Crítica: Winchester

Si, definitivamente los Spierig Brothers han perdido el rumbo. Tras su estimulante ‘Undead’, su interesante visión acerca de cómo sería un mundo dominado por vampiros en ‘Daybreakers’ y el notable cruce entre ‘Sospechosos Habituales’ y el cine de Pedro Almodóvar en ‘Predestination’, el dúo de directores nacidos en Alemania y australianos de nacionalidad rodaron la impersonal ‘Jigsaw’, octava película de la saga iniciada por James Wan y Leigh Whannell cuyas personalidades parecen haber influenciado y por desgracia casi eclipsado a los Spierig.

Seamos sinceros, este ‘Winchester’ no se entendería como tal de no existir la saga de ‘Insidious’, de no existir las cintas de Wan centradas en Ed y Lorraine Warren. Es mas, se podría decir que ‘Winchester’ a pesar de estar basada o inspirada en hechos reales bien podría ser considerada como un muy flojo spin-off de ‘Insidious’, tanto es así que sin lugar a dudas podemos decir que los Spierig han rodado su propia Anabelle. Cambiemos a Lin Shaye por Helen Mirren, hagamos lo mismo con Leigh Whannel y Jason Clarke y cambiemos a Agnus Sampson por… bueno… mejor a este lo dejamos para que quede claro cuales han sido las influencias de ‘Winchester’. Todo en esta película deja claro que unos directores que hasta que el universo Wan se cruzó en su camino habían dejado interesantes y personales películas, se han subido al carro de éxito fácil, de explotar sin ningún tipo de reparo toda la sucesión de tópicos a los que por desgracia últimamente nos tiene acostumbrados el cine de terror centrado en casas encantadas y espíritus con malas pulgas.

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"Winchester a pesar de estar basada o inspirada en hechos reales bien podría ser considerada como un muy flojo spin-off de Insidious"

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Un doctor adicto a las drogas que utiliza para calmar el dolor que le produce el recuerdo de la muerte de su mujer, será requerido para examinar la salud mental de Sarah Winchester, heredera de la empresa de armas que lleva su apellido y cuya máxima obsesión es la de construir todo tipo de habitaciones sin aparentemente ningún tipo de sentido en la mansión donde vive.

No soy de las personas a las que la historia que cuenta esta película le llame especialmente la atención. Esta especie de biopic de Santiago Calatrava con espíritus situado en 1906 no es algo que a priori me resulte interesante pero reconozco que tras la muy decepcionante escena inicial de ‘Winchester’ esta plantea varias ideas a las que se les podría haber sacado mucho juego. Una, la de situar la historia en una casa cuyas mas de cien habitaciones y donde la constante construcción de nuevas y modificaciones de las ya existentes hacen de esta un autentico laberinto. Dos, la de presentar a un protagonista, médico de profesión, adicto a las drogas para aplacar el dolor que le produce la muerte de su mujer, fiel defensor de la idea de que hay que saber diferenciar entre lo que es real y lo que no, distinguir lo que vemos y percibimos por culpa de las malas pasadas que nos juega nuestro cerebro y de cómo esto afecta a nuestra salud mental. Y tres, la redención y la aparente crítica que parecen tener ciertas partes de la película relacionada con la principal fuente de negocio de la Winchester.

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“El guión escrito por los directores junto con Tom Vaughan no consigue explorar convenientemente la locura que puede producir en una persona como un entorno consigue desmontar sus más fieles creencias”

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La historia basada en el caso real de la mansión situada en el 525 de South Winchester Boulevard en San José y la influencia que tuvo una médium en la decisión de Sarah Winchester en la construcción de la casa muestra realmente el dolor que supone la perdida, algo que parece enlazar a los dos protagonistas y sobre lo que se podía haber desarrollado una gran historia. Y punto. Ahí se queda todo. En plantear varias ideas sumamente interesantes a las que los Spierig no son capaces de sacarles provecho, de desarrollarlas como a muchos nos gustaría. El guión escrito por los directores junto con Tom Vaughan no consigue explorar convenientemente la locura que puede producir en una persona como un entorno consigue desmontar sus más fieles creencias, un entorno laberíntico que hubiera sido sinónimo directamente de locura: La casa como representación el conflicto que se plantea en sus personajes, en especial en él.

‘Winchester’ podía tener todo a su favor para convertirse en una mas que interesante cinta de terror psicológico que jugara con la percepción del personaje interpretado por Jason Clarke y de si aquello que nubla su juicio es derivado de su adicción, de la fuerte personalidad de su anfitriona o si simplemente es real. Pero no, los Spierig y Vaughan dejan de lado todas estas buenas ideas sobre las que se sustenta su historia para crear una típica y tópica historia de casas encantadas que a falta de un guión interesante recurre casi constantemente al susto fácil y a la repetición de ideas mil veces vistas antes, tanto es así que el clímax final de la película solo se puede describir con una palabra: Decepcionante.

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“los Spierig y Vaughan dejan de lado todas estas buenas ideas sobre las que se sustenta su historia para crear una típica y tópica historia de casas encantadas”

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‘Winchester’ es una cinta de terror que no funciona en ningún momento, una película que no acaba por enganchar al espectador por culpa de la necesidad de recurrir al susto fácil para ocultar lo poco consistente que resulta una historia que parece que podía tener los suficientes elementos a su favor para acabar siendo como mínimo una interesante película, pero que acaba convirtiéndose en una cinta mas de casas encantadas que dejará en el espectador la sensación de que ha perdido poco mas de hora y media de su vida viendo otra vez lo mismo pero contado sin gracia.

Los Spierig no saben sacar provecho a la casa (Algo que me parece del todo injustificable y una verdadera lastima), ni esta película puede ser entendida como una crítica al indiscriminado uso de las armas en Estados Unidos. Ni Helen Mirren, Jason Clarke, Sarah Snook o Eamon Farren consiguen levantar una película que como la mansión Winchester parece haber sido construida sin mucho sentido. Puede que ese fuera el verdadero objetivo de esta cinta, trasmitir el espíritu de la mansión usando para ello película. Y puede que ahora algún alma descanse en paz, desde luego no la de los de los espectadores. Si esa era la intención, los Spierig lo han conseguido… A día de hoy el único Winchester que me sigue gustando es el de ‘Shaun of the dead’… ya sabéis donde encontrarme…