Crítica: The Washingtonians

Una pareja y su hija de diez años se trasladan a vivir a una antigua casa, que pertenecía a la recientemente fallecida abuela del padre. En el sótano, accidentalmente, encontrarán escondida tras un antiguo retrato de George Washington, una carta firmada por el presidente, confesando que fue un caníbal, que su gran afición era devorar a niños y hacer artesanía con sus huesos. Pero cuando "Los Washingtonians", un grupo de insaciables comedores de carne humana y seguidores del primer presidente de los Estados Unidos, se enteren de lo sucedido, harán todo lo posible para que la carta no vea la luz, y así mantener intacta la historia de América.

"The Washingtonians" es uno de los capítulos más flojos de esta segunda temporada de "Masters of Horror", dirigido por Peter Medak, el director de "Al Final de la Escalera" y de "Species 2", este mediometraje promete en un principio pero termina por desinflarse. La historia que nos cuentan es sin duda rocambolesca como pocas, decir que George Washington era un caníbal y que en la actualidad cuenta con unos lunáticos seguidores, que siguen sus mismas costumbres gastronómicas y que incluso se visten para la ocasión, con ropas que parecen sacadas de la guerra de la independencia, con pelucas blancas, pantys y la cara espolvoreada de blanco, es algo grotesco, por si fuera poco, estos secundarios realizan unas interpretaciones un tanto desmedidas y llenas de pantomimas, asemejándose en momentos a aficionados sacados de una obra de teatro de barrio. Pero gracias a estos individuos veremos dos impactantes escenas, incluido un espectacular festín caníbal, que ni el mismísimo Hannibal Lecter en sus mejores tiempos, una imagen muy bien realizada, llena de sangre y vísceras.

Los actores protagonistas realizan un trabajo pasable, entre las que se podría destacar la del actor Myron Natwick, con una interpretación bastante lograda con un personaje que recuerda sorprendentemente al Reverendo Kane de "Poltergeist II". Dejando a parte la crítica al patriotismo que pueda tener la historia, la idea es original y el capítulo logra entretener al espectador, utilizando mucho humor negro, y más bien poco terror, pero finalmente todo su encanto se evapora, como si su director se hubiera percatado de que casi tenía una hora de rodaje grabada y hubiera tenido prisa por terminar la historia, terminando con un brusco final de capitulo. Por si fuera poco, tendrá un epílogo con una sátira política, un chiste bastante malo, que el señor Peter Medak, se podía haber ahorrado, ya que hace sonrojarse de vergüenza al espectador.

En definitiva, un capítulo sin duda original pero decepcionante, parece que tras el incomprensible éxito que tuvo el capítulo "The Homecoming" de Joe Dante, en la anterior temporada de la serie, a todos les apetece hacer sus protestas sociales o políticas. Tanta historia americana y tanto presidente de los Estados Unidos no puede ser bueno.