¿Qué pasa por la cabeza de un asesino serial cuando pierde lo que lo define, es decir, la emoción de cobrarse una nueva víctima? Esa parece ser la pregunta que trata de responder Creep 2 (2017).
En esta continuación de la película estilo mumblecore de 2014, nos volvemos a encontrar con el personaje interpretado por Mark Duplass. (Echar un vistazo a la crítica de ésta en el blog).
Las primeras escenas de Creep 2 nos hacen pensar que Josef, quien ahora se hace llamar Aaron, se sigue conduciendo de la misma manera: busca acercarse a su víctima y generar confianza para luego asesinarla. A su vez, vemos como pierde esas ganas frente a cámara.
Por otro lado, conocemos a Sara. Ella dirige un programa online llamado Encuentros en el que busca empatizar y sacar lo raro de la gente a quien entrevista. O como ella misma bien lo define: “I want to reach some other weirdos and make something special for them”. El caso es que se siente defraudada ya que nadie parece interesarse en su programa. Ignorando las señales de peligro-un desconocido por internet le propone reunirse en una cabaña alejada- accede a filmar durante todo un día a Aaron a cambio de dinero y material interesante.
Así, la película parece comenzar de la misma manera que la primera, pero no tardan en aparecer las diferencias que hacen que entendamos que a pesar de que “Aaron” se comporta como en la película anterior- buscando generar un lazo con quien lo filma para luego disfrutar más al asesinar-, Sara no es ni por asomo igual que el Aaron original.
Una vez reunidos, Aaron le propone hacer un documental de su decadencia como asesino en serie. Se presenta a sí mismo como alguien en medio de la crisis de los cuarenta que ha perdido el gusto por matar. Sara, que duda si lo que le cuenta es cierto, se autoconvence de pasar el día con él. Piensa que un personaje como Aaron puede resultar interesante y hacer que su trabajo sea reconocido.
La película está filmada de la misma manera que la anterior, es decir, al estilo “found footage” pero a diferencia de otros films que resultan tediosos por los movimientos de cámara y mala imagen, éste deja que lo principal sean las actuaciones o la relación entre los personajes y el hecho de que sea un falso documental queda en segundo plano. El énfasis está en el diálogo y la relación que ellos van construyendo, siendo la naturalidad de éstos la clave. Así, la película deja de ser del género “terror” propiamente dicho, para pasar desde el drama hasta la comedia.
En cuanto a la relación entre ambos personajes, Aaron se va presentando ante Sara de a poco. Intenta asustarla con pequeñas actitudes ante las que ella reacciona como si no tuviera miedo y esto a él le resulta extraño. Conforme va avanzando la película, él se comporta de manera cada vez más neurótica, pero a ella no parece importarle. Es casi como si no tuviera miedo de morir. Por esta razón, la incomodidad que era innegable en la primera película, aquí no aparece. No nos afectan las acciones de Aaron, porque a Sara tampoco, pero sí resulta entretenida la interacción entre ambos. En esta segunda parte, ya conocemos bien a Aaron y su forma de proceder. De quien sabemos poco y nada es de Sara, y esto funciona bastante bien porque da la impresión de esconder algo y por qué no, ser capaz de estar a la par de Aaron.
SPOILERS Luego de la primera mitad de la película comienza a aparecer una relación amorosa entre ambos. Aaron siente que pude acercarse a Sara, ya que ella es diferente al resto, y así comienza a contarle cosas de su vida que nunca sabremos si eran del todo ciertas.
Por ejemplo, que su vocación de asesino comenzó luego de que a él lo secuestraran e intentaran enterrarlo vivo. Al haber podido escapar, su venganza fue desquitarse con el secuestrador. Además, le explica a Sara que su razón de existir es matar porque de esa manera toma algo de cada ser. Así, nos encontramos con un asesino que basa sus crímenes en lo espiritual.
La declaración de amor que Aaron dedica al final a Sara (“Eres mi musa, tú me inspiraste”, le dice), tampoco sabemos si es del todo cierta y gracias a eso se genera el poco suspenso que logra la película. Al saber que Aaron es capaz de matar, sólo nos queda averiguar si Sara también lo es o si su amor por ella logrará evitar el crimen. FIN SPOILERS
Aunque la película intenta desentrañar lo que pasa por la cabeza de un asesino al perder las ansias de matar, vemos que se queda a medio camino, opacando esta premisa la relación que se va generando entre los dos personajes. Relación que no resulta tan incómoda como la que existe entre Josef y Aaron en Creep, ya que la atracción en esta segunda parte parece ser recíproca y las extrañas personalidades de ambos son lo que mantienen el suspenso hasta el final.
3 comentarios:
Para todos los de Nido de cuervos:
Más allá del gusto que da hacer cada crítica, sí me siento muy identificada con la frase "I want to reach some other weirdos, and make something special for them", por eso felices fiestas a ustedes, y sigo siempre agradecida de tener un lugar en este Nido
Fleur, y agradecidos nosotros de poder contar contigo en esta nueva aventura cinéfila y cuervil, que será el 2018. Felices fiestas también para ti!!
Me gustó mucho la primera "Creep". Pero de esta secuela, no espero gran cosa y tiene bastante que ver con lo que comentas. Lo bueno de la primera era esa incertidumbre malsana y esa incomodidad que generaba la relación entre los dos personajes. Sin ese factor, sabiendo ya de que va la pomada, no veo por donde puede enganchar la trama.
De todas formas, ahora que Netflix la ha metido en su catálogo, es una buena oportunidad para pegarle un tiento.
Saludos.
De Creep 2 para mi lo ùnico destacable es la 1a escena. Luego me parece todo un poco pamplinada.
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