La directora Agnieszka Holland, que tiene entre sus títulos algunas de las mejores pelis europeas de una época (Amarga cosecha, Europa, Europa, Vidas al límite y Washington Square entre otras) se ha curtido dirigiendo pilotos y capítulos de serie de envergadura como The Wire, Caso Abierto, Treme y The killing, y tras su magnífica película In darkness ha tenido la valentía (osadía, sí) de hacer una miniserie remake de una de las obras cumbres del terror, una joya del género que hace poco nos diseccionaba brillantemente Max Cady con su crítica de La semilla del diablo de Roman Polansky. Para ello, y consciente de que su “obrita” no va a estar jamás a la altura de esa cumbre, nos cuela que se ha inspirado más en la novela, de Ira Levin, que en el film, cosa absolutamente incierta, pues recurre a todos y cada uno de los golpes de efecto que el sabio Polanski se sacó de la manga y no están contenidos en la novela.
Para empezar, diremos que el escenario se cambia radicalmente, buscando un aire nuevo en las calles de París, en vez de las de Nueva York. Ahí radica su mayor cambio objetivo y posiblemente uno de los errores más gordos de todo el guión, obra de Scott Abbott y el preciado James Wong. Y es que en ese París, todo el mundo habla un inglés perfecto, no sólo cuando los franceses están ante el matrimonio neoyorkino, sino entre ellos. Ejem. Sigamos.
La historia, por todos conocida es un calco prácticamente de la película de Polanski, Rosemary y Guy Woodhouse dejan Nueva York por París, con la esperanza de seguir con sus vidas adelante tras haber sufrido un doloroso aborto repentino. Por aquello del azar, conocen a los Castevets, millonarios propietarios de un edificio asombroso, La Chimere, (donde esté el edificio Dakota...) donde les ofrecen un pisazo a precio de saldo. Como no dudan de las gangas, lo aceptan y dejan que estos vecinos, con diferencia lo mejor y más relevante de la adaptación, Margaux y Roman Castevet interpretados por la preciosa Carole Bouquet y el guapérrrimo Jason Isaacs, les den la bienvenida y se involucran en su vida. En primer lugar, promocionando la carrera de Guy como escritor, que estaba totalmente estancada. Rosemary comienza a distanciarse un poco de su única amiga en la ciudad, Julie, y acaba quedándose embarazada de nuevo, en una escena que intenta modernizar la secuencia del barco original y desgraciadamente ni se le acerca. Guy comienza a pasar casi todo su tiempo con Roman abandonando a Rosemary, mientras que Margaux, le asegura a Rosemary que las hierbas y la medicina holística le ayudarán en este nuevo embarazo. Entonces Rosemary empieza a olerse la tostada y comienza a investigar el edificio y sus anteriores residentes y descubre un pasado muy oscuro, la verdadera identidad de Roman y lo que pretenden hacer con su hijo. Enloquecida, trata de huir del lugar pero acaba volviendo a casa y “sufriendo” otro aborto. Pero como bien sabemos, las cosas no son del todo así.
Como he dicho, lo mejor de la mini serie es con diferencia la elección de los Castevet, guapos, morbosos y buenos actores, que hacen de su aparición en pantalla lo mejor de cada segmento en los que se ha dividido la serie (4 capítulos estrenados de dos en dos el 11 y el 15 de mayo), Jason Isaacs como Roman Castevet y Carole Bouquet como Margaux Castevet.
El resto del elenco es bastante flojito, empezando por un Patrick J. Adams como Guy Woodhouse, el papel que ya hizo John Cassavetes, ahora escritor en lugar de actor, Christina Cole como Julie y Stefano Cassetti (maravilloso en Joven y Bonita del 2013) haciendo de su papel, el demonio de ojos azules, el de un simple chulazo de anuncio de perfume para subir y disparar las hormonas.
