Crítica: Zombies of Mass Destruction

Si alguna vez tuvo significado aquello de "llegar y besar el santo" es ahora, en la película que nos ocupa y en la persona de un debutante Kevin Hamedani, quien nos presenta "Zombies of mass destruction", englobada en la reciente cuarta edición del "After Dark Horror Fest" y sin duda alguna, una de las comedias de zombies (con permiso de "Dead Snow") mas divertidas de los últimos años, en mi opinión, bastante superior a la popular "Zombieland".

"Zombies of mass destruction", la cual por cierto no tiene nada que ver con el cómic homónimo, no es tan solo una comedia de zombies al uso, sino también bien una inteligente y sátira parodia de la "pintoresca" sociedad estadounidense, donde cogiendo de base la reciente guerra de Irak, Hamedani aprovecha para tratar sin tapujo alguno, temas como la política, el patriotismo, la homosexualidad o incluso la religión.

La historia de "Zombies of Mass Destruction" nos sitúa en Port Gamble, una pequeña población isleña donde viven Frida, una joven norteaméricana de origen iraní y su padre, un hombre fuertemente arraigado a sus creencias que regenta un popular restaurante en el lugar. Al mismo tiempo regresa al pueblo Tom Hunt acompañado de su novio Lance, quien después de triunfar en Wall Street, se dispone a confesarle a su viuda madre, el secreto que ha guardado desde su adolescencia, su condición sexual. Las vidas de estos personajes se cruzarán cuando un virus supuestamente liberado por terroristas islámicos (mira que ya la liaron en "Dead Air"), convertirá a las gentes del lugar en zombies sedientos de carne humana.

Bajo esta divertida premisa donde se otorga todo el protagonismo de la historia a unos personajes tan poco ortodoxos como una familia iraní y una pareja de gays, la película de Hamedani retrata a la perfección muchos de los prejuicios de un sector de la sociedad norte americana y se ríe de ellos, como queda muy claro en dos fantásticas secuencias del filme, el enfrentamiento de la joven con un patriota padre de familia y el momento en donde los dos jóvenes se atrincheran en la iglesia con el párroco y un grupo de fieles, los cuales les tratan de infectados cuando descubren su orientación sexual. A parte de esto, el filme va dejando perlitas en forma de crítica en todo momento, todo ello eso si, bajo un velo de inteligente sentido del humor que hacen de "Zombies of Mass Destruction" una experiencia de lo mas divertida.

Por supuesto, luego tenemos también la clásica historia de zombies de escuela Romeriana, es decir, lentos y torpes pero con muy mala baba, que harán las delicias del buen aficionado al género cuando se apoderen de la ciudad y comiencen a devorar a propios y extraños en un festín de sangre y vísceras que no decepcionará a nadie. En este sentido, la película no solo resulta mucho mas cachonda y ácida que "Zombieland", sino que también mas vistosa a niveles generales, pues veremos a muchos mas zombies por metro cuadrado y sobretodo mucho mas gore, todo ello bajo una mas que notable factura técnica (quizá los maquillajes no a la altura de lo visto en la cinta de Ruben Fleischer, pero por ahí andará la cosa), que hay que agradecer al bueno de Tom Devlin, especialista en FX que ha trabajado entre otras muchas, en películas como "Poultrygeist", "The Butcher" o "Bio Slime".

Otra cosa que llama mucho la atención es el excelente trabajo de todo el reparto, mas teniendo en cuenta que muchos de los intérpretes son, al igual que su director, o bien debutantes o bien actores con muy poco bagaje. En este sentido destacar el fantástico papel de la joven Janette Armand, quien descubrirá en sus propias carnes que los prejuicios yankies pueden resultar igual o mas peligrosos que una invasión zombie, Ali Hamedani (supongo que pariente del director y que también ejerce de productor), quien interpreta al padre de familia iraní, personaje que protagoniza una de las secuencias mas memorables del filme y que desde este momento para mi, ya es todo un clasicazo del género o Russell Hodgkinson, encargado de dar vida al patriota cerrado de molleja que persigue a la protagonista.

Conclusión, "Zombies of Mass Destruction" es una divertidísima comedia de zombies y al mismo tiempo una inteligente crítica a la sociedad estadounidense, llena de guiños políticos, sociales e incluso auto parodia del propio subgénero zombie. Una película que se aleja un poco de los clásicos gags tontos que solemos encontrar en este tipo de productos (véase "Doghouse") y que se sirve de su políticamente incorrecta naturaleza para conseguir arrancarnos la carcajada en mas de una ocasión. Así mismo, su nivel técnico cumple con creces y nos ofrece una buena dosis de gore donde no faltarán destripamientos, desmembramientos, decapitaciones y todo tipo de salvajadas. Si disfrutaste con películas como "Dead Snow", "Dance of the Dead", "Shawn of the Dead" o "Zombieland", no puedes perderte esto. Visionado obligado para cualquier simpatizante de los muertos vivientes en su vertiente mas cachonda.