martes, 24 de septiembre de 2024

Crítica: Cuckoo

EL RECTOR NOS HABLA SOBRE EL SEGUNDO TRABAJO DE TILMAN SINGER TRAS EL EXCÉNTRICO DEBUT QUE SUPUSO SU ÓPERA PRIMA


El germano Tilman Singer se presentaba en sociedad hace ya la friolera de seis años con “Luz” (2018), película de difícil digestión y extremadamente hostil con el espectador de a pie amén de un arriesgado experimento, sobre todo para tratarse de una ópera prima. Con dicha carta de presentación bajo el brazo nos llega ahora su nuevo trabajo, “Cuckoo” (2024), título que se aleja de la naturaleza transgresora de su predecesora para ofrecernos un terror de corte fantástico que tiene, en su reparto, su principal atractivo


“una fotografía, la de Paul Faltz, sobria, limpia y refinada, con una paleta de colores vivos e intensos que contrasta fuertemente con lo exhibido en Luz, seguramente, con alevosía y premeditación”


Superado ya cualquier potencial trauma previo ocasionado por “Luz”, lo nuevo de Singer se presenta como una propuesta mucho más amable, convencional y por tanto, accesible para el fulano de clase media. Una premisa interesante acertadamente enmarcada en el preciosismo de los Alpes bávaros que ya desde sus inicios plantea certezas e incertidumbres a partes iguales, siendo la primera la constatación del aplastante peso específico que tendrá el reparto protagonista dentro de la obra, siendo la popular y emergente Hunter Schafer y un clásico básico ya del género como Dan Stevens, sus dos principales puntas de lanza. Si bien veremos que una de las dos termina resultando bastante más punzante que la otra. 

La otra certeza recae en la puesta en escena, con una fotografía, la de Paul Faltz, sobria, limpia y refinada, con una paleta de colores vivos e intensos que contrasta fuertemente con lo exhibido en “Luz”, seguramente, con alevosía y premeditación y que, de manera inconsciente (o no) nos retrotrae al género de la comedia, aunque sea de manera oficiosa ya que la realidad es, que la cinta nunca termina de abogar por ella y eso nos lleva al que en mi opinión es el principal problema de “Cuckoo”: el tono. En este sentido, en ningún momento quedan claras las intenciones de Singer (también firma el guion), pues pese a que como digo, no estamos ante una cinta cómica, lo cierto es que todo resulta extrañamente naif, impregnando el metraje (incluso en las supuestas partes de terror) de cierto aire tontorrón que hace que como espectadores, nunca nos terminemos de tomar en serio lo que estamos viendo. 


“Con la portentosa Schafer a la cabeza y algunos cortes de terror absolutamente delirantes, Cuckoo se las apaña para sacar tajada de su desconcertante primera mitad” 


Enlazando con lo anterior y entrando de pleno en el reparto, la presencia de Dan Stevens resulta un elemento especialmente perturbador a la hora de alimentar toda esta sinergia de sensaciones y siendo muy fan del actor, de su habitual histrionismo, en “Cuckoo” considero que resta más que suma. Todas las apariciones de Dan Stevens haciendo de Dan Stevens, alimentan más si cabe la extraña percepción de que estamos viendo algo que, con recorrido y a toro pasado queda patente que nunca fue. De hecho y salvando la aparente apatía de Hunter Schafer directamente importada de su paso por “Euphoria” y que en determinados momentos puede llegar a entenderse como un oportuno baso comunicante con el tono de la película, la actriz brilla con más fuerza cuando se abraza al reverso dramático de su personaje. El resto del reparto también apunta hacia dicha dirección. Nombres contrastados como los de Marton Csokas, Jessica Henwick, Astrid Bergès-Frisbey o la catalana Greta Fernández


“un último tercio descafeinado que desaprovecha todo el potencial narrativo de su folclore fantástico y de los bucles temporales” 


Con la portentosa Schafer a la cabeza y algunos cortes de terror absolutamente delirantes, “Cuckoo” se las apaña para sacar tajada de su desconcertante primera mitad. Entre que no sabemos muy bien lo que estamos viendo y hacia donde vamos y, que la historia guarda con celo sus cartas, calentando braguetas y jugando a la perfección con la curiosidad del respetable, lo cierto es que la experiencia resulta de lo más sugerente. Los problemas vienen en su segundo acto cuando las cartas comienzan a ponerse sobre la mesa y descubrimos que Singer iba de farol con un relato rocambolesco y sin sentido más propio de la majadería de “Luz” que de algo que pretenda resultar medianamente coherente. Además, explicado con especial torpeza, lo cual termina convirtiendo la historia en un galimatías de cuidado

En el aspecto visual nos encontramos con un trabajo vistoso, que no abusa de los efectos especiales y que sin inventar la rueda, sí hace gala de un diseño artístico cuidado y muy bien resuelto, con alguna secuencia especialmente brillante siempre en las carnes de una fabulosa Kalin Morrow. Es una lástima que con todas estas herramientas a su alcance, Tilman Singer no haya sabido armar una propuesta más sólida que sepa lo que quiere ser de mayor y hacia donde quiere llevar al espectador. Terror, comedia, drama... una miscelánea de géneros diseminados aquí y allá que nunca terminan de ensamblar en un todo orgánico y reconocible, censurando un relato que ya de por sí resulta absolutamente surrealista, caduco en su segunda mitad y sentenciado en un último tercio descafeinado que desaprovecha todo el potencial narrativo de su folclore fantástico y de los bucles temporales, a la postre, una anécdota dentro de este gran sin sentido. 

Lo mejor: Hunter Schafer y el monstruo de Kalin Morrow. 

Lo peor: Los terribles problemas de tono (Dan Stevens mediante) y lo mal explicada que está la historia.


1 comentarios:

Missterror dijo...

No puedo estar más de acuerdo con tu crítica, Rector. Tilman Singer es ya sinónimo de guion con un follón de cuidado. De "Luz" directamente no entendí nada, pero es que en "Cuckoo", lía de tal manera una premisa sencilla para darle mayor importancia que es complicado ver y entender al mismo tiempo. A mí me costó un día entender de qué iba el percal que se montaba en la película. Está extremadamente mal explicado y como dices, el tono despista tanto que no sabes realmente como reaccionar como espectador.
Tiene a su favor, además de Hunter Schafer tal y como comentas, que siempre resulta entretenida y extrañamente cautivadora. En su contra juega un desubicado Dan Stevens (creí que nunca diría esto)
Creo que Singer ha perdido una oportunidad de oro. "Cuckoo" tiene los suficientes aciertos como para haber logrado ser una gran película, pero se pierde en la alucinógena mente de este director y sus ganas de hacer algo diferente. Una lástima.
Aun así, en mi opinión, el bien alto lo tiene ganado.

Un abrazo.

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