Pero con diferencia, lo peor, es lo que era lo mejor en el original: Mia Farrow, luciendo esa fragilidad, esa debilidad mental al borde del colapso, ese adelgazamiento en pleno embarazo y ese corte que hizo famosísimo a Vidal Sasoon. Aquí Rosemary es Zoe Saldana (tengamos en cuenta que toda su familia es productora de la serie, así que debe ser un capricho que la avatar tenía desde niña), haciendo una mezcla de Beyoncé ciclada con la loca de las coles, en una interpretación burda, ridícula, desmotivada y sinsentido. Se corta el pelo también sí, (pero de mentira, porque semejante pelucón del chino no puede ser un corte de peluquería diplomada, qué digo diplomada, ni de aprendiza).
Se echa de menos a Ruth Gordon también, seguro, pero la belleza madura de la francesa al menos no la hace odiosa, como ocurre con la Saldana.
Y es que parece que el proyecto de la NBC era más o menos: “Las series basadas en pelis están de moda, mira la que nos están dando con Psycho y Hannibal... Hagámos una de miedo, mira, La semilla ésa del Polanski, pero nos la hacemos en París aprovechando el viaje de mi mujer a Dior y ponemos a una negra, ojo, no demasiado negra tampoco, en el rol principal, que fijo que levanta ampollas eso de que una negra vaya a engendrar al hijo de Satán, bien es sabido el tira y afloja que tenemos con Obama... Y poco más, léete la novela, o bueno, si eso, pásatela por encima mientras ves la peli y le dices a la del nombre raro que nos la dirija...”
Vistos los errores más gordos, recreémonos en otros:
A día de hoy, no existe mujer en la Tierra, ni en Iowa, que actúe como lo haría en 1968, con lloriqueos continuos, sin enterarse de nada de lo que ocurre a su alrededor y en pleno embarazo de riesgo sustituyendo un médico normal por un siniestro que receta hechizos y brebajes.
El momento lesbianismo, aparte de desconcertar, y mucho, es tán poco valiente, que se queda en un morreo que no vale para nada en absoluto. Pero bueno, la Saldana creerá que es muy normal que tu casera te tumbe en la cama y casi te haga la tijera...
Guy, que si bien en la peli tenía menos protagonismo por aquello de la duración, está sin embargo mucho más desarrollado aquí, pero peor, mucho peor. No ya por ese estilo cultish sexy que nos luce con la misma barba de tres días después de haberse afeitado, sino porque no acaba de encajar en el siniestro plan, cosa que Cassavetes hizo maravillosamente. Aquí se reduce a ser un pelele bobalicón y blando que preñada su mujer de Satanás se siente inferior y está, ojo, nueve meses sin tocarla. ¿No es como para sospechar, Saldana?... Igual por eso casi cuela la tijera....
En el original, la noche en que se engendra al bebé, la pesadilla del barco, es una bestia demoniaca quien preña a Rosemary, y oye, era creíble. Aquí como Castevet es Marcato, pero también el demonio y la bestia, no acabamos de entender quién lo hace y qué pinta el buenorro de Stefano Cassetti en todo esto...
Otro momento digno de mención es el hecho de que aunque por ahí se lea que la peli es gore, de gore tiene lo que yo de ingeniero de caminos, vamos, nada, pero sí hay muertes. Todos los que rodean a Rosemary de hecho, el cura ortodoxo, su mejor amiga, la superior del marido, el comisario de policía que la ayudaba, la anterior residente preñada también, su marido ante sus propios ojos... Vamos, que si eso no es para desequilibrar a alguien y más en un país extranjero, que venga Dios y lo vea. Pero Saldana, que es una heroína se preocupa de organizar su baby shower (costumbre horrible, que como todas ya vamos adoptando aquí) rodeada de viejunos que ni son amigos ni familia, porque ¿dónde están las familias de ambos?, ah, no se sabe...
En definitiva, es carne de protesta feminista, porque vale que en la versión de Polanski, una mujer dependía del marido no ya sólo del vínculo legal, sino del emocional de manera más fuerte, pero trasladado al siglo XXI se ve ridículo que si sabes que tus vecinos son brujos, piensas que quieren comerse a tu hijo y ves que tu marido está en el ajo, no tengas lo que tienes que tener para pirarte sin hacer la maleta. Vamos que lo cuentas a una anciana en las Hurdes y no se lo traga.
