domingo, 1 de noviembre de 2015

Crítica: Hellions

El canadiense Bruce McDonald regresa al género de terror siete años después de asombrar a propios y extraños con su aclamada reinvención psicológica del subgénero de los zombies/infectados en “Pontypool”. Lo hace con “Hellions”, una en apariencia festiva y desenfadada propuesta de serie B ambientada en la festividad de Halloween que se suma a otros títulos como “Truco o Trato” (“Trick or Treat”, Michael Dougherty, 2007) o la también reciente “Cuentos de Halloween” (“Tales of Halloween”, 2015) a la hora de intentar sacar tajada de tan popular celebración entre los adictos al terror. No obstante, ahí terminan las similitudes entre la película del canadiense, y las citadas antologías, pues apariencias aparte (que como se suele decir, engañan), el tono de “Hellions” es bastante diferente.

Sorprende sobremanera el cambio de tercio tan radical de McDonald en “Hellions” con respecto a “Pontypool”. La película protagonizada por el incombustible Stephen McHattie significó un giro radical hacia la sobriedad (incluso hacia la intelectualidad) si la enmarcamos dentro del subgénero de los zombies/infectados, completamente alejada de estridencias y efectismos visuales para dar forma a un relato cercano, intimista y muy personal. Todo lo contrario de lo que ofrece “Hellions”, cinta que basa gran parte de su encanto en una delirante puesta en escena y un no menos delirante guión (demasiado, dirán algunos).

“Hellions” se enmarca una vez más en plena festividad de halloween para adentrarnos en una historia bastante reconocible en su concepción, a medio camino entre la serie B de los ochenta y el tan prolífero home invasión de nuestros días, para terminar derivando en algo absolutamente delirante. Una adolescente embarazada de reciente diagnóstico que se queda sola en casa la noche de halloween a la espera de un novio que se hace esperar más de la cuenta y que termina siendo acechada por un grupo de siniestros críos enmascarados que desde el exterior, intentan entrar en la casa con fines desconocidos pero a todas luces poco amigables.

Como se puede apreciar, la historia podría pertenecer a cualquiera de las antologías que he comentado al principio de este análisis... nada más lejos de la realidad. “Hellions” no tiene absolutamente nada que ver con el carácter eminentemente cómico de aquellas, por mucho que su estrambótico y en ocasiones hilarante desarrollo pueda apuntar hacia todo lo contrario. Las risas de “Hellions” (que las tiene), no se engendran desde la intencionalidad del guión, sino desde la propia interpretación e identificación por parte del espectador de determinados automatismos del género.

La realidad es que detrás de toda su parafernalia festiva, experimentación visual y aparente psicodelia narrativa, “Hellions” esconde un relato oscuro y macabro de marcado mensaje que se nos va insinuando a base de pequeñas metáforas que deberemos ir armando hasta llegar el desenlace de la historia. Y para tal cosa, el espectador deberá intentar abstraerse del ruido y las luces de los fuegos artificiales para intentar encontrar dicho mensaje no en las formas, sino en el fondo. Este ejercicio, es absolutamente necesario, pues de lo contrario, si uno se queda en la superficie, “Hellions” puede llegar a desesperar a todo aquel que intente buscar la coherencia allá donde no la hay.

Aceptado esto, la película es una ida de olla de lo más disfrutable, un viaje que se torna más y más loco a cada desvío que coge y que nos va adentrando en un onírico universo que va mutando a pesadilla en donde los niños, vuelven a tener un gran peso específico. “Hellions” es como meter en la coctelera películas como “Dentro del Laberinto” (“Labyrinth”, Jim Henson, 1986), “¿Quien Puede Matar a un Niño?” (Narciso Ibáñez Serrador, 1976) y “Cromosoma 3” (“The Brood”, David Cronenberg, 1979), añadirle algo de LSD, agitarlo y servirlo. Todo ello mientras la luna roja se hace cada vez más intensa y lo tiñe todo de tonalidades escarlata.

Al frente de todo, la Alicia que viaja a este particular país de las maravillas es una correcta Chloe Rose, que de la mano del veterano Robert Patrik (que esta vez cambia el metal líquido por la carne y los huesos), irá dejando las pertinentes migas de pan por el camino para que el espectador pueda encontrar el camino a casa. Migas mojadas en sangre y moldeadas en forma de esperpentidades de feria varias y gags malsanos que harán las delicias de los más incondicionales de lo grotesco y del surrealismo en su forma más macabra.

Y dicho todo lo cual y por lo que un servidor pudo robar con la antena puesta de boca de otros al terminar la proyección (pese a las muchas risas y aplausos que en ella se produjeron), muy mucho me temo que soy de los poquitos que salieron satisfechos de ella. Ojalá me equivoque, pues insisto, “Hellions” es bastante más que un nuevo snack de fácil digestión para degustar la noche de halloween con los colegas y echarse unas risas cuando ya ha corrido la cerveza o un experimento visual de corte videoclipero sin sentido ni consideración para fardar de gafapastismo. Nos encontramos ante una película más inteligente de lo que parece que llega a rozar lo brillante por momentos y que lo hace atesorando un empaque envidiable así como buenas dosis de mala leche. Eso si, hay que seguirle el royo y dejarse “engañar” por ella.

Lo mejor: Surrealismo macabro en estado puro y lo bien ensamblado que está el mensaje que se quiere transmitir dentro de la trama.

