domingo, 12 de febrero de 2023

Crítica: They/Them

MISTER MOLOKO NOS HABLA SOBRE EL SLASHER CONTRA LA HOMOFOBIA DE JOHN LOGAN CON KEVIN BACON COMO PUNTA DE LANZA DE TAN NOBLE CAUSA


Cuando en 1996 se estrenó “Scream”, muchos hablaron del nacimiento del Slasher postmoderno. El principal logro de la película de Craven era su capacidad para, respetando las esencias del género, dar una vuelta de tuerca a sus clichés más reconocibles logrando con ello un producto fresco, innovador y distinto. “Scream” no supuso para nada una revolución, pero sí aporto una interesante relectura, pensada para las nuevas generaciones y en clave autorreferencial, sobre un género que había caído en la más absoluta de las rutinas. Lo que vino después es por todos conocido. 

En la actualidad estoy vislumbrando un fenómeno que me está llamando poderosamente la atención. Tengo la impresión de que últimamente asistimos a una nueva reinvención (una más) del slasher bajo el paradigma de algo que, permítanme la osadía, he venido a definir como el “socioslasher”. ¿Y qué quiero definir exactamente con este neologismo? Pues películas que, asumiendo los elementos característicos del género, abordan un cierto discurso social sobre temas de rabiosa actualidad y lo hacen desde una perspectiva eminentemente crítica. Y no, no quiero decir que admiradores de Ken Loach o León de Aranoa se hayan puesto a dirigir películas de asesinos enmascarados ambientadas en poblaciones afectadas por el desempleo, la reconversión industrial o la inmigración ilegal… me refiero a que algunas de estas películas están tratando ciertos temas que forman parte de determinados problemas sociales que están muy presentes en la opinión pública y que marcan la agenda política. Algunos ejemplos serían “Lucky” (2021) respecto a la violencia de género, “Slumber party massacre” (2021) sobre el empoderamiento femenino, “Tragedy Girls” (2021) que nos habla del impacto negativo de las redes sociales o esta “They/Them” que aborda el tema de la intolerancia ante la diversidad sexual


“¿Estamos ante un slasher? Si por slasher entendemos veinte minutos finales de muertes atropelladas, resueltas sin garra narrativa y estructuradas con una nula concepción del suspense y la lógica interna, entonces sí” 


El pasado mes de junio se aprobó en nuestro país la denomina “Ley Trans”. En ella, entre otras cuestiones, no sólo se permitía la “autodeterminación de género” sino que también quedaban prohibidas aquellas terapias llamadas de conversión mediante las cuales se intentaba convertir a personas no heterosexuales o transgénero en personas heterosexuales o cisgénero (aquellas cuya identidad de sexo se corresponde con su género biológico) Cada uno tendrá las ideas que quiera, pero a mí personalmente estas terapias me parecen una auténtica aberración y estoy completamente de acuerdo con su erradicación. Pero que en España estén abolidas por ley, no quiere decir que en otros países se sigan practicando y permitiendo. Precisamente sobre esta cuestión versa la película.

“They/Them” nos explica la historia de unos muchachos que acuden a un campamento de conversión para adolescentes homosexuales, transgénero o de género diverso. Aunque al principio el responsable del campamento les comenté que su objetivo es sólo ofrecerles otro punto de vista para que redescubran la sexualidad normativa, lo cierto es que muy pronto empiezan a comprobar que las cosas no son lo que parecen y que aquel lugar oculta algo muy turbio. 

Una de las cosas que más nos llama la atención de la película es la presencia protagónica de una estrella consagrada como Kevin Bacon. Leyendo una reciente entrevista con el actor, uno podía deducir fácilmente que es una persona progresista con una gran conciencia social. Además, el mismo reconoce que a estas alturas de su vida sólo participa en películas cuya temática le motive lo suficiente como para ponerse ante las cámaras y abandonar su plácida vida fuera de los focos de Hollywood. Si sumamos dos más dos, enseguida entenderemos el motivo por el cual Bacon ha participado en la película. Más allá de otras contingencias pecuniarias, no cabe duda que el tema le motivaba y que quería aportar su granito de arena en pro de una causa tan loable como es el respeto a la libertad de elegir nuestra propia identidad sexual


“una película que entiende la problemática y que la trata con bastante sensibilidad y sentido común” 


