martes, 8 de noviembre de 2016

Crítica: A Dark Song

Los deseos son casi siempre desproporcionados, deseamos por encima de nuestras posibilidades, creyendo ingenuos que si esos deseos se cumplen, alcanzaremos una felicidad plena. No entendemos que uno de los rasgos que nos caracteriza es la necesidad de desear siempre, porque los sueños sólo son importantes cuando no se cumplen. Los sueños cumplidos pierden fuerza desde el primer segundo en que se cumplen, precisamente porque dejan de ser deseos y se convierten en realidades y la realidad, para cualquier ser humano siempre es peor que el más ridículo de los sueños.

Tengo muy claro que uno de los momentos al que más nos gusta llegar del del día, es cuando nos perdemos en ensoñaciones. ¿Qué no daríamos por ver estos sueños cumplidos? ¿Qué no haríamos por vivir estos anhelos?. "A Dark Song" nos enseña lo que somos capaces de hacer, lo que somos capaces de soportar por conseguir aquello que queremos, y lo enseña de una manera dura, directa y muy oscura, sobre todo muy oscura porque la canción que aquí suena es tan oscura como el mar en plena noche.

"A Dark Song" es una película que nos adentra en la cara más amarga del ocultismo, en la cara B de los ritos más radicales para invocar a aquello que deberíamos temer y poder llegar a una fuerza desconocida con un propósito claro. Son muchas las películas que nos han introducido en los peligros de las invocaciones, sobre todo cuando no se conoce el alcance ni el medio a través del cual nos movemos en el mundo físico y el espiritual. Estos peligros siempre han venido derivados del resultado de dicha invocación, de desatar fuerzas desconocidas en un plano en el que no deberían estar, no por el ritual en sí, que es lo que "A Dark Song" muestra con todo lujo de detalles.

El debut de Liam Gavin viene cargado de dramatismo, como es habitual en cuestiones sobrenaturales y también de segundas intenciones por parte de cada uno de los dos personajes que dan luz y sombras a "A Dark Song", porque en su primer largometraje, este director arriesga al máximo al vérselas con una historia de tan solo dos personajes en un único entorno, porque si ya de por sí no es difícil mantener el interés del público con sólo dos personajes, imaginad cuándo reduces sus movimientos a un único espacio, en este caso a un par de habitaciones en una casa victoriana. Pienso ahora en la maravillosa "Swiss Army Man" y pienso que aquella se recreaba en los paisajes, que ayudaban mucho a la narración, pienso ahora en "A Dark Song" y creo que los dos primeros tercios son un ejercicio de tensión apoyados en el guión, las suspicacias y el buen hacer de los actores, de un nivel top.

De lo que se trata en "A Dark Song" es de la capacidad de morir en vida cuando hay sucesos dramáticos que no podemos superar. Trata de la necesidad de enmendar la culpa y la necesidad de venganza. Trata de acercarnos a lo desconocido sin importar las consecuencias, trata de hacernos dudar sobre la condición humana y la posibilidad de que los pillos sepan aprovecharse de las desgracias ajenas para sacar provecho. Y sobre todos estos tratamientos destaco la ambigüedad a la que juega "A Dark Song" con el personaje de Joseph, ya que navegas entre dos aguas con él casi hasta el final.

Os pongo un poco en tesitura para que me entendáis mejor, "A Dark Song" es un largo ritual con el que Sophia intentará satisfacer una necesidad imperiosa por establecer contacto con el más allá. Para ello necesita a Joseph, quien será su maestro de ceremonias y su mentor en todo el proceso, al que deberá obedecer en cada una de sus peticiones. Este ritual es uno de los más extremos vistos en pantalla y ambos tienen que estar preparados para lo que pueda venir, porque en este proceso de enclaustramiento durante meses, que es lo que dura el ritual, necesitan alcanzar niveles extremos de privación y aguante para ver algún tipo de resultado. Ni que decir tiene que el ritual es intensamente peligroso, pero que si se completa con éxito, la recompensa será inimaginable.

