domingo, 6 de enero de 2019

Crítica: Leprechaun Returns

La vida en Irlanda tiene que ser mucho más mágica que en España, así de claro. ¿Alguien es capaz de no escuchar la historia de un Leprechaun y empeñar su vida en verle y ofrecerle una moneda de oro? Supongo que ninguno de nosotros tenemos una moneda de oro y esto complica el asunto. Supongo también que pocos de nosotros somos irlandeses y eso dificulta aún más si cabe esta empresa. La idea de encontrarme con un duende con aspecto viejuno con la habilidad para mis zapatos y darme una bolsita de monedas para desviar mi atención de su cubo lleno de oro, me fascina. Supongo que las historias autóctonas de seres sobrenaturales, como la Santa Compaña, me acojonan bastante más y no vienen acompañadas de tréboles de cuatro hojas ni señores que hablan recitando. Me quedo pues con los Leprechauns, que además han demostrado que valen tanto para un roto como para un descosido y que si hace falta van al espacio, como Jason. Lo siento Santa compaña, pero hasta que no tengas una saga con tu nombre, no eres rival para el pequeño irlandés.


“Lo que realmente destaca en Leprechaun Returns son los efectos especiales, muy por encima de otras entregas”


“Leprechaun Returns” es la octava entrega de una saga que suele pasar más que desapercibida cuando hablamos de longevidades cinematográficas. Ocho películas ya en las que el Leprechaun ha vivido todo tipo de aventuras y desventuras sin perder su humor, sus ganas de rimar y su codicia. Es cierto que el séptimo arte no ha tratado muy bien a este enano mágico y que ha llovido mucho desde que tuvo que enfrentarse a Jennifer Aniston, pero esta nueva entrega venía cargada con un aliciente extra y no era mi afán completista de sagas infames precisamente. El caramelito sabroso llega de la mano de su director, Steven Konstanski, codirector de la maravillosa “The Void” y parte fundamental de la productora de terror Astron-6.

Aunque “Leprechaun Returns” no está producida por Astron- 6 (de hecho es Lionsgate quien pone la pasta), tiene mucho que ver con el entendimiento Astron del terror asociado al humor. Justamente este debería haber sido el punto fuerte de esta última entrega, máxime cuando Suzanne Keilly (guionista de algún capítulo de “Ash vs Evil Dead”) ha elaborado el guión. Pero debería no significa que sea, y a veces los resultados no son los esperados por mucho empeño que se ponga en ello. El humor en “Leprechaun Returns” es justito y está muy cogido por los pelos. Digamos que los personajes no tienen el carisma suficiente, ni el Leprechaun es un dechado de gags molones, aunque lo intente. Lo que realmente destaca en “Leprechaun Returns” son los efectos especiales, muy por encima de otras entregas y la poca vergüenza que tiene a la hora de obviar todo lo ocurrido desde la segunda hasta la séptima entrega. Estamos ante el mismo caso de “La noche de Halloween” de David Gordon Green, recuperando personajes míticos décadas después de su inicio y pasándose por el forro todo lo ocurrido en los siguientes años.

Realmente creo que tomar la decisión de hacer una secuela directa beneficia mucho a “Leprechaun Returns” , porque no nos obliga a rememorar secuelas con mucha más pena que gloria. Esta octava entrega vuelve a poner el punto de interés en la serie B más básica y divertida. Queda muy lejos de ser lo gamberra que debería haber sido, pero aquí va el aviso a navegantes: el regreso del Leprechaun entretiene y es apta para nostálgicos y para todos aquellos que disfruten con la serie B aunque hayan sido ajenos a las andanzas del enano irlandés. Teniendo en cuenta que “Leprechaun Returns” nace para ser una TV movie de Syfy, y que esto hacía esperar lo peor, el resultado, sin perder de vista sus carencias es bastante satisfactorio.


“La historia es plana, no tiene el mayor misterio ni ganas de crearlo”


La excusa en esta ocasión es la creación de una hermandad universitaria ecológica llamada AU: Alpha Upsilon (AU es el símbolo del oro en la tabla periódica de los elementos. Guiño guiño) en la casa original donde Tory Reding tuvo que enfrentarse a al Leprechaun hace veinticinco años. Allí, cuatro universitarias entre las que está Lila, la hija de Tory, tendrán que intentar sobrevivir a la resurrección del Leprechaun. Insisto en que no hay que perder de vista que esto es serie B y que no haya que pedirle algo ajeno a la serie B. La historia es plana, no tiene el mayor misterio ni ganas de crearlo. Leprechaun vuelve porque sí y no hay mucha explicación, simplemente es un ser mágico que tiene la capacidad de revivir una y otra vez. Esta no es una película que se ayude de la tensión para resultar atractiva, es atractiva porque hay un enano con la mejor caracterización de toda la saga, pese a que ya no esté debajo Warwik Davis (“Willow”), porque la trama es ágil, porque las muertes son generosas en efectos artesanos y porque es un splatter clásico que se pasa en un abrir y cerrar de ojos y que hace que nos divirtamos.

Obviamente no todo puede ser oro y hay partes más chungas de lo que me hubiera gustado encontrarme como que este Laprechaun tenga poco carisma por mucho que esto pese. Sus chascarrillos son tan flojos y tan de manual que le restan protagonismo para dárselo a las víctimas, que tampoco es que vayan sobradas de gracia. Si una película trata de un ser mágico y malvado que tiene que jugar al despiste para conseguir aniquilar a los humanos que persigue y este resulta cargante, el éxito de la película se reduce al cincuenta por ciento y mucho tienen que destacar otros apartados para que no terminemos arrancándonos los ojos. Otro de los puntos que podría haber destacado más en favor de “Leprechaun Returns” es el torpe uso que hace de las herramientas ecológicas de las que disponía para haber armado un entramado verde mucho más atractivo, pero teniendo en cuenta que ni siquiera transcurre en el día de San Patricio, no hay que pedir peras al olmo ni tréboles de cuatro hojas al desierto.


