Crítica: Mother´s Day

"En una noche estrellada, la silueta de un nuevo pajarraco se acerca desde el horizonte y se posa de forma grácil, pero segura, en lo alto del cableado telefónico ante la atenta mirada del resto de cuervos que murmuran en la oscuridad. Un graznido seco, tatuó un nombre en el viento, Ted Bundy... menuda mierda, como escritor no me ganaría la vida desde luego, pero como estoy algo tontón, me hacia gracia comenzar con algo de poesía barata. Todo esto para presentar al amigo Ted Bundy (algunos lo conocerán como Jesús Haro), como nuevo miembro de la familia plumífera. Bienvenido Ted."

Darren Bousman (la saga "Saw", "Repo! The Genetic Opera") rescata del baúl uno de los clásicos de la factoría Troma, "Mother’s Day" ("El Día de la Madre", 1980), sumando a la lista otro remake de películas de terror.

Lejos de la versión original de Charles Kaufman donde se nos presentaba una cinta cargada de sadismo y puro exploitation, "Mother’s Day" (2010) reconstruye la historia de una familia de psicópatas formada por la madre y sus “adorables” hijos. Partiendo de aquí, Bousman cambia el tono y las víctimas, añade dos hermanos más a la familia y otorga un papel determinante a la madre, una genialmente terrorífica Rebecca de Mornay, presente junto al director al estreno de la película en la clausura del Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña Sitges 2010.

La trama nos presenta a un grupo de siete amigos reunidos en la nueva casa de dos de ellos. La fiesta acaba cuando los antiguos dueños, una familia de delincuentes psicópatas, se refugian en ella después de un atraco fallido. Los primeros en hacer acto de presencia son los hijos, uno de ellos mal herido. La tensión se rebaja cuando llega la madre, mujer meticulosa llena de reglas (“No confiar en nadie, solo la familia”). Ella controla a sus “cachorros” e intenta tranquilizar a los secuestrados, mientras trata de descubrir donde está el dinero que sus hijos fueron mandando a casa de su mamá. Para la familia es vital encontrar el dinero, deben huir a México para escapar de la policía y harán lo impensable para recuperarlo.

A partir de ahí, la película crea unas expectativas que por desgracia no cumple en la siguiente parte de la historia porque el entramado pasa de no evolucionar, a hacerlo a marchas forzadas a base de giros exagerados y muertes poco originales, englobado en todo un conjunto de situaciones más que previsibles hasta para el espectador menos exigente.

Este remake se aleja del halo de serie B de la original para rozar en ocasiones la clasificación de película de suspense televisivo de los domingos por la tarde con el aliciente de la sangre fácil. Pese a ello, cabe destacar la interpretación de Jaime King, en el papel protagonista de Beth Sohapi (nueva propietaria de la casa), que ya pudimos disfrutar en películas como "San Valentín Sangriento" (2009) o "Sin City" (2005). Y, por supuesto, alabar a Rebecca de Mornay en la piel de La madre, con películas a sus espaldas de la talla de "La Mano que Mece la Cuna" (1992) o la versión de Stephen King de "El resplandor" (3 episodios, 1997). También puntualizar que la película consigue transmitir tensión y suspense; el miedo de una madre por perder a sus hijos y la naturaleza humana en situaciones de peligro.

De todos modos, reivindicar Mother’s Day con una nueva versión resulta gratificante, aun a sabiendas que casi nada tiene que ver con las humillaciones y la violencia que transmitía el horror-thriller original, claramente influenciado por "La Última Casa a la Izquierda" (Wes Craven, 1972) y "La Matanza de Texas" (Tobe Hooper, 1974).