta de manera literal ninguna de sus obras, sí se regocija en buena parte de su imaginario, de sus monstruos (no diremos cual, por aquello de la “sorpresa”, pero no hace falta ser el más listo de la clase) y de algunas de las constantes que han acompañado a algunas de las adaptaciones de obras célebres como “El Color que cayó del espacio”, llevada recientemente a la gran pantalla de forma magistral, por cierto, vía Richard Stanley en su “Color Out of Space” (2019).
“pese a su humilde naturaleza, se desmarca del típico subproducto en el que tantas veces hemos visto desangrarse a autoridades venidas a menos como Robert Englund o Lin Shaye”
Barbara Crampton y H.P Lovecraft. Pues oiga, igual la cosa no pinta tan mal como pudiera parecer. Y la realidad es que no lo hace. “Sacrifice”, pese a su humilde naturaleza, se desmarca del típico subproducto en el que tantas veces hemos visto desangrarse a autoridades venidas a menos como Robert Englund o Lin Shaye y lo hace con una película que hará que más de uno se acuerde de cierta productora patria de principios de siglo. Y si me apuras, de la mejor de todas las fantasías que salieron de aquella: “Dagon: La Secta del Mar” (2021), la inolvidable obra, una vez más, de Stuart Gordon.
Pero que nadie se toque aun, “Sacrifice” tiene cosas, sí, pero sigue estando muy lejos de la fiesta pagana de Gordon. Aquí, Andy Collier y Tor Mian apuestan por un relato bastante más comedido y ajeno a los excesos de la película de Gordon. Lo hacen con una historia bastante convencional y que no deja mucho margen para la sorpresa, tampoco creo que lo pretenda, pues el propio afiche promocional puede tomarse como un spoiler de tres pares de cojones. En este sentido, se agradece el intento final de rematar la función con algo de inventiva o un intento de salirse de las pautas de una historia que en muchos momentos, parece una visita guiada del imserso por las obstruidas arterias del género, haciendo que una historia que resultando bastante más interesante de lo que podría apuntar su desgastada premisa (y todo aquello que lleva en la mochila), carezca de la fuerza necesaria como para conectar por completo con el espectador habitual del género.
“entre destellos de la Crampton, verdes parajes de postal, guiños a Lovecraft y las profundidades del negro e infinito fondo marino como cuna de terrores innombrables e inequívoco fetiche, esta Sacrifice se pasa más rápido de lo esperado”
La película, ambientada en la fría Noruega, hace gala de unos escenarios naturales que quitan el hipo, factor clave para sostener la historia en los pasajes en los que esta pierde fuelle y empieza a mostrar más costuras de la cuenta. Las escenas de exteriores son una auténtica pasada, al natural, sin necesidad de ningún tipo de filigrana cinematográfica, algo en lo que no destaca especialmente “Sacrifice”, más allá del oportuno uso del color, en especial, del púrpura, claro.
Un reparto correcto, con Barbara Crampton como secundaria de lujo (y utilizada con mesura) de unos Sophie Stevens y Ludovic Hughes, que cumplen en un rol que por momentos, parece rozar la parodia involuntaria, no por el nivel de sus trabajos, que como digo no desentonan con el tono puritano del show, pero sí por una deriva, la del matrimonio Pickman, que parecen sacados de ese manual cochino al que parecen recurrir aquellos que no han sido bendecidos con la barita del talento y la creatividad. Esos personajes predeterminados sacados de un editor de videojuego, de un álbum de cromos rancio que alberga entre sus mohosas páginas, cientos, miles de títulos de ayer y de hoy, que mismo valen para un clasicazo de Kubrick, que para un telefilme de sobremesa. Y entre tanto y tanto, entre destellos de la Crampton, verdes parajes de postal, guiños a Lovecraft y las profundidades del negro e infinito fondo marino como cuna de terrores innombrables e inequívoco fetiche, esta “Sacrifice” se pasa más rápido de lo esperado, sin sobresaltos, pero sin excesivas penurias para el respetable si sopesamos circunstancias y expectativas.
Lo mejor: Los decorados naturales, el oportuno uso de la paleta de colores y la oportunidad de poder seguir disfrutando de un mito vigente como Barbara Crampton en un producto ante todo, digno.
Lo peor: La historia hace gala de una inocencia tan aterradora, como cualquier horror cósmico conocido o por conocer. Algo más de porno duro, tampoco le habría venido mal.
6 comentarios:
3.7 de momento en FA
Sacrifice (2020) - FilmAffinity : https://www.filmaffinity.com/es/film577585.html
L3utterfish, 2,3 puntos más, y le compro la nota a ese pozo de sabiduría infinita que es FilmAffinity :)
Saludos.
Todo lo que huele a Cthulhu nos vuelve locos a todos. El poder de la oscuridad y misterio de las profundidades marinas es innegable y los tentáculos siempre son apuesta segura. Yo también creí que "Sacrifice" iba a ser un refrito chungo y la realidad es que en ningún momento sentí que estaba perdiendo el tiempo. Me entretuvo lo justo y necesario y me sumo a ese seis sin problema.
Los escenarios son abrumadores y la historia, aunque simple y coja, tiene el interés suficiente. Creo que algunos flashbacks explicativos hubieran ayudado mucho para que esa historia tan ramplona se hubiera convertido en algo más robusto. Aun así, insisto, la película se pasa en un suspiro. Además, Bárbara "he hecho un pacto con el diablo" Crampton + Lovecraft no puede fallar.
Por cierto, "Dagon: la secta del Mar" es una gozada absoluta (incluso estando Raquel Meroño en el berenjenal)
Un abrazo vacunado
Missterror, concuerdo. La historia deja un buen puñado de interrogantes que perfectamente se podrían haber rellenado a base de flashbacks para darle mayor empaque. Algo que precisamente, hacía muy bien "Dagon", Raquel Meroño incluida.
Algo más de chicha a ese final de fiesta tampoco le habría venido mal, pero vamos, tampoco nos vamos a quejar mucho, quedando una película apañada como ha quedado.
Y hablando de pactar con el diablo, al que cualquier día vemos en una peli de terror, es a otro ilustre inmortal como Jordi Hurtado :)
Saludos.
¿entonces la recomiendas o no? :O
Anónimo, lo que te recomiendo es que te leas la crítica (si te apetece y tienes dos minutos de tu vida) y ya con eso sabido, saques tus propias conclusiones. A nivel personal, puede ser un ejercicio enriquecedor, pruébalo.
Saludos.
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