Y es que el satanismo es una reversión del cristianismo y cabría esperar en la alteración de las cosas a partir de la fuente de material para esta versión, y no tocándolo todo por encima, sin mojarse, como acaba haciendo.
La cinta de Polanski ya era larga, pero nada estaba estirado, todo cuadraba. Ésta es mucho más larga, cuenta menos y oh!Horror!, aburre hasta la saciedad. Prueben si no a ver las dos partes seguidas de este remake a la par tedioso que risible.
¿Recuerdan la última escena de la película, culmen de la histeria y la locura, absolutamente claustrofóbica en aquella sala atestada de viejos satánicos con una cuna negra?... Aquí parece que la recién parida es Carrie Bradshaw, en un loft de lujo con tonos pastel y una cuna roja.
Ese final absolutamente eficaz de la novela y la cinta de Polanski es aquí una tomadura de pelo.
Como tomadura de pelo (llámenme puntillista) es que los encargados de FX y maquillaje no hayan visto nunca el interior de un pollo o una pularda. En un momento dado, Rosemary prepara la cena, abre el pollo y empieza a sacar como kilo y medio de entrañas de tamaño casi humano y viscosidad que no existe en toda la naturaleza y lo devora. Joder, si es que hasta lo fácil lo estropean...
Ingentes intentos de resultar chic socavan por completo el suspense, la claustrofobia y eso que brillantemente domina el director de la original, la fina linea que separa cordura y locura.
Los intentos equivocados de asustar mediante el uso de sangre y esas vísceras distan mucho de lo genial del concepto original, en el que no había nada más aterrador que la imaginación.
Y es que volvemos a lo de siempre, ¿para qué hacer un remake de algo perfecto?. Puede ser para atrapar a las nuevas generaciones de espectadores que se resistan a un clásico, pero desde luego no es ésta la manera ni el tono de hacerlo.
Yo afronté el reto con la mente abierta, vacía de prejuicios, pero es imposible no percatarse de lo inútil, absurdo y sin sentido que va a ser todo.
¿Es este el peor remake de los últimos tiempos? Probablemente no, aunque se haga larga, la historia de Levin sigue atrapando y al menos tiene partes entretenidas.
¿Es un buen remake? En absoluto, es malo hasta decir basta.
Lo mejor: La fantástica actuación de Carole Bouquet, que a pesar de ser totalmente diferente a la que hizo magistralmente Ruth Gordon, es uno de los pocos, por no decir el único, aciertos de la serie.
Lo peor: Zoe Saldana. Desgraciadamente podremos olvidar a la Gordon gracias al tour de force que hace la Bouquet pero JAMÁS a Mía Farrow, y menos con una actuación cazurra, ridícula, ñoña y propia de otro siglo. Lo siento, chata, la has cagado.
11 comentarios:
Lo único que me interesa de esta nueva adaptación o remake o cagarruta (como queráis llamarla) es Jason Isaacs, un actor al que siempre es un placer ver.
Por lo demás, tú crítica estupenda, Damien, me has arrancado unas cuántas sonrisas.
Damien, te diría que me has ahorrado cuatro horas de torture-porn doméstico, pero es que para acercarse a algo como esto, o hay que estar poseso (como es tu caso), tener mucho tiempo libre o directamente, ser un temerario (y creo que de esto, también tienes algo,jeje).
Pues todo lo que explicas detalladamente en tu estupendo análisis, es a grandes rasgos lo que servidor esperaba de este engendro televisivo, que una cosa es una serie como pueda ser Hannibal o Bates Motel (y le tengo muchas ganas a ambas) y otra, un producto de este formato, que por lo general, se suelen traducir en auténticos bodrios bochornosos.
Estoy seguro de que alguna "gran" cadena televisiva española, de esas que ofrcen productos de calidad contrastada como Tele 5 o Antena 3, comprarán los derechos de esto en un momento u otro y aun lo venderan a bombo y platillo.
Saludos.
PD: Alguien debería decirle a la srta. Zaldana que igual esto de la interpretación, no sería lo suyo...