Lo peor: Los que busquen la coherencia donde no la hay, se tirarán de los pelos, la tediosa banda sonora y el mensaje en sí del filme, que sin duda peca de moralista.


6 comentarios:

andres pavone dijo...

Querido compañero, tu critica es magistral como siempre. Si bien yo la vi no en su esplendor sonoro y visual,es decir en una calidad bastante buena aunque no muy buena debo reconocer lo original de su puesta y de esa musica(coro de niños + alaridos). Por momentos parece un cuentos de hada macabro ja!.Para ver esta cinta hay que estar preparado para sumergirse en una verdadera locura. Es desquicio puro!!. Pero pese a esto y las actuaciones correctas(eso y nada mas) me gusto. Te dejo un saludo querido amigo, y aunque no se me sienta , siempre estoy leyendo sus exquisitas criticas.

El Rector dijo...

Andres, muchas gracias, se agradecen tus palabras, como siempre.

Sobre "Hellions", es una película que basa buena parte de su encanto en su particular puesta en escena, lo cual la convierte en todo un caramelito para disfrutar en pantalla grande. Pero como dices, hay que estar preparado para dejarse contagiar por su espíritu onírico (pesadillesco más bien) para no poner el grito en el cielo antes de tiempo, pues al final, todo adquiere mucho más sentido del que puede parecer, aunque desde luego no estemos hablando ni mucho menos de un recurso narrativo nuevo.

A mi en algunos pasajes y salvando las diferencias (pues insisto, "Hellions" no es una comedia), me recordó bastante a "John Dies at the End", por lo lujuriosamente absurdo de su segunda mitad.

Se que nos lees siempre, aunque no participes tanto como a todos nos gustaría, pues ya sabes que disfrutamos mucho de tus opiniones.

Saludos.

Missterror dijo...

Me temo que la racha de coincidencias ha llegado a su fin!! Considero que "Hellions" es una película fallida, que rellena con bonitas imágenes que se repiten una y otra vez y lo tiñen todo de rojo, un guión caótico que no lleva a ninguna parte más que al mensaje moralista sobre el aborto y el milagro de la vida. Poca metáfora encuentro yo en una historia que parece escrita a trompicones y que no consigue incomodar, llevar a la reflexión o crear tensión. La atmósfera insisto en que es cansina y repetitiva. Creo que "Hellions" como corto o mediometraje podría haber funcionado, pero como largometraje se estira como los chicles.
Puede ser que en la proyección a la que tuve la mala suerte de asistir, el público me pusiera las cosas difíciles y que no pararan de reír y aplaudir todo el rato,con cosas tan tontas como que la protagonista se comiera un pepinillo con miel...Puede que todo tuviera que ver, pero "Hellions" me estaba exasperando, por no mencionar que sin el algún momento había conseguido algo con todo el rollo del eclipse y los niños con sus odiosas melodías cada vez que aparecían, se cayó por la borda con ese final que uno no termina de entender por qué está ahí...
Pienso en la maravillosa "Pontypool" y en "Hellions" y obviamente ha habido una regresión del director. Ya la simple comparación con "John dies at the end", por muchas distancias y diferencias que quieras salvar Rector, me parece de órdago...

Lo dicho, nada debajo de las cuatro escenas salvables.

Saludos

El Rector dijo...

Missterror, la película es una gran metáfora y a mi juicio, bastante bien introducida dentro de un relato de terror (no como otros supuestos títulos metáforicos que bueno, prefiero no recordar, ejem, ejem... si esto no tiene sentido, que alguien me explique "A Field in England") que si, es caótico y surrealista como pocos, lo suficiente como para desesperar a más de uno o de una, como es tu caso. El mensaje gustará o no (a mi no me gusta, desde luego), pero me parece lo suficientemente bien vestido como cinta de género como para su disfrute.

De todas formas, entiendo que es una fórmula hasta cierto punto tramposa y poco original, que tampoco se puede decir que termine sorprendiendo y por ello, si eres de esos espectadores que no quieren o saben entrar en su juego, que no es otro que hora y media de psicodelia de serie B con un poquito de aquí y un poquito de allá, pues poco más te puede ofrecer.

Tampoco creo que la historia esté escrita a trompicones, más bien que todo es un gran trompicón, pero uno premeditado. Yo si pienso que McDonald ha sabido recrear a la perfección ese mundo de pesadilla en el que la cinta intenta sumergirnos.

Yo si veo el paralelismo entre la maravilla de Coscarelli y "Hellions", y hablo exclusovamente del tramo final de ambas.

La comparación con "Pontypool" se me antoja complicada, pues como digo, son dos películas muy diferentes. De todas formas, de tener que elegir, yo también me quedo con aquella de calle.

Saludos.

P.D: Tanta coincidencia no era normal... ni lógica ;)

andres pavone dijo...

Muy acertado lo que dices con la película dirigida por Coscarelli querido Rector, apropósito "que comedia surrealista , sobrenatural y alocada( el telefono en forma de salchicha ja ja! por mencionar algo). Por otra parte los entredichos entre tu y Missterror no tienen desperdicio. Saludos!

El Rector dijo...

Andres, es un descenso a lo grotesco muy similar en ambos casos, si hablamos en términos de guion rocambolesco y desarrollo surrealista, si bien ni que decir tiene que la película de Coscarelli está bastante por encima de esta "Hellions". Que decir de la secuencia de la salchicha que no se haya digo ya... una genialidad absoluta de las muchas que contiene la película.

Saludos.

P.D: Que sería de la vida sin algún que otro "entredicho" ;)

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