MISTER MOLOKO NOS HABLA SOBRE UNA NUEVA ANTOLOGÍA DE TERROR EN ESTE CASO, CENTRADA EN LA BENDITA NAVIDAD
No soy un apasionado de las antologías de cortos. Con algunas honrosas excepciones, estás cintas suelen ser irregulares, difusas y, en la mayoría de ocasiones, la sensación que nos queda tras su visionado es la de propuestas desnortadas donde lo excelente se da la mano con lo bueno, lo regular, lo malo o lo directamente espantoso. Y es que con estas películas estamos entrando directamente en esa compleja y difícil dimensión del “depende”. ¿Son buenas antologías como “V/H/S” (2012) o “The ABCs of Death” (2012)? Pues depende, ya que en ellas hay cortos sublimes y otros muy flojos. ¿Es una buena película “Historias extraordinarias” (1968)? Pues depende. Metzengerstein, perpetrado por Roger Vadim, es malo como un dolor, William Wilson, de Louis Malle, es correcto y Toby Dammit, dirigido por Federico Fellini, es una puñetera obra maestra. Ante ese panorama ¿Con qué nos quedamos? ¿Cómo valoramos una cinta que, a su vez, está formada por un conjunto de propuestas diversas, cada una de su padre y su madre, con distintos niveles de calidad, originalidad, creatividad y puesta en escena? Difícil cuestión, a fe mía.
“desde debutantes hasta semi-retirados como Ruggero Deodato, nos presentan otros tantos microcortos en los que la navidad, representada desde un punto de vista macabro y terrorífico, es la gran protagonista”
Evidentemente en estos casos tenemos que optar por una vía salomónica. Analizamos los elementos por separado, vemos que tengan cierta coherencia con el planteamiento general y a partir de ahí hacemos una media entre lo bueno y lo malo, entre lo sublime y lo execrable, intentando, en función de si vemos el vaso medio lleno o medio vacío, ofrecer una valoración lo más ponderada posible. ¿Es eso justo? Pues no lo tengo muy claro, pero ahora mismo no se me ocurre otra forma de acercarme a una propuesta como “Deathcember” (2019).
Vayamos de lo general a lo concreto. La película es una producción alemana rodada en inglés en la que veintiséis realizadores de distintas nacionalidades, que van desde debutantes hasta semi-retirados como Ruggero Deodato, nos presentan otros tantos microcortos en los que la navidad, representada desde un punto de vista macabro y terrorífico, es la gran protagonista. Hay un corto por cada día del mes de diciembre (más concretamente del 1 al 24 a lo que hay que sumarle dos bonus track post créditos) y el nexo de unión (anecdótico) es una habitación adornada con motivos navideños (que parece realizada por alumnos de Segundo de la ESO que han acabado un curso de diseño en 3D) en los que cada uno de los objetos ahí presentes nos conducen hacía las distintas historias.
“algunos espectadores accederán a la obra motivados por la presencia del veterano Ruggero Deodato entre el plantel de directores. Pues ya les aviso que van a sentirse profundamente decepcionados”
El formato seleccionado, obviamente, limita la duración de los cortos ya que ninguno de ellos sobrepasa los 5 minutos. Y para mi ese es uno de los principales hándicaps de la película: el poco tiempo disponible para desarrollar la historia hace que, en lugar de buscar una idea original y trabajarla desde una perspectiva creativa, la mayoría caiga en la mera anécdota, en la chorrada más o menos divertida obviando, o no sabiendo, que los microcortos tienen un código fílmico propio. Y es que estos ni deben ser recreaciones de secuencias (porque acaban careciendo de sentido narrativo y es muy difícil que logren generar empatía en los espectadores) ni micropelículas (porque ni el tiempo ni el formato da para ello).
Desde mi punto de vista el microcorto es un formato que tiene que desarrollar una idea muy simple, pero potente, y a partir de ahí jugar con las posibilidades del lenguaje cinematográfico buscando sorprender a los espectadores. Desgraciadamente en “Deathcember” hay pocos realizadores que hayan entendido bien esta fórmula, por lo que la película valorada en su conjunto resulta bastante floja y la mayoría de los trabajos son más bien decepcionantes. Y lo triste es que en un gran número de ellos lo que falla es, por encima de todo, esa chispeante idea original de la que hablamos. Eso por no citar que hay cortos cuya relación con la Navidad es, cuanto menos, discutible. Vamos, que si hubieran aparecido en una antología de, pongamos por caso, “hábitos y costumbres de la clase media en los países de la Comunidad Europea” tampoco nos hubiera sorprendido. Ahora vayamos a lo concreto.
