martes, 2 de febrero de 2010

Crítica: Feast 3

A veces, el listón se pone tan alto que es imposible sobrepasarlo, esto puede llevar a la decepción. Esto es, más o menos lo que ha ocurrido con esta terceta parte de "Feast", pero para comprenderlo mejor debería recordar las dos primeras partes...Todo comenzó con aquella película dirigida por John Gulager y producida por Wes Craven, Ben Affleck y Matt Damon y que curiosamente no se estrenó en los cines de este país, la película se llamaba "Feast" y con ella las puertas del infierno y la más absoluta diversión, se abrieron ante nuestros ojos para hacernos disfrutar, casi anonimamente se convirtió en toda una joya del cine de terror, era gamberra, salvaje, divertida y sangrienta, y todos los que somos amantes del terror nos comportabámos como el mismísimo Gollum cuando hablábamos de ella, nuestras pupilas se dilataban y la considerábamos nuestro pequeño tesoro, estábamos ante todo un clásico de nuestro tiempo.


Tres años más tarde llegaría la segunda parte, "Feast II:Sloppy Seconds", también la dirigía John Gulager, pero esta ya no contaba con el factor sorpresa (ni con Henry Rollins), ya sabíamos con que nos ibamos a encontrar, monstruos brutales (posiblemente extraterrestres), que no dudaban en arrancar cabezas de un mordisco o en violar lo primero que se les cruzara, algunos personajes de la primera habían sobrevivído, otros eran nueva cosecha, pero de lo que no había duda era que íbamos a tener muertes por doquier, casquería y mucha diversión. Tal vez ""Feast II:Sloppy Seconds" no tubiera la misma calidad que la primera, pero en gamberradas y momentos grotescos no hay quien supere a esta segunda parte.

Y de pronto, al cabo de un año, ha llegado la tercera parte, "Feast 3: The Happy Finish", y como no, dirigida por el padre de todas, John Gulager. Casi resumiendo se podría decir que la primera salió de la boca del infierno, la segunda de las entrañas y esta tercera ha salido del mismísimo culo, y que conste que esto lo digo con todo el cariño del mundo, y es que "Feast 3" lo tenía muy difícil, era imposible superar o igualar a la primera, y parecía que las buenas y pocas ideas que quedaron se utilizaron en la segunda. Para esta tercera parte y aunque parezca mentira, aún quedaba algún superviviente, de esa forma había un hilo conductor, y los monstruos aún estaban allí. Pero "Feast 3", lo tenía dificil y eso se nota se mire por donde se mire y gran parte de culpa la tienen sus dos predecesoras, y es que si te malacostumbran y te miman en exceso, luego pueden venir los chascos y las decepciones.

No quiero ser demasiado cruel con "Feast 3", no se lo merece, pero tengo que ser objetiva y sincera, así que siento decir que esta tercera parte es como la hermana fea de las otras dos, tiene sus momentos de lucidez, eso sí, momentos que bien podrían haber salido en su antecesora, e incluso nuevos "fichajes" que daban mucho juego y que lamentablemente no han sabido sacarles todo el partido, atentos al resumen de los nuevos personajes: un hombretón avispado que parecía haber salido del mismísimo "Equipo A", un profeta con "poderes" al más puro estilo Jedi (aunque con cierta minusvalía, me recordaba mucho al protagonista de aquella estupenda serie, "Búscate la vida", imaginaos...) y por último, un karateca llamado Jean Claude Seagal, que también prometía lo suyo (ojo al momento "Rambo", para mi lo mejor de la película, sólo por eso la recordaré por siempre).

Como véis, la película tiene buenos ingredientes, pero no los han sabido utilizar bien, para empezar, parece que en "Feast 3" no haya un guión que seguir, en ocasiónes parece que no tengan nada preparado y que hayan improvisado al rodarla, los actores corren de aquí para allá, cada uno a su bola, como improvisando. Un auténtico rebaño de cabras locas descarriadas, que lleva a la película a un "sin pies ni cabeza", que termina por perderse a causa de lo mal que está rodada, provocando momentos de confusión. Por si fuera poco casí me provocan un ataque de epilepsia, que si luces parpadeantes en plan discoteca maquinera, pésima iluminación que no deja seguir la acción todo lo bien que debería, giros repentinos de cámara, malos encuadres, que si visión nocturna, etc... Un auténtico galimatías visual que tan sólo sirve para echar a perder la película, por momentos pensé que habían incrustado la cámara en el culo de uno de los monstruos y la habían dejado hacer, o eso, o que el señor Gulager se había tomado alguna sustancia ilegal.

Y hablando de monstruos, sí, estan los de siempre (esos trajes de goma estan siendo muy bien amortizados), y siguen haciendo de las suyas, pero por desgrácia hay nuevos seres de los que huir, y digo por desgrácia, porque se los podían haber ahorrado, ni hacían falta, ni aportan nada bueno, no hacen más que molestar y restar muertes que a bien seguro, en manos de los monstruos de siempre hubieran resultado más divertidas.

"Feast 3: The Happy Finish" tiene cosas malas, es evidente, pero...¿que hubiera pasado de no haber existido las otras dos?, ¿y si hubiera sido ésta la primera?, creo que la hubiera visto con mejores ojos, no se ha librado de las comparaciónes, y ya sabemos que a veces son odiosas, éste es uno de los casos. La tercera parte de "Feast" no será la mejor de las películas ni la mejor realizada, pero aún así me ha divertido con sus mutilaciónes, muertes y groserías. A pesar de tener muchos fallos, yo espero que haya una cuarta parte.

Y por favor, no os perdáis el final, un divertidísimo "sketch" musical que resume a la perfección lo que ha sido la trilogía, supongo que de ahí la coletilla de "The Happy Finish".


1 comentarios:

RUBÉN ARNAIZ dijo...

Tercera y ¿última? entrega de esta surrealista trilogía convertida ya en culto para los amantes del cine de horror mas gamberro. Y el cierre era como se esperaba: mucha mas sangre, mas cachondeo e irreverencias a costa de los pobres protagonistas, aún mas inútiles, si cabe, que los anteriores. El film empieza en el mismo instante donde terminaba la anterior, ya que es como un film dividido en dos (tipo Regreso al Futuro o…¿Matrix?) con los supervivientes intentando huir de los monstruos mas gamberros de la historia del cine. Hay nuevos personajes (que reciben su merecido, por supuesto), como el “chico ninja”, que le ocurren las peores cosas inimaginables. Sigue teniendo ese “aroma” a videojuego (pero de Serie B) de la segunda parte (la secuencia de las catacumbas) y unos efectos especiales y de maquillaje mas que efectivos demostrándose, una vez mas, que la calidad no va reñida con el dinero, si no con el talento. El final es, quizá, demasiado hilarante incluso para esta saga, pero los créditos finales son, de lejos, lo mas desvergonzado y chabacano que se ha hecho en años. Por favor: no perdérselos.

Lo mejor: Todo sigue siendo una autentica fiesta referencial y cinematográfica.

Lo peor: El precipitado final y, la decepción (relativa) de que los creadores no hayan podido llegar algo mas allá en sus pretensiones.

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