Crítica: Virus 32

ROLOS NOS HABLA SOBRE EL TERROR ZOMBIE DE GUSTAVO HERNÁNDEZ, INTENTANDO HACERLE HUECO AL FANTÁSTICO DENTRO DE LA CINEMATOGRAFÍA URUGUAYA

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Algo está aconteciendo en Montevideo, ciudad donde vivo, algo inusual e inquietante. Es 2022 y en pleno amanecer, desde una espectacular toma aérea se ven individuos que desaforadamente corren por las calles, ingresando y saliendo por los edificios cercanos al puerto. ¿Huyen o atacan? No está del todo claro y esto es lo que más asusta, no tenemos una idea cabal de sus intenciones, solo se nos genera intriga y expectativa ante lo que se nos viene encima. Mientras esto ocurre, una madre que es guardia de seguridad en un club abandonado concurre a trabajar con su hija, inicia así “Virus 32” (2022). 

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“el director es consciente que no busca innovar en nada, no pretende reformular o refundar un genero que ya posee sus reglas claramente establecidas” 

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La realidad es que esta película es más importante de lo que puede llegar a parecer y la relevancia de este filme radica en dos puntos. El primero es que es una película que viene de mi país – Uruguay- donde realizar cine es un proeza por la falta de una industria fílmica desarrollada, pero sobre todo por los escasos apoyos gubernamentales para que los realizadores puedan llevar a buen puerto sus ideas. Es en esta realidad que Gustavo Hernández (que había llamado la atención por su más que interesante “La Casa Muda”), logra contra viento y marea no solo realizar esta obra, sino que lo hace en un género que aquí no tiene antecedentes, es decir, el de zombies/infectados. 

El segundo punto de por que esta película debe ser tenida en cuenta es mucho más simple. En un medio donde el hacer cine no es sencillo y los recursos son contados, se crea una película de un género diferente a lo que aquí se realiza y logra salir airosa en su principal objetivo, es decir, ENTRETENER. Y es que esto último no es menor, ya que de no haberlo logrado se estaría ante la posibilidad de recibir las tan previsibles criticas de para que utilizar dinero en este tipo de filmes cuando se pueden usar para otros más “serios”. Esta película posee sus virtudes, y la mayor de ellas es que el director es consciente que no busca innovar en nada, no pretende reformular o refundar un genero que ya posee sus reglas claramente establecidas. Esto le permite desarrollar una historia que en su esencia es sencilla y redonda, individuos que buscan salvar a sus familias en medio de un apocalipsis que todo lo engulle, teniendo que depositar su confianza en perfectos desconocidos para sobrevivir. Nada nuevo bajo el sol, esto ya se ha visto antes en decenas de cintas de zombies/infectados y se seguirá viendo en decenas más. Este punto fuerte lleva por ende a que el director pueda dedicar todas sus energías a otros aspectos como la labor de los actores, la ambientación de la película, y sobre todo los diseños de los infectados. Es en este aspecto donde el director logra sus puntos fuertes. 

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“El diseño de los infectados me pareció excelente, se nota un trabajo de producción de alto nivel, son intimidantes y uno siente la amenaza en su presencia” 

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Las actuaciones son más que aceptables, destacándose la de Daniel Hendler como un padre que es capaz de todo por salvar a su esposa embarazada y la de Paula Silva como una madre a la que el mundo se le viene encima. Se les ve comprometidos en su rol y logramos empatizar con ellos, queriendo que logren llegar vivos a la toma final. 

En cuanto a la locación, la misma fue un acierto, por una lado permite bajar los costos ya que evita el tener que hacer tomas en locaciones exteriores. Pero también por que que muestra un lugar marcado por la opresión, el agobio, la claustrofobia. Ese club es un protagonista más, otro actor que oscila como un péndulo a favor de los protagonistas o los infectados según la parte de él en que nos encontremos. Por un lado en sus locaciones oscuras, húmedas, de sombras, es desde donde puede aparecer la muerte en cualquier esquina. Por el otro esos pasillos, oficinas, casilleros, que se vuelven pequeños refugios para evitar la agresión de unas bestias enloquecidas. El éxito de la elección del club radica en permitir con poco, hacer más, y la realidad es que funciona. 

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“el mayor punto de esta cinta es que saludablemente muestra que un tipo de cine distinto es posible de hacer en este país (Uruguay)” 

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El diseño de los infectados me pareció excelente, se nota un trabajo de producción de alto nivel, son intimidantes y uno siente la amenaza en su presencia. En cuanto a las flaquezas del filme, hay serias incongruencias en la historia planteada y las mismas no pueden dejarse pasar. Spoiler: los infectados solo quieren matar y una vez lo hacen hay un período de 32 segundos donde son inofensivos. Una mujer infectada da a luz y tiene a su bebé en manos sin lastimarlo hasta que logran quitárselo, debería haberlo matado y no lo hace. Aquí la historia rompe con las reglas que presentó, dicho de otra manera, rompen con su propia coherencia interna. Ni que hablar de cliché de la perdida familiar de la protagonista que la llevó al derrumbe de su matrimonio y a su “inmadurez”, debiendo volverse adulta a lo largo de la cinta; como dije cosas vistas ya infinidad de veces. 

A su vez varias de las decisiones o acciones de los personajes no son entendibles y afectan la credibilidad que uno busca encontrar no en una película de terror, sino en todo filme. Decía Vargas Llosa, al escribir busco “mentir con conocimiento de causa”, es decir que creamos en lo plausible de lo que leemos; aquí en varias oportunidades ese clima se rompe y pensamos en lo incoherente de determinadas cosas que ocurren. En retrospectiva “Virus 32” no es perfecta, posee virtudes y defectos. Es más que disfrutable y recomiendo su visionado sabiendo que van a pasar un buen rato con unos infectados bastante sacados; pero también lo hago apelando a que tiene claroscuros y que no verán “28 días Después” (2022) de Danny Boyle, sino algo más irregular. Tal vez el mayor punto de esta cinta es que saludablemente muestra que un tipo de cine distinto es posible de hacer en este país (Uruguay).