miércoles, 18 de octubre de 2023

Crítica: Motel Melati

EL RECTOR NOS HABLA SOBRE "MOTEL MELATI", UNA MARCIANADA INDONESIA QUE DESFIGURA EN MEME EL LEGADO DE JAMES WAN


En ocasiones, desde un punto de vista occidental, puede costar entender o asimilar según que propuestas. Desde Indonesia nos llega esta “Motel Melati” (2023) y me parece un buen ejemplo de ello. Desconozco en que punto está el fantástico Indonesio en este momento. En occidente, ya hemos superado el Warrenverso y todo lo que ha conllevado, una forma de entender el terror, de hacer cine de género de calidad (en mayor o menor medida) y pensado para ser disfrutado por un amplio abanico de público, ya sean reincidentes de la causa o espectadores casuales. 


“eleva el concepto del jump scare a la categoría de parodia, desfigurando una supuesta cinta de terror en algo que termina teniendo más que ver con la comedia burra de Scary Movie, que con el horror”


Cuando uno se enfrenta a algo como “Motel Melati”, es imposible no plantearse el hecho de que esta gente está en otra película, que la movida esta del jump scare la tienen aun muy vigente y que aun les queda un buen trecho por recorrer para “evolucionar” (y que se entienda que no pretendo menospreciar nada ni a nadie) hacia cosas más actuales que en el terror occidental ya son habituales, tendencia incluso, como pueda ser el mal denominado “terror elevado” (se me escapa la risa tonta cada vez que me refiero a esto de esta manera) o formas de abordar el género desde puntos de vista menos ortodoxos o previsibles.

Quizá esto tan solo son fantasías de una mente perturbada como la mía y simplemente, sus directores, Mike Wiluan y Billy Christian, han parido algo como esto de manera consciente, una película que eleva el concepto del jump scare a la categoría de parodia, desfigurando una supuesta cinta de terror en algo que termina teniendo más que ver con la comedia burra de “Scary Movie” (2000), que con el horror. Incluso puede que aun sea más sencillo y que esta sea la forma de rodar en clave mainstream y de acercar el género al gran público Indonesio. En cualquier caso, estoy convencido que tras su paso por Sitges, esta peculiar película Indonesia, habrá desconcertado a más de uno y de una. 


“los directores apuestan por la cantidad por encima de la calidad y el resultado es una película intrascendente que a los veinte minutos ya se ha convertido en una descafeinada rutina” 


El hecho es que Wiluan y Christian parecen a priori una pareja solvente para abordar una empresa como esta. El primero debuta en el terror, pero como productor está detrás de títulos muy importantes del cine Indonesio como “Headshot” (Kimo Stamboel, Timo Tjahanto, 2016) o “The Night Come For Us” (Timo Tjahanto, 2018), auténticas salvajadas, en especial la segunda, una de las mejores y más salvajes películas de acción que hayan visto mis ojos. En lo que respecta a Christian, el bagaje es aun mayor, con varios terrores a sus espaldas tanto en el cine como en la televisión. 

Metidos en faena, estamos ante un terror sobrenatural de manual, una serie B fuertemente “influenciada” por el cine de JamesWan que lo apuesta todo al efectismo visual y que hace del exceso (y hablo de cantidad), un dogma incuestionable. En “Motel Melati” no hay filtro, no hay medida ni mesura. Lo de la insinuación, ni se concibe dentro de un escenario como el que el filme plantea, donde desde el minuto uno se bombardea al espectador con toda suerte de imaginería macabra y apariciones marianas de toda índole. Y ya se sabe, cuando abusas de algo, debes asegurarte de tener una buena mierda entre manos y desde luego no es el caso. Wiluan y Christian no tienen ni repajolera idea de como planificar una secuencia de terror, ya no digo de incomodar o asustar al respetable. Y por ese lado, no deja de ser en cierta forma meritorio, teniendo en cuenta que la película si por algo destaca es por su lograda ambientación y por unos FX bastante solventes. Por desgracia, los directores apuestan por la cantidad por encima de la calidad y el resultado es una película intrascendente que a los veinte minutos ya se ha convertido en una descafeinada rutina


“a falta de historias como tales a las que agarrarse, una sucesión interminable e ininterrumpida de gags macabros de todos los colores que ni dan miedo, ni lo que es peor, risa” 


Como concepto, “Motel Melati”, sobre el papel, ofrece un punto de partida interesante. La película no deja de ser una antología encubierta, con una historia principal que se va “desarrollando” (aunque reconozco que yo no he sido capaz de descifrarla) de manera paralela a otros relatos independientes. Salvando las distancias (que es mucha, y no hablamos de kilómetros, más bien de años luz), el formato recuerda a “Truco o Trato” (Michael Dougherty, 2007), donde las historias compartían escenario aunque en la aclamada cinta de Dougherty, sí existía cierta conexión entre los segmentos. 

Alexandra Gottardo (Melati) ejerce de maestra de ceremonias y se dedica a pasear su elegancia gótica durante toda la película. Como dirían en aquella inolvidable “Soylent Green” (1973) de Richard Fleischer y Charlton Heston mediante: “mobiliario de la casa”. Y lo cierto es que la jugada sale medio resultona. La señora tiene percha y buen fondo de armario. A su lado un esbirro de serie B a modo de Marty Feldman cabrón y el resto de la obsoleta propuesta, a falta de historias como tales a las que agarrarse, una sucesión interminable e ininterrumpida de gags macabros de todos los colores que ni dan miedo, ni lo que es peor, risa. Eso sí, el motel tiene hasta el último accesorio de casa encantada puesto en su sitio. Y por si a alguien le ha sabido a poco la bacanal, al terminar la película se nos obsequia con el trailer de la secuela. Seguramente se encuentren ahí, todas las respuestas que me ha dejado “Motel Melati”, una película de otro tiempo... o de otro planeta. 

Lo mejor: La ambientación, algunos FX y la elegancia de telenovela de Alexandra Gottardo. 

Lo peor: Abusa tanto y con tanta torpeza de los “sustos”, que resulta imposible entrar en el juego.


2 comentarios:

Missterror dijo...

No hay por donde cogerla, Rector. No solo por todas las apropiaciones indebidas que hace de iconos del cine de terror sin ton ni son, sino por el confuso montaje que se ha hecho en esta primera parte. Se abren innumerables frentes que parecen tener cierta importancia en la trama y que ni se resuelven, ni vuelven a aparecer, lo que me lleva a pensar que Motel Melati es una película que se excedió de metraje y se decidió partir para hacer un "Motel Melati" y "Motel Melati 2". Supongo que esos cabos sueltos se retomen en "Motel Melati 2", pero dejan en muy mal lugar la primera película.
Esta película es como la atracción chunga de terror que recorre las fiestas provinciales. Un carrusel de apariciones chungas, tramas con bastante poco interés y escenarios impostados. Eso sí, la sra Melati tiene una presencia en escena impecable.

A nada que haya la más mínima distribución, en 5 años estaremos oyendo hablar del estreno de "Motel Melati 7"

Un abrazo.

El Rector dijo...

Missterror, sin duda. Hablé de Wan como "influencia" generalizada más descarada, pero la forma en la que prostituye fórmulas tanto del terror occidental como del asiático, roza el bochorno. Y muy de acuerdo con lo que comentas sobre su naturaleza "episódica". Si quedan dudas durante su visionado, el hecho de que te publiciten la secuela al terminar, deja claro que tenemos entre manos un único producto vendido en dos partes. Si tiene éxito la broma, no dudo de que nos encontremos ante el inicio de una de esas franquicias interminables que tanto gustan por aquellos lares.

Saludos.

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