"Déjame Entrar", la serie. El Amanecer del tedio

ARTORIUS NOS HABLA SOBRE LA ADAPTACIÓN TELEVISIVA DE LA NOVELA VAMPÍRICA DE JOHN AJVIDE LINDQVIST POPULARIZADA EN LA GRAN PANTALLA

---

Estimado lector, me encuentro en una disyuntiva: Considero que, cuando uno ve una adaptación de un material artístico de un medio a otro, uno tiene que ser capaz de entender que la literalidad exacta, lo que se dice exacta, no la vas a encontrar jamás de los jamases. Porque en esta transición la obra pasa por varios filtros autorales. En el caso del trasvase de literatura a cine, por ejemplo, tenemos:  adaptación de guion, medios que se tienen para hacer la película, el director que toque en suerte…. Y claro, después de todo ese proceso, el producto que te queda puede diferir en mayor o menor medida del material original, y eso se convierte en carnaza para ese ser que la posmodernidad ha llamado hater, y que en mis tiempos era lo que comúnmente se llama un gilipollas o en su defecto, pureta maleducado.  

---

“Desaprovecha el potencial de su historia en una construcción del relato tremendamente torpe, obcecada en intentar explicar algo que no debe de ser explicado, los orígenes del vampirismo” 

---

Dicho esto, cuál es mi disyuntiva? Que el hater que llevo dentro está bramando, golpeando los muros de mi verbo florido, y abriéndose paso a golpe de falta de respeto hacía el mundo exterior. Y lo peor es que lo voy a dejar salir. Porque la ocasión lo merece, pero con matices: Hete aquí una crítica doble de la serie de televisión basada en esa obra maestra de la literatura y el cine que es la nórdica “Déjame entrar” (2008). Una hecha desde la óptica de alguien que juzga la serie por sus propios méritos sin tener en cuenta la novela y sus adaptaciones previas. La otra, es la de un señor muy furioso. Lean ustedes y juzguen la que más les guste.  

Art0rius QUE FINGE QUE NO HA VISTO LAS OTRAS ADAPTACIONES Y NO SE HA LEÍDO LA NOVELA PRESENTA... DEJAME ENTRAR, LA SERIE : EL AMANECER DEL TEDIO.  

Antes de decir nada, aviso que tratamos de una serie cancelada en su primera temporada y que acaba con un cliffhanger de manual, así que por tu cuenta y riesgo, mi buen lector. “Déjame entrar” es un relato vampírico que sigue las vicisitudes de un padre intentando mantener vivo el secreto colmilludo de su pequeña hija a la par que le consigue la sangre que necesita para vivir. ¿Te ha interesado la sinopsis? Pues tengo malas noticias, porque es todo lo que vas a encontrar de interesante en esta serie. Desaprovecha el potencial de su historia en una construcción del relato tremendamente torpe, obcecada en intentar explicar algo que no debe de ser explicado, los orígenes del vampirismo (un origen que de tan chapucero y manido aburre), y que convierte la excepcionalidad de la situación de Eli en un lento deslice hacía un “True Blood” de saldo. La sorpresa del relato es nula, el gore baratillo y cobarde (que esto es para todos los públicos), y los valores de producción carne de The Asylum en materia de efectos especiales.  

Mencionar dentro de esos valores de producción la fotografía que es…..rara. Muy fría, aséptica. No se que filtro han puesto pero a mi me cansaba la vista por algún motivo que no acierto a discernir, pero se deja ver y le da un toque muy personal. Lástima que la dirección sea tan plana y el guion vaya de lo previsible a lo burdo en el tramo final de temporada, todo contado con un ritmo lento y descafeinado que creo que alguien ha confundido aburrimiento con desarrollo de personajes. Citar también que en algunos momentos los personajes toman cada decisión que uno se da cuenta de que sí, está en un producto de terror, porque los personajes actúan con el sentido común y la autoconservación de un donut en un cuartel de policía en los 80. 

---

“no hay nada, absolutamente nada en esta Déjame entrar que no sea adaptar un par de escenas icónicas, y suavizar/vulgarizar todos los aspectos que hacían única a la original” 

---

Mención especial a la parte actoral: Desde aquí hago un llamamiento público a que alguien consiga un laxante para el bueno de Demian Bichir, actor nominado al Oscar por cierto, que aquí hace una composición de personaje que va de una cara de estreñimiento constante a la de echarse a llorar cada dos por tres. En cuanto a los infantes de la producción, la actriz que hace de Eli pues… quiero pensar que no es cosa suya sino de la dirección de intérpretes,  porque hay varios actores, buenos actores, que aquí parecen muñecos de cera a tono con la fotografía, pero es que no transmite NADA. Podría ser el vampirismo, o quizá un flemón, que a esta chica no se le mueve un pelo ni transmite ninguna emoción en pantalla. ¿Secuela de su condición vampírica? Puede ser, pero servidor ha visto muchos niños vampiros en el cine, y siempre transmitían algo. Una emoción, lo que fuera, incluso estando inexpresivos. ¿Aquí? La nada.  En resumen, si quieres echarle un ojo a “Déjame Entrar” (2022), que sea cuando te sobre el tiempo. Porque francamente, esto ni merece la inversión y, delito mayor, no es divertida siquiera. ¡Listo! ¡Y ahora, release the kraken! 