“Esta no es una película que se ayude de la tensión para resultar atractiva, es atractiva porque hay un enano con la mejor caracterización de toda la saga, pese a que ya no esté debajo Warwik Davis”


Afortunadamente, como llevo un rato diciendo, los apartados técnicos están muy por encima de lo que podríamos esperar de la octava parte de esta saga, así que nos dejamos los ojos en su sitio. Esta película cuenta con unas actuaciones muy decentes, recuperando al original Ozzie (Mark Holton) y una banda sonora, que si bien no tiene mucho que ver con la música irlandesa, pone el acento en cada cambio de registro. Teniendo en cuenta esto que os comento y pensando en unas birritas frías y deliciosas, sin duda deberíais animaros a verla. Os aseguro que un “Leprechaun Returns” es una gran terapia cuando llegas del trabajo con la cabeza del revés y no te apetece ni respirar.

Ahora más que nunca, tengo que visitar Irlanda, no solo porque me parezca que tiene unos paisajes absolutamente asombrosos o porque quiera con todas mis fuerzas convertirme en una pelirroja pecosa desde que tengo unos de razón, sino porque puede que el Leprechaun que aparece en Norteamérica tenga su gracia, puede incluso que me lo pudiera encontrar por España, incluso metido en el pozo del patio de mis padres, pero cruzarme con su mirada en medio de los acantilados de Moher, tiene que ser de otro mundo. Estaría dispuesta a ser yo quien le pagara las moneditas de oro que avariciosamente quiere guardar, aunque para ello tenga que robarlas del centro del infierno.


6 comentarios:

El Rector dijo...

No soy muy conocedor de esta saga, recuerdo haber visto la peli original con la Aniston y poco más. Pero vamos, que la fórmula parece clara, el típico splatter noventero con villano gracioso y víctimas estúpidas. Y en este sentido, esta "Leprechaun Returns", es ni más ni menos lo que ofrece. Una peli que no pasa de simpática, que se hace incluso aburrida en las partes en las que no aparece el enano (por suerte no son muchas) y que sobretodo destaca por unos efectos especiales fabulosos, más tratándose de una tv movie, que ya se sabe como se las suelen gastar.

Para hora y media de entretenimiento da, ahora, no es una saga en la que vaya a invertir mi tiempo... si acaso, la única que me llama la atención es la cuarta entrega, por aquello de las frikadas espaciales. Me encanta esa obsesión por intentar llevar a los mitos del terror a las estrellas. Ya se hizo con Pinhead y con Jason... y me lo pasé teta. Al Leprechaun también quiero verlo en ese escenario :)

Es una pena que el folclore fantástico irlandés no se haya tratado más en el género, con todo ese potencial suyo. Ahora mismo, más allá de la correcta "The Hallow", no recuerdo más acercamientos medianamente serios a dicha temática.

Saludos.

RocketToRussia dijo...

De la saga Leprechaun solamente vale la pena la primera y hasta ahí nomas, las demás son tremendas basuras, así que no me quiero ni imaginar lo que será esta.

PD: Nadie va a hacer una crítica de Hell Fest????? me van a cagar a puteadas pero para mi fue la mejor película de terror que vi el año pasado (mi pasión por los slashers tampoco me deja hacer opiniones imparciales jaja).

Art0rius dijo...

Yo me baje del carro con el Leprechaun rapero, ni recuerdo la entrega que era..Missterror , agradezco muchisimo en tus criticas que valores las peliculas en su justo contexto y mesura. Si me encuentro en las condiciones de agobio en las que citas como contexto a su visionado, no dudes que caerá (Aunque mi sufrida señora se enoje con un servidor.) Merci!

Missterror dijo...

Rector- La fórmula es tan clara como en el 95% de las sagas, seguir un patrón que ha caído en gracia desde la primera parte, así que aunque solo hayas visto la película original, creo que te puedes hacer una idea de lo que se ofrece. Solo tienes que cambiar al Leprechaun de escenario y listo.
A mí "Leprechaun Returns" no se me hizo aburrida en ningún momento, de haberlo hecho a lo mejor otro gallo cantaría y en lo personal, lo menos emocionante era cada perorata del duende. Lo bueno, el arsenal de fx con el que se nos obsequia.
En el espacio, dejemos a los aliens, que los Leprechauns están desubicados, créeme. Como también lo estaba nuestro amigo Jason allí arriba, por mucho que te hayas divertido con esa entrega. Pinhead tampoco debió ir al espacio. A ver si los directores empiezan a explorar las bondades del mar y se dejan de tanto espacio exterior.
De acuerdo con esa petición de más películas sobre folclore irlandés :)

RocketToRusia- Si has visto las siete entregas anteriores, esta octava te podría sorprender. Tiene mucha más calidad que las seis anteriores.
Anotamos tu petición sobre "Hell Fest" :)

Art0rius- Es que si no valoramos las películas dentro de su contexto y entendiendo lo que son, entraríamos en una injusticia que ni favorece al género, ni favorece al espectador.
Espero que no tengas que llegar del trabajo quemado para tener que verla, mejor verla simplemente cuando quieras desconectar y no pensar mucho. Ahhh