Y ahí es donde radica el problema de la película. En teoría esto se nos vende como un slasher ambientado en un campamento de conversión. Pero en la práctica se trata de un film que hace un ataque nada indisimulado a estas terapias y que, además, lo hace con conocimiento de causa. ¿Estamos ante un slasher? Si por slasher entendemos veinte minutos finales de muertes atropelladas, resueltas sin garra narrativa y estructuradas con una nula concepción del suspense y la lógica interna, entonces sí. Si por contra esperamos de un slasher otra cosa, la película nos va a defraudar profundamente. Ahora bien, todo lo que acontece durante la hora y cuarto previa, que es de una violencia psicológica considerable, supone un relato crudo del nivel de intolerancia al que puede llegar el ser humano en relación a lo que no comprende o directamente rechaza. Ahí es donde la película muestra sus puntos fuertes. 

Tras visualizar el film, me informé sobre este tipo de terapias y descubrí, no sin pesar, que lo que nos cuenta la película no está alejado para nada de lo que sucede en la vida real. Sin ánimo de entrar en la zona spoilers, en “They/Them” se nos muestran ciertas prácticas tanto físicas como psicológicas que se llevan a cabo realmente en este tipo de centros. La crudeza con la que se nos narra todo ello es realmente espeluznante y, sólo por ello, la película ya merecería la pena. La película muestra momentos de una intensidad dramática notable como aquel en el que vemos la conversación que tiene una de las responsables del centro con el personaje de Jordan, algo que pone los pelos de punta por lo jodidamente certera que resulta a la hora de describir el resentimiento que sienten ciertas personas sobre todos aquellos que se alejan de la sexualidad normativa. Además, debo reconocer que los personajes, en general, están bien descritos (el momento en el que la pareja de monitores hace el amor mirando fotografía de personas de su mismo sexo) y que la confusión que sufre un adolescente que está descubriendo su sexualidad está perfectamente retratada. Desde este punto de vista le puedo poner muy pocos peros a una película que entiende la problemática y que la trata con bastante sensibilidad y sentido común. Su director John Logan es una persona que nunca ha ocultado su condición de gay y, para que lo vamos a negar, sabe perfectamente de que está hablando. 


“toda la parte del slasher o sobraba o se tendría que haber planteado de otra manera. Tal como está es un pegote de difícil digestión” 


Si miramos los créditos como guionista de Logan nos quedaremos absolutamente anonadados, ya que es uno de los padres de algunos de los mayores éxitos del cine comercial contemporáneo (los libretos de, entre otras, “Gladiator” (2000), “El último Samuray” (2003), “El aviador” (2004), “Skyfall” (2012) o “Alien Covenant” (2017) son suyos) Por ello todavía resulta más difícil entender como una película que estaba tratando el tema desde una perspectiva tan seria y rigurosa y que estaba logrando generar una incuestionable dosis de tensión psicológica en los espectadores, tras un giro argumentalmente incomprensible, se convierte en un desmadre de dimensiones épicas en lo que todo carece de sentido. 

Y es entonces cuando las motivaciones de los villanos, más allá de las obvias, se vuelven absurdas, cuando no se explica bien el origen de todo, cuando de repente se acuerdan de que esto es un slasher y aparece el asesino (que se ve venir quien es a kilómetros) que en veinte minutos despacha a todos sin inmutarse. Todo deviene una enorme locura carente de gracia en el que incluso un Kevin Bacon que hasta entonces había estado contenido se olvida de su registro y da un recital de sobreactuación extrema. Un auténtico desmadre que encima tiene la desfachatez de tomarse en serio a si mismo. Los que me conocen saben que soy un ferviente defensor de Blumhouse. Pero en esta película creo que el señor Jason Blum tendría que haber metido la mano y controlar el desaguisado en el que en un momento determinado se convierte la película. Y es una verdadera lástima ya que el tema se estaba tratando de forma interesante e inteligente y, francamente, toda la parte del slasher o sobraba o se tendría que haber planteado de otra manera. Tal como está es un pegote de difícil digestión que empaña una cinta que hasta el momento me estaba resultando harto interesante. Como digo tantas veces: solo de intenciones no vive el hombre.


2 comentarios:

Tracy Kong dijo...

Muy muy floja en mi opinion, una pena. Saludos!

Art0rius dijo...

Ya daba bastante miedo el tema en si como para ese bandazo terrible que lo envía todo al garete. Una auténtica lastima....y el rush histriónico final de Kevin Bacon es un reflejo de la película misma. Gran crítica Mister Moloko, y poco o nada que añadir a tus palabras.

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