Art0rius, QUE SÍ QUE SE HA LEÍDO EL LIBRO Y VISTO LAS PELÍCULAS PREVIAS PRESENTA:  DÉJAME ENTRAR LA SERIE: O COMO NO ENTENDER UN CARAJO DE LO QUE ESTÁS ADAPTANDO (SPOILERS ALERT). 

Primeros minutos de la serie, y ya tenemos niños con colmillos CGI de palmo. Sí, colmillos. Tenedlos muy vistos, porque van a salir mucho. Es decir, toda la sutileza de “Let the right one In”, a tomar por saco con cgi de mercadillo. Llevamos cinco minutos, y empezamos fuerte, y me duele decir que acabaremos peor, pero no me extraña. Miro a la cartelera de grandes taquillazos y me encuentro con el remake de “El exorcista”, “Saw 10”, y tropecientos mil remakes innecesarios en los que la originalidad y el riesgo son 0. Dicen también que la secuela de la correcta “Burnbright” 2019) la va a escribir una IA, plagiando claro de fragmentos de guion que encuentre por internet. Tenemos “arte de IA” que básicamente son collages de obras de artistas humanos que el programa recorta y pega por internet sin pagar un duro…. Y tragamos, y vamos a las salas de cine a que nos metan el pene hasta la garganta, y seguimos sonriendo mientras creativamente nos dan mierda y nos la comemos con delirio. Y esta serie es un claro reflejo de eso, de coger una marca conocida, despojarla de todo lo que pueda no ser “comercial”, engancharle fragmentos espirituales de otros productos, y ala, a la arena. A la arena del gato. Pero aquí se han pasado de la rosca en cuanto a mediocridad. 

---

“en el terror, no hay por qué explicar las cosas, no hay que comprenderlas: Lo sobrenatural está fuera de nuestra comprensión y este precisamente es uno de los puntos fuertes del terror: lo desconocido” 

---

Y es que no hay nada, absolutamente nada en esta “Déjame entrar” que no sea adaptar un par de escenas icónicas (baúl en el tren), y suavizar/vulgarizar todos los aspectos que hacían única a la original en aras de una comercialidad mal entendida (de ahí la cancelación). Los colmillos son solo una señal de que al espectador lo van a tomar por idiota, no sea que este no pille que el que la niña protagonista es un vampiro solo porque bebe sangre, tiene fuerza sobrehumana y el sol la quema. No, hay que poner los colmillos (y mucho) porque el espectador es tratado como un idiota. Y sí, idiota soy por, con todo lo que hay que ver, me haya tragado este infecto bodrio.  

Todo lo subversivo que tenía “Let The Right One In” no lo encontrarán aquí: Encontrarán una explicación vírica al vampirismo que da vergüenza ajena, con chimpancés vampíros (Sí, lo has leído bien) hechos con CGI que me dieron apuro solo de verlos. Uno de los mayores puntos fuertes de la película/libro original se va al garete por esta manía de intentar explicar las cosas en demasía, en lugar de centrarse simplemente en el horror o los aspectos relacionales de los personajes. En ese sentido, la película “Háblame” (2023) es un ejemplo perfecto de que, en el terror, no hay por qué explicar las cosas, no hay que comprenderlas: Lo sobrenatural está fuera de nuestra comprensión y este precisamente es uno de los puntos fuertes del terror: lo desconocido. Y si se hace bien, es glorioso. Este no es el caso, por si no te ha quedado claro, sufrido lector. Pero hay más. 

Hay actores que no actúan, sobre todo el plantel infantil y en particular la protagonista, sino que recitan. Esta Eli/Eleanor transmite la misma intranquilidad y misterio que una loncha de chopped, su relación con su padre/alimentador no tiene ni el misterio de la película ni la enfermiza sexualidad reprimida del libro, y en cuanto al padre… bueno, llora mucho, pone caretos, y necesita un wc urgentemente, o eso me dio a entender con su actuación. Se intenta replicar el ritmo lento de la película, provocando que el bostezo se adueñe de la función por sus obvios problemas de ritmo, y los intentos de replicar la fotografía de la original no llegan ni al intento. Aparte, como buena/mala película de terror, juntas a todos los personajes y no tienes una neurona, la banda sonora es olvidable y los valores de producción bajos aunque tienes actores realmente competentes... en otras series o películas. Aquí, no.  En resumen: ¿Quieres perder el tiempo en una versión descafeinada e insultante de algo que te gustó hace mucho? Pues oye, aquí tienes tu serie. Inacabada eso sí, pero aquí lo tienes. Otro mascarón de proa de la fiebre del remake mal entendido y de intentar copiar obras sin tener ni puta idea de cuál era su esencia. Y no digo más porque me vuelven a meter en la jaula del hater. ¡Saludos!