La brujería y todo lo que rodea al mundo de las brujas, que ahora está nuevamente en boca de muchos aficionados al género de terror por el (supuesto) inminente estreno en nuestras pantallas de la última (e interesante) película de Rob Zombie, The Lords Of Salem, es una temática bastante utilizada a lo largo de la historia del cine aunque lamentablemente con pésimos resultados en la mayoría de ocasiones (ya veremos que nos depara Alex de la Iglesia en Las Brujas de Zugarramurdi). Cosa extraña, porque ese mundo oscuro, esotérico, ritual y macabro de la brujería a priori parece un caldo de cultivo estupendo para la “magia” del celuloide.
Algunos aspectos del film son bastante interesantes, como por ejemplo: la atmósfera gótica y fantasmagórica que transmite el pueblo de Whitewood muy del estilo pulp de Creepy (gracias a una correcta ambientación pese a lo sobrio y minimalista del atrezzo); una estupenda fotografía en blanco y negro (sin duda lo mejor de toda la película y obra de Desmond Dickinson); el mal rollo que desprenden los enigmáticos personajes interpretados por Christopher Lee, Patricia Jessel (en un doble papel) y Valentine Dyall y la hipnótica partitura compuesta por Douglas Gamley. Entonces, ¿por qué no funciona? La respuesta de siempre, el guión. Pero vayamos por partes (y en este caso las hay y bien diferenciadas).
No obstante, los más fanáticos del género es posible que encuentren atractivo su visionado, por tratarse de un producto no excesivamente conocido que combina brujería, sectas y pactos con el diablo, sin caer en la truculencia (la película huye constantemente de mostrar sangre) y decantarse por las atmósferas opresivas y llenas de suspense. Lástima que la falta de medios convierta el guión en una sucesión de torpezas y “cutreces” que enervan al más paciente (las actuaciones de Dennis Lotis, Tom Naylor o Norman Macowan cuyos personajes cobran mayor relevancia en la segunda parte son deplorables, y algunas situaciones dignas de las parodias de El Informal). Pese todo sus escasos 80 minutos pasan volando (lo cual al menos se agradece).
Un pequeño detalle para acabar aunque contiene SPOILER así que dejad de leer los que estéis dispuestos a dar una oportunidad a esta cinta. La estructura de la película, al igual que en la producción del mismo año, Psicosis, cambia completamente cuando la (supuesta) protagonista de la historia, la joven y rubia estudiante Nan Barlow, que estaba llevando el peso e hilo de la narración muere en un ritual de brujería y sus familiares emprenden desesperadamente su búsqueda. Al final, al igual que sucedía en la obra del maestro Hitchcock (que se estrenó antes), los personajes giran el cuerpo, que aparece de espaldas, de la bruja que muestra su verdadero rostro desfigurado.
4 comentarios:
Max, a mi estas películas siempre me terminan fascinando. No importa que el guión sea flojito, siempre se puede sacar algo.
Rec, te falta poner en la crítica de este señor el link a mi review de La Máscara del Demonio, lo dejo como apunte (http://elcuervoenteradillo.blogspot.com.es/2012/12/critica-la-mascara-del-demonio.html)
Besis!
Reb, no se te pasa una eh? ;)
Gracias por el dato, editado y añadido el enlace.
Saludos.
TWG, entiendo lo que quieres decir y en ocasiones me sucede también, pero cuando las formas son (como en algunos pasajes de esta película) tan bochornosas, acaban lastrando todo el conjunto. De ahí mi suspenso. Échale un vistazo y me comentas, aunque por lo que te voy conociendo creo que te gustará.
Un saludo.
P.D. Si en la segunda parte la película no bajara tantos enteros habría estado muy bien. Lástima.
Bien, la verdad que me lo apunto para verla y comentarte qué me parece
:)
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