"Daredevil", Segunda temporada: Justicia vs Castigo

A estas alturas de la película, pocas dudas quedan (por no decir ninguna), que “Daredevil”, la serie creada por ese neo-rey midas del séptimo arte en el que parece se ha proclamado por méritos propios Drew Goddard (quien ha destacado, incluso brillado ya, en todas las facetas posibles de este arte/negocio. Como guionista, por ejemplo, de la mejor serie de la historia de la televisión, es decir, “Perdidos”, productor e incluso director - “La Cabaña en el Bosque”, ahí es nada. Seguramente, la mejor cinta de terror de los últimos años, con la inestimable ayuda eso sí, de otro talento desbordado de esto: Joss Whedon -), es la mejor adaptación jamás realizada del universo del cómic a la pequeña pantalla. !Ojo¡, tres veces la palabra “mejor” en apenas ocho lineas de texto.

Bien. Con esa certeza ya asumida, la expectación levantada por la segunda temporada del diablo rojo, como no podía ser de otra forma, ha estado a la altura de las circunstancias y después de estar en el aire apenas 24 horas de la mano de Netflix, quien ha puesto ya ha disposición de sus usuarios (y de los que no, aunque estos no puedan disfrutar de la tecnología del 4K), los trece episodios que componen esta segunda embestida del justiciero enmascarado, el fenómeno marveliano de la temporada, ya ha sido desatado (y eso que en breve se estrena la tercera entrega de “Capitán América”, casi nada).

No cabe duda que la nueva andadura de Netflix dentro del universo Marvel, es un proyecto televisivo de una ambición sin igual y a estas alturas de la película, también, queda claro que estamos ante un sello de calidad sin igual, un salva conducto seguro para todos aquellos que amamos los superhéroes del papel maché y que por desgracia, ya hemos tenido que sufrir en nuestras propias carnes las miserias de la caja tonta, medio que ha maltratado al género de manera sistemática a lo largo de los años. Como digo, nada más lejos de la realidad, pues además de “Daredevil”, ya ha brillado con luz propia el show de su vecina “Jessica Jones” y en breve tiene previsto hacer su puesta de largo también el negrata de acero “Luke Cage”, del cual ya se ha podido ver por ahí a ritmo de hip hop y de manera no oficial, el primer teaser trailer de la serie. Más tendremos que esperar para ver en acción a “Puño de Hierro”, aunque al menos, el amarillento luchador ya tiene rostro confirmado, el de Finn Jones (“Juego de Tronos”).

Visto ya el primer capítulo de esta segunda temporada (algunos preferimos dosificarla, aunque los genitales nos inviten a un coito algo más compulsivo y desenfrenado), queda claro, por tercera vez, que por una vez y sin que sirva de precedente, las expectativas no se van a comer a nadie, menos aun. A nuestro Matt Murdock. Aunque la principal duda, era ver como el show podía darle relevo a ese monstruo de la interpretación que es Vincent D´Onofrio, quien nos regalara en la anterior temporada a uno de los más grandes villanos que ha dado el cine marveliano en las generosas carnes de Wilson Fisk. Tras estos primeros escasos 50 minutos, duda resuelta, pues el amigo Jon Bernthal, ya deja claro que su castigador, apunta maneras.

Con un inicio que habría firmado el mismísimo Christopher Nolan (las muchas similitudes entre la serie y su trilogía del murciélago son palpables), la temporada comienza de la misma forma en que terminó la anterior, a hostia limpia. De nuevo grandiosas coreografías para un capítulo plagado de acción donde comienza a darse forma con sumo misterio, a la mitología de Frank Castle, quien protagoniza ya junto a Murdock, el primero de los sin duda muchos enfrentamientos épicos entre ambos personajes que nos deparara la serie a lo largo de sus trece episodios y a falta, de que hagan acto de presencia el resto de invitados a los cuales se espera.

Gratísima impresión pues para esta primera toma de contacto. Si Nolan marcó el camino que debía seguir el género de superhéroes en su vertiente más “adulta”, no cabe duda de que Goddard ha sabido tomar el testigo mejor que nadie dando forma a una serie única que aunque hace poco apenas daba sus primeros pasos, ya corre sola sin ayuda de nadie. Veremos que da de sí esta segunda temporada y si consigue alcanzar las cotas de excelencia de la anterior. Por el momento, todo apunta a que sí y ahora, a ir desojando la margarita con toda la calma que sea posible para intentar estirar lo máximo posible el chicle, que este tipo de delicatessens, hay que degustarlas con el mimo y la calma que merecen, por más que a muchos, les pueda más el pito que la mente.