En este proceso, el simple espectador se convierte en espectador de lujo, pues la película es intimista y preciosamente lo que pretende es que su audiencia espíe por un hueco, pero que no se implique demasiado con los dos únicos protagonistas porque uno se pasa toda la película dudando entre amarles u odiarles porque tienen un buen trago ambos. Destaca la tensión que se genera entre los dos, producto de las experiencias que viven y producto también de la desconfianza, que debería sido el tema principal sobre el que la película tendría que haber versado para no manifestar otra cosa que la crueldad humana. Sin embargo, los derroteros son otros y la película en su cuarto final opta por el fangoso territorio de lo sobrenatural con un desenlace que te saca por completo de la narración tan opresiva que habíamos vivido hasta el momento y que descalabra un resultado que podría y debería haber sido mucho más contundente.

Sobra decir que los dos protagonistas están soberbios en sus respectivos papeles. Catherine Walker ("Dark Touch"), está perfecta en su papel frágil y frío a la vez y Steve Oram ("Sightseers") es un animal de la interpretación, que hace creíble todas y cada una de sus pieles. Ambos mantienen el peso de la narración sin perder el equilibrio en ningún momento, pese a que el guión sí que lo pierde en su parte final. Y no quiero cerrar el apunte más técnico sin destacar también la fotografía, típica del cine irlandés, que tan bien le sienta a una propuesta como esta.

Desear con fuerza es necesario para luchar, para encarar cada problema y dedicarle tiempo a la solución, hacer lo que sea necesario para conseguir nuestros deseos es lo peligroso, porque la línea que define los límites, a veces se dibuja con el dedo en el agua y desaparece en el mismo instante en que nos sacamos las manos. Es entonces cuando el límite existe pero nuestro deseo no nos deja verlo y en ese momento, cuervos míos, probablemente ya estaréis de mierda hasta las orejas.

¿Deseo que os apetezca ver "A Dark Song"? Sin duda lo deseo, pese al desenlace, yo la disfruté bastante, aunque esa no es la cuestión, la verdadera pregunta es si a vosotros os apetece meteros de lleno en el mundo de esta canción oscura.


7 comentarios:

El Rector dijo...

Missterror, ni una coma le puedo añadir a tu análisis. Coincidimos en todo. Yo igual le habría dado algo más de nota, pues me parece una de las cintas de ¿terror? más interesantes de este año. Con tanta película ñoña para quinceañeros sobre espíritus, da gusto encontrarse con algo tan sobrio y serio como lo que plantea "A Dark Song", pese a que coincidimos en que ese desenlace, no sería el más apropiado. De hecho, yo habría abogado por algo SPOILER que no tuviera que ver con el fantástico y me habría centrado mucho más en mostrar una relación mucho más perturbadora entre ambos personajes. Lo se, estaríamos hablando de una película muy dura, enfermiza incluso, pero como habría molado... en ese sentido hace algún amago, pero se queda muy corta.

Ahora, como película de espíritus, lo borda. A no ser que seas un degustador de cosas como "Ouija" y tonterías similares. Entonces, más vale no acercarse a algo como "A Dark Song". El resto de espectadores con paladar, la van a disfrutar de lo lindo.

Saludos.

Missterror dijo...

Rector- no seré yo quien discuta tu comentario ;)"A Dark Song" es muy potente y debería haber sido una de las mejores películas del año sin pestañear, de no ser por esa parte final que desentona y que te saca por completo de todo lo conseguido con tanta oscuridad hasta entonces. ¿En qué pensaba el director? También hay algún cabo suelto que no dejó clara su finalidad, pero en general " A Dark Song" es una magnífica película sobre lo natural y lo sobrenatural.
Estoy totalmente de acuerdo contigo cuando dices que esa relación entre los protagonistas daba para mucho y lo dejaron en simple insinuación, yo ya sabes cómo me lo estaba imaginando todo y las pocas ganas que tenía de toda esa parte sobrenatural...
Está claro que no es para el tipo de espectador que busca sustos y gritos a volumen alto, pero estoy segura de que hay un tipo de público que la va a disfrutar de lo lindo.