“una macedonia (más bien potaje) de directores de distintas nacionalidades que ofrecen obras muy dispares en interés, creatividad, capacidad narrativa y presupuesto”
En la película hay dos propuestas que destacan muy por encima del resto. Una de ellas es “Villancicos” del mejicano Isaac Ezban, una auténtica locura superdivertida en la que a partir del velatorio de un niño moribundo, el autor juega perfectamente con el formato, el decorado, el sonido y los elementos en off, para ofrecer una historia en la que lo bizarro y la mala uva se dan la mano. La otra es " Crappy Christmas: Operation Christmas Child" una obra de animación en stop motion que nos ofrece cinco minutos de absoluta y total incorrección política que ríanse ustedes de “A serbian film” (2010). Una salvajada que trata un tema muy polémico y lo hace, además, desde una perspectiva caricaturesca y con importantes dosis de crítica social. El alemán Juergen Kling filma una pequeña joya que desgraciadamente pasará desapercibida entre el maremágnum de trabajos menores que conforman la película.
Dejando de lado los dos segmentos anteriormente expuestos, nos gustaría destacar "The Hunchback of Burg Hayn" obra del británico Bob Pipe que homenajea al clásico del cine mudo “El jorobado de Notre Dame” (1923) de Lon Chaney utilizando de forma bastante acertada los recursos narrativos del cine mudo; "Family matters" del Belga Steve de Roover, una revisión del “Society” (1989) de Brian Yuzna pero en versión comida familiar navideña; “Five Deaths in Blood Red" de la norteamericana Ama Lear (que ya había trabajado en “The ABCs of Death 2.5” (2016)), un homenaje al giallo en el que más que en seguir la historia, que no tiene mucho interés, uno puede entretenerse buscado las múltiples referencias a las películas más icónicas del género (botella de J&B incluida); "All sales fatal" de Michael Varrati, una delirante historia que hará las delicias de los especialistas en atención al cliente y las técnicas de venta a través de un relato cargado de humor, violencia y mala leche; "December the 19th" de Milan Todorovic, todo un festival de humor y gore protagonizado por unas chonis serbias que, a buen seguro, despertará una sonrisa en el espectador que esté viendo tan surrealista espectáculo.
En esta amalgama de directores internacionales, encontramos a dos compatriotas que, para que negarlo, no están demasiado finos con sus propuestas. "Joy to the girls" de la alicantina Sonia Escolano es una historia previsible y vacua sobre vampiras empoderadas. Por su parte "kill santa" de Sadrac González-Perellón es algo incalificable y un claro ejemplo sobre como no debe tratarse este tipo de formato. Aviso para navegantes. Seguramente algunos espectadores accederán a la obra motivados por la presencia del veterano Ruggero Deodato entre el plantel de directores. Pues ya les aviso que van a sentirse profundamente decepcionados pues su segmento es de los más flojos de todo el film. Visualmente no está mal, pero Ruggero nunca se ha caracterizado por escribir historias originales y por ello le hubiera hecho falta un guionista como el comer.
“Deathcember” es una macedonia (más bien potaje) de directores de distintas nacionalidades que ofrecen obras muy dispares en interés, creatividad, capacidad narrativa y presupuesto. Respecto a esto último, es curioso ver como en ella conviven desde cortos que parecen rodados entre cuatro amiguetes con la cámara del móvil (como "A Door Too Far") a otros con un nivel de producción brutal como "Aurora" del serbio Lazar Bodroza. Por cierto esta última va a ser el punto de partida de un largometraje que con el mismo título ya está en fase de preproducción (y cuya trama espero se entienda algo más que la del corto). Irregularidad sería la palabra que mejor definiría a esta película dispar en la que, sinceramente, hay que remover mucha basura para encontrar algo con un mínimo de interés. Ahora bien, si no nos ponemos muy exquisitos el film resulta entretenido y, además, nos puede permitir conocer a algunos autores interesantes y ver que nos deparan en el futuro. Avisados quedan.
1 comentarios:
Pereza sería decir poco. En los últimos años, ya me he tragado varias de estas antologías o colecciones de cortos y salvo muy contadas ocasiones, siempre con resultados desalentadores o directamente desastrosos.
Es una pena comprobar como se ha ido prostituyendo el formato, como ha ido degenerando en este tipo de pastiches sin sentido, con trabajos que no tienen nada que ver entre ellos y que tan solo buscan aprovecharse del buen nombre que tenían antaño las antologías o películas de historietas. Mola cuando se trabaja en esa línea, cuando nos topamos con las "Truco o Trato" o "Mortuary Tales" de turno (la propia franquicia de "V/H/S" tiene cosas interesantes), pero me temo que hoy, quedan relegados a la categoría de rara avis.
Que no lo llamen película cuando quieren decir cortometraje(s).
De lo poco atractivo que me llama la atención, es ese chute de stop-motion. Salí bastante satisfecho de mi último encuentro con el formato en "The Old Man: The Movie" de Oskar Lehemaa y Mikk Mägi, título que recomiendo a los que gusten de ese tipo de cine en particular y de lo extravagante en general.
Saludos.
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