Una crítica estupenda Damien Thorn. Yo, en mi “ingenuidad” y “positivismo” desmedido, albergaba la esperanza de que fuera al menos un producto digno y aceptable (dado que llegar a las cotas de la obra de Polanski era prácticamente imposible). Cuando me enteré de los cambios de localización (de N. York a Paris), mi positivismo desmedido menguó, pero después de leerte (y reírme bastante con tú análisis) no pienso acercarme a ella ni por prescripción médica.
Saludos (y gracias por ahorrarme cuatro horas de indignación y decepción).
P.D. ¿Pero Zoe Saldana es actriz? Pensaba que era un animatronic!!!!!!
y yo que siempre creí que eras ingeniero de caminos...
Si ya la palabra "miniserie" me pone los pelos como escarpias, si encima tarta el tema que trata y escogen a la actriz principal que escogen (no tenía ni idea de que su familia era la productora, pero ahoooooora entiendo muchas cosas...), pues no podía esperar nada mejor que leer una crítica tan divertida como la tuya y pasar página. De la miniserie mejor ni hablo.
Saludos
Yo le tenía ganas pero en plan: ojala venga alguien y diga: qué buena es, lo han hecho genial y entonces verla y disfrutarla!
Pero no iba a ser tan sencillo todo, desde luego.
Todo apunta, según tu maravilloso análisis de la miniserie; que los fallos son los normales. Es una tarea ardua hacer un remake de una película tan perfecta como La semilla del diablo de Polanski, pero alargarla a una miniserie de cuatro episodios... es otro nivel.
Yo también creo que Zoe quería ser Mia Farrow y le pidió a todo el mundo que por favor la dejaran hacerlo y así, sin casting ni ostias, no se hacen las cosas!
Aun así... ¿la veo?
Arian, muchísimas gracias por tu comentario!
Es cierto que al menos ver a Isaacs tiene su puntazo, pero no esperes mucho más... Es una patata!
Un saludo!!!
Querido Rector... Ojalá fuera un torture porno en la que se ensañaran y bien con la Saldana, que tela marinera... Pero sí, son cuatro horacas que te puedes ahorrar perfectamente...
Ahora viene la miniserie de La profecía.
Y eso sí que no....
Max, muchas gracias por tus palabras...
Creo que sí, que en su CV ella va muy digna y pone "actriz", aunque su mejor papel vaya a ser siempre el digitalizado aquel en el que ella no es que le echara mucho arte interpretativo...
Sabiendo lo mucho que te gusta el clasicazo, es un honor evitarte este pertiño que para desgracia nuestra no ha funcionado nada mal fuera y aventura futuras incursiones del animatronic en nuestras pantallas...
Y que actrizones como la copa de un pino no trabajen... Manda huevos!!!
Un saludo y muchas gracias!
MissT, lo de ingeniero de caminos me pasa constantemente... Jejeje!
Me alegro, de veras, que te la evites, porque no te va a gustar nada en absoluto. Como a cualquiera con buen criterio.
Un saludo y muchísimas gracias!!!
May, yo no se la recomendaría ni a mi dentista después de sacarme la muela equivocada... Pero si aún así eres una sufridora (yo lo soy, y así me la tragué) igual encuentras alguna virtud que yo no he visto.
Desde luego, de lo peorcito hecho últimamente para la tele....
Un saludete!
Hola, voy a aprovechar este post para pediros un favor bastante grande (es que necesito a unos expertos como las personas que gestionan este blog tan rico en contenidos).
Es que no consigo recordar el título de una peli (o puede que fuera un capítulo de una serie antológica) en la que todos los bebés del mundo se morían por el hecho de que se había alcanzado el cupo mundial de almas.
A partir de ahí se pasa a una instalación (en el desierto? O, más bien, en el medio de la nada) donde las mujeres embarazadas viven al lado de personas a punto de morir para quedarse con sus almas a la hora de parir.
¿Es que podéis ayudarme? :)
¡Gracias!
Publicar un comentario
¿Tienes opinión? No seas tímido/a y compártela, pues en la diversidad está el gusto. Eso sí, intentemos no destriparle la película a nadie y avisa de SPOILERS al resto de lectores/as siempre que tu comentario los contenga. De no ser así, este será eliminado. Gracias.