domingo, 31 de julio de 2016

Crítica: Curtain

Nos pasamos el día pidiendo, deseando, pensando en lo que queremos y no tenemos. Nos pasamos el día soñando, teorizando, incluso exigiendo. Nos pasamos los días cerrando los ojos, pesando lo que haríamos si tuviéramos más dinero, menos trabajo y más tiempo libre. Nosotros, los fanáticos del terror, nos pasamos los días intentando que nos sorprendan, dejándonos hacer para que ello ocurra, pidiendo cada vez que nos disponemos a ver una nueva película que tenga algo original, aunque sea mínimamente, de hecho, tenemos un espacio libre en el cerebro reservado para la sorpresa que probablemente nunca se llene. Yo tengo mucho espacio en este cerebro, han sido muchos años de entrenamiento para apretar las ideas y dejar ese espacio para la sorpresa, y ese espacio afortunadamente no se llena y espero que así sea siempre porque la sorpresa es un componente fundamental de la gasolina que hace que el motor de la vida funcione. Y sí, "Curtain" sorprende.

Cierto es que las premisas originales tienen que estar soportadas por algo de presupuesto para llevarlas adelante con un mínimo de dignidad, o por un excelente guión que haga más leve la falta de medios técnicos, eso parece ser algo que viene en el primer párrafo del manual del director.  En este caso, me temo que "Curtain" está hecha con cuatro duros, con todo lo que ello conlleva, y está claro  que tiene un guión interesante, pero tiene dos opciones: o dar vida a un corto que se lleve todas las ovaciones de cada festival por el que se exhiba, o dar a luz un largo que peque de poco interés en la parte central y de mucho interés en el inicio y fin.

La historia de "Curtain" es simple, muy ochentera, pero se rodea de complejidad precisamente por lo que intenta esconder, por lo que no se narra, por los cabos sueltos. "Curtain" nos cuenta la historia de Danni, una ex enfermera con un vida difícil, que se muda a un minúsculo apartamento donde descubrirá que las baldosas del baño abren la puerta a otra dimensión cada vez que cuelga una cortina de baño en la bañera. La sinopsis no puede ser más alocada y atractiva a la vez. Portales a otras dimensiones ya hemos visto en muchas ocasiones ("The Gate" o "Stargate" por mencionar alguna de ellas), portales que había que buscar, dilemas sobre las "llaves" que abrían esas puertas y consecuencias de atravesar esas diferentes dimensiones, ahora, que una puerta a otra dimensión se abriera a consecuencia de una cortina de ducha, esto es único, arriesgado y valiente.

No me cabe duda que "Curtain" es una película que se apunta a la fiebre de la moda ochentera, y lo hace en el fondo y en la forma. La forma es sencilla, barata, sin adornos y con pocos efectos debido, con total seguridad, a la escasa financiación. No faltan los sintetizadores resultones que hacen las delicias de los ochenters y esa sensación de entender que el mundo es diverso y que en él puede ser que existan otras dimensiones paralelas a la nuestra, sin entrar en un estado de pánico constante. En el fondo, esto en cine fantástico: a las mencionadas puertas a otras dimensiones, se le unen extrañas y letales criaturas, un escuadrón que vela por el equilibrio entre las grietas y una pareja de jóvenes con los que empatizas al segundo de conocerles.

Los ingredientes del cine más independiente de corte ochentero están en la licuadora, y os aseguro que necesitamos echarle mucho hielo para soportar el calor del verano, el problema, como digo radica en que ese hielo, que en la vida real podemos traducir como dinero, se queda escaso y hace que se planteen una serie de incógnitas que forman un embrollo en el desarrollo que no ayudan a la ligereza que necesita el hecho de que nos encontremos ante sólo dos escenarios, pocos actores, poco dinamismo y un alto grado de surrealismo. Si en esta tesitura, en la que el espectador ya se está formulando un buen número de preguntas, lías aún más la madeja sin que haya ningún rayo de luz en la mente de ese espectador que pacientemente está aguantando un desarrollo lineal y algo tedioso, la garantía de éxito se destruye, se convierte en agua y se diluye por esa bañera que no dejamos de ver en casi cada escena.

Por otra parte y como contrapunto positivísimo, encontramos, como ya he mencionado, un inicio magnético y un desenlace brillante, que cierra muy bien la historia y que convierte a "Curtain" en un trago extraño, pero placentero en el que queda claro que ideas hay, que buenas intenciones también y que la ejecución, tan ligada al presupuesto, muchas veces inclina la balanza. Desde mi punto de vista, Jaron Henrie-McCrea (el padre de la criatura), tiene talentazo y ganas, y espero que las productoras apuesten por sus próximos proyectos, porque pueden significar la sorpresa que ayude a rellenar ese espacio en el cerebro que tanto cuesta cubrir.

Termino animando a ver esta película, que queda lejos de ser redonda, pero que es muy curiosa y original, y ¿qué son setenta y cuatro minutos de nuestra vida? A mi me hizo viajar a mi pasado porque yo he vivido en un cuchitril parecido al que aparece en la película, con unas cortinas como las que se nos muestran y con una grieta en la pared que seguro que llevaba a otra dimensión, porque estad seguros que mis vecinos no eran de este planeta.


2 comentarios:

El Rector dijo...

Curiosísima propuesta, y ya que siempre estamos demandando "cosas nuevas", pues me parece que esta "Curtain" cumple el perfil a la perfección.

Yo la verdad es que la he disfrutado bastante, estando muy de acuerdo con todo lo que comentas en la critica Missterror. Sin duda, como cortometraje, habría estado de lujo, como largo, se nota que la idea, supera con creces al guion. Con unos quince minutos iniciales muy buenos y otros tantos finales de parecida índole. Lástima que lo del medio se quede cojo a base de cháchara de almohada de muy poquito interés.

A mi, salvando las evidentes diferencias a todos los niveles, la película me ha recordado un poco al Cronenberg más bizarro, en especial a "Videodrome". Creo que el canadiense podría haber sacado algo muy de su estilo con esta misma idea y por supuesto, un guion "algo" más elaborado y retorcido.

Técnicamente tampoco está mal para tratarse de un producto de muy bajo coste. Bien rodada, a medio camino entre la serie B y el cine independiente del siglo XXI, correctamente interpretada (a niveles generales, porque es cierto que hay alguno que tela, como el casero amante de las tetas...) y con unos FX de vieja escuela muy chulos, aunque no se prodiguen en exceso.

Una película curiosa, que pese a no desarrollar del todo bien su inverosímil punto de partida, termina dejando buenas sensaciones y la siempre agradable ídem, de que se ha intentado hacer algo diferente, pese a la escasez de medios.

Saludos.

Missterror dijo...

Rector-Desde luego, "Curtain" es una película audaz y original, eso no se le puede negar, y me alegra coincidir en ese pensamiento en el que esto en formato cortometraje hubiera sido invencible, pero la pena es que la falta de presupuesto le pasa factura y hace de su parte central algo intrascendente y pesado. Lástima porque creo que el guión está un poco al servicio de ese presupuesto y no al revés, quiero decir, que el punto de partida y el punto final parece que era algo claro para el director, y estoy segura de que se le ocurrieron mil locuras por el camino que se vio imposibilitado de poder rodar por un tema económico.
A todo esto, yo le habría dado mucha más presencia a esos seres extraños, y de paso armar una monster movie de corte surrealista muy pasada de rosca.

"Curtain" es una película que sí o sí hay que ver, que no es más de lo mismo y eso hay que premiarlo.

Saludos

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