Estoy seguro que no soy el único que quedó tristemente decepcionado con la pésima adaptación de la por otro lado, excelente novela gráfica de Steve Niles y Ben Templesmith, "30 Días de Oscuridad" que dirigió el amigo David Slade (quien supongo gastaría toda su inspiración con "Hard Candy") allá por el 2007. También estoy seguro que las dos miniseries que se han podido ver a través de la web, "30 Days of night: Blood Trails" primero y "30 Days of Night: Dust to Dust", después, tampoco han servido para disipar el mal sabor de boca que nos dejó la cinta protagonizada por Josh Hartnett y Melissa George.
Pues bien, no contento con atormentarnos con "30 Days of Night: Dust to Dust", el señor Ben Ketai regresa como director y guionista (secundado por el propio Steve Niles), con una nueva entrega de esta desdichada franquicia, "30 Days of Night: Dark Days" (en España "30 Días de Oscuridad: Tinieblas"), en lo que significa la secuela directa de la película de Slade, retomando la acción justo donde lo dejó esta y centrándose en la figura de Stella Anderson, única superviviente de la masacre de Barrow, quien ahora se dedica a viajar por el mundo intentando convencer a la humanidad de que los vampiros existen.
Stella, que vive atormentada por la muerte de su marido, recibe una noche en su motel, la visita de tres extraños, quienes dicen ser cazadores de vampiros y la ponen al corriente de la presencia en la ciudad de Lilith, reina de los vampiros y responsable directa del ataque al pueblo de Barrow. Por si Stella necesitaba mas alicientes para unirse al equipo, estos le aseguran que en breve se prevé que zarpe un nuevo barco repleto de vampiros con destino a Alaska para iniciar una nueva carnicería.
Después del mediocre resultado que obtuvo Ketai con la serie predecesora, me extrañó muchísimo que fuese el elegido para firmar esta medianamente esperada secuela, aunque cuando se hizo oficial que el filme saldría directo a DVD y que Melissa George ("Triangle") pasaba olímpicamente del proyecto, todo comenzó a tener sentido y es que a la práctica, "Dark Days" se destapa como un producto continuista de la susodicha serie (de noventa minutos, eso si), así que ya os podéis hacer una idea de lo que vamos a encontrar. Una historia ridícula y superficial protagonizada por unos personajes sacados del manual del buen telefilme de sobremesa, que lo único que saben o les dejan hacer, es jugar a matar vampiros a balazo limpio. Puede que "30 Days of Night: Dark Days" fuera concebida por Ketai como una secuela de la película original, pero al final se ha quedado en un "Spin-Off de su propia serie, dando como resultado un híbrido cutre entre "Buffy Cazavampiros" y "El Equipo A", del cual tengo la certeza que no duraría en antena mas de tres semanas, pues todos recordamos lo que sucedió con la serie de "Blade", la cual os puedo asegurar, tenía bastante mas nivel que esto.
La cinta además esta infectada por el "virus chicle", patología que sufren todas aquellas películas de escaso o nulo contenido, que estiran sus naturales treinta minutos de existencia mas allá de los noventa. Los síntomas mas característicos son el abuso de intranscendentes diálogos, eternas caminatas por sitios oscuros y algún romance forzado que pueda desembocar en una relación sexual. Cualquier escusa es buena para ir sumando esos minutillos necesarios para alcanzar los ansiados noventa minutos, requisito fundamental para autoconvencerse de que uno ha rodado una película y no un webisodio.
Conclusión, "30 Days of Night: Dark Days" es el típico producto concebido en clave de televisión que bajo el pretexto fácil de la "secuela", intenta sacar tajada de la popularidad de la película en la que se basa. Una "película" sin interés alguno que lejos de aportar nada nuevo a la historia que nos contó Slade, incluso tiene la dudosa virtud de tirar mas mierda sobre esta, estirando una ídem que no da mas de si de forma exagerada. Ni siquiera la presencia de un buen puñado de caras medianamente conocidas como las de Kiele Sanchez ("Insanitarium", "The Perfect Gateway"), Diora Baird ("La Matanza de Texas: El Origen"), Mia Kirshner ("El Cuervo: Ciudad de Ángeles"), Ben Cotton ("Stargate Atlantis") o Harold Perrineau ("Perdidos"), consiguen hacer atractiva esta soporífera historia de vampiros de estar por casa, donde lo único que se salva de la hoguera son sus decentes efectos especiales, su generosidad en hemoglobina y su macabro desenlace.
Si queréis perder el tiempo con un telefilme de vampiros, hincadle el diente a "Against The Dark", engendro protagonizado por el polifacético Steven Seagal, que aun siendo casi tan mala como esta "Dark Days", por lo menos da para unas risas.
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