En el año 2014, ‘Hwayi: Monster boy’ de Joon-Hwan Jang se alzó con el premio especial del jurado en la sección Focus Àsia del festival de cine fantástico de Sitges. La cinta que se beneficiaba del gran trabajo de Jin-gu Yeo que daba vida al joven protagonista, seguía la línea de ese cine de violencia y venganza que tan bien se les da a los surcoreanos y tanto nos gusta por estos lares. Bien acompañado por Yun-seok Kim (‘The Chaser’, ‘The yellow sea’) lo único que se le podía echar en cara a la película era su duración y la sensación de que, a pesar de encontrarnos ante otra de esas cintas que como espectadores disfrutamos mucho, esta abusaba demasiado de ciertos clichés haciendo que el exceso de la historia no consiguiera eclipsar la sensación de estar ante una cinta que ya hemos visto mil veces antes.
Diez años antes, Joon-Hwan Jang se puso detrás de las cámaras para dirigir el que fuera su primer largometraje y nos dejó en ‘Salvar el planeta Tierra’ una excesiva cinta que mezclaba el humor con la ciencia ficción, los secuestros, las investigaciones policiales y los chubasqueros salpicados de sangre, y todo esto a ritmo de las archiconocidas canciones ‘Over the Rainbow’ (En su versión del grupo coreano Transfixion) y ‘Besame mucho’ (Aunque el uso de esta última dista mucho de la forma escogida por Wong Kar-wai de utilizar esta canción en alguna de sus películas). ‘Salvar el planeta Tierra’ es otra de esas cintas que podrán gustar o no, pero que desde luego se muestran total y absolutamente sinceras con el espectador desde el comienzo de la misma: Joon-Hawn Jang deja patentes muestras del exceso y de la excentricidad con la que el espectador se va a encontrar a partir de ese momento.
Tras el comienzo de esta película todo el mundo sabe que puede esperar de una película como esta, otra cosa es que el espectador pueda ser capaz o no de conectar con la manera escogida por el director coreano para contar su historia, con su sentido del exceso y del espectáculo (Cuando escribí la crítica de ‘Meteletsa: Winter of the dead’ hice un comentario prácticamente parecido. Ambas cintas se muestran sinceras con el espectador y nadie podrá considerar que se les ha engañado. Si bien ‘Salvar el planeta Tierra’ deja claro el histrionismo y su exceso, la película de Nikolay Pigarev hace lo propio pero mostrando su falta de chispa y fuerza lo que deriva en una cinta realmente aburrida).
Byeong-gu está obsesionado con la idea de que los extraterrestres están entre nosotros. Tras arduas investigaciones, este llega a la conclusión de que el dueño de una importante industria química es uno de ellos y se puede comunicar con su líder supremo mediante telepatía. Byeong-gu tomará una drástica decisión: Secuestrar al empresario para así poner fin a la invasión y poder salvar al planeta.
Aunque ‘Salvar el planeta Tierra’ se mueve en varios niveles tocando géneros muy distintos pero sin centrase especialmente en uno (Comedia, ciencia ficción, thriller, torture porn…) la palabra que mejor define a esta película es simple y llanamente: Exceso. Y esto es algo que puede jugar tanto a favor de la cinta como en contra debido a que la manera escogida por el director para narrar la historia de Byeong-gu puede resultar lo suficientemente atractiva para todos los amantes de las rarezas y del cine que se mueve fuera de los parámetros que consideramos convencionales y que juega con ideas propias de ciertos géneros para jugar con ellas, pero puede frenar al resto. Acercarse a ‘Salvar el planeta Tierra’ es hacerlo con ganas de divertirse y sorprenderse. Aunque la cinta de Joon-Hwan Jang posee el gran problema de muchas de las cintas actuales y que también tiene su siguiente película ‘Hwayi: Monster boy’ y no es otra cosa que su duración (En este caso nos vamos hasta las casi dos horas de metraje) la película se sigue, si el espectador ha conseguido entrar en ella, con creciente interés lo que deriva en que una vez finalizado su visionado recordemos a ‘Salvar el planeta Tierra’ con gran simpatía (Y eso hoy en día no es fácil de conseguir).
Es inevitable pensar en varias películas a la hora de ver ‘Salvar el planeta Tierra’. En alguno de los casos es clara la intención de Joon-Hwan Jang por jugar con esas referencias (Como ocurre con ‘Sospechosos habituales’ de Bryan Singer o ‘2001: Una odisea del espacio’. Momento que nos deja sin duda alguna la mejor escena de la película. La reformulación de las historias bíblicas fusionadas con la cinta de Kubrick nos deja uno de esos momentos que por si solos justifican ya el visionado de la película. Esos minutos resultan, desde el punto de vista de la persona que escribe estas líneas, absolutamente soberbios) junto con otros que están presentes en la memoria del espectador (Mas de uno se acordará de ‘Maniac’ de William Lustig o de la versión de Franck Khalfoun ya que los protagonistas de estas cintas y Byeong-gu trabajan con maniquíes.
¿De verdad nadie pensó en lo tétrico que resultó el último anuncio de la lotería de navidad en España?. Incluso, aunque de una manera más forzada, ese viaje en coche que se muestra en los títulos de crédito iniciales pueden llevar a más de uno a recordar el viaje de ese extraño consejero sentimental de ‘Milocrorze – A love story’. Aprovecho estas líneas para reivindicar la película de Yoshimasa Ishibashi, otra de esas cintas que también hacen del exceso su seña de identidad pero que resulta tremendamente entretenida y muy interesante. El hecho de que el protagonista secuestre y torture al dueño de un imperio químico también hará que más de un espectador se acuerde de algunas cintas surcoreanas. Por momentos la manera que tiene Joon-Hwan Jang de contarnos la historia de Byeong-gu pueden llevarnos a pensar que estamos ante una especie de parodia de la trilogía de la venganza de Park Chan-wook ).
Pero el exceso del que hace gala la película hace deriva en que a su director se le vaya de las manos la historia que maneja haciendo que la cinta tenga un ritmo desigual y que alguno de los personajes resulten demasiado caricaturescos y poco perfilados (Véase por ejemplo el caso de la novia equilibrista del protagonista). El director surcoreano se marca lo que podríamos llamar ‘un Hitoshi Matsumoto’ y sin llegar a lo que hizo el japonés en su cinta ‘Big Man Japan’ nos deja una parte final absolutamente delirante que aunque esta a la altura de lo esperado sorprenderá a mas de uno.
‘Salvar el planeta Tierra’ es una cinta excesiva. Una de esas películas en las que o se entra y se disfruta o parece una tomadura de pelo. A todos aquellos que estén cansados de ver siempre el mismo tipo de cine que copa las salas le recomiendo ver una película como esta (Fue editada en España de la mano de Avalon). Para todo aquel que no le gusten las rarezas o, digámoslo directamente, las fricadas, mejor abstenerse.
Lo mejor: La manera en la que el director fusiona ciertas historias de la Biblia y ‘2001: Una odisea del espacio’.
Lo peor: Lo radical de su propuesta puede frenar a más de uno. Su excesiva duración.
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