Saludos

Elena dijo...

Me ha encantado tu critica y tengo mucha curiosidad por ver esta película. Que envidia os tengo a todos los que podeis ir al festival de Sitges. Todos los años igual con tanta critica interesante de películas que una no puede ver hasta no se sabe cuando. Espero que esta sea mas pronto que tarde. The transfiguration también es otra que me tiene loca por todo lo que has comentado.

Missterror dijo...

Elena- Muchas gracias! Si con esta crítica te ha picado un poco la curiosidad, me doy por satisfecha, porque películas como "A Dark Song" corren el riesgo de pasar muy desapercibidas y merecen un poco de atención.
Respecto a lo que comentas sobre cuándo estará disponible fuera de circuitos festivaleros, ni idea. Entiendo lo que dices sobre el privilegio que supone poder ver muchas películas con bastante antelación cuando se proyectan en el festival de Sitges y luego hay que esperar muucho tiempo para que llegue al formato doméstico (de cines ya me olvido, por supuesto). Yo estuve mucho tiempo "odiando" a quienes podían ir a Sitges al festival y narraban las maravillas que allí habían visto, hasta que al final decidí que mis vacaciones debían guardarse para lo que realmente disfruto, y no te engaño si te digo que espero esa semana todo el año y que por supuesto, me olvido de otros destinos en otras épocas del año, para estar al 100% en esa semana allí. Sin duda, es un festival por el que todo cinéfilo tiene que pasar, al menos una vez en la vida, porque la experiencia es indescriptible y no sólo por poder vivir cine sin descanso, sino también por el ambiente que allí se vive, créeme, eso es único.
"The Transfiguration" es otra película que también merece la pena y que, me temo, que se va a hacer esperar porque ni siquiera hay trailer, así que la cosa está tomatosa...

Saludos

Shadow dijo...

Me empezó a gustar a partir del encierro. Es curioso como la creencia en algo determinado y unido a ideas religiosas puede llegar a normalizar el más anormal de los comportamientos. Tengo que reconocer, que al principio del encierro, el comportamiento violento y los gritos del guru me molestaron, pero creo era lo correcto ante una "clienta" poco motivada y menos sincera con cierto recelo y desconfianza hacia un guru que pide con demasiada insistencia la pasta.

Coincido en que el final es totalmente desacertado. Ver ese ser... es ridículo.

No coincido en lo que dices sobre los deseos, Misterror. No hay mayor placer en el anhelo, acompañado de dolor y desesperación en muchos casos, que en la realización de algo que as deseado intensamente. A veces hay búsquedas emocionantes, pero muchas son desesperantes, y sinceramente, si quisiera saltar obstáculos me habría apuntado a atletismo ;)

Missterror dijo...

Shadow- El comportamiento del gurú era reprobable sea cual fuere la motivación de la persona que había contratado sus servicios. Esto es una parte importante de "A Dark Song" para que se entienda la extrema carga emocional y física que implica el ritual. Creo que en este proceso es necesario odiar a los dos personajes e ir cambiando de opinión a lo largo de la película.

El anhelo al que me refiero es uno placentero, no doloroso. Si es doloroso, la espera es una tortura.
Los saltos de obstáculos, mejor físicos que emocionales, eso siempre ;)

Un abrazo.

J dijo...

Desconocía de donde venía esta voz. Es la historia de una madre coraje que pide a quienes no ayudan, condenados del más allá y recibe lo que no esperamos ninguno. Lógico, debo decir. A mi me parece una historia de abusos que acaba con un asesinato que se convierte justamente en un perdón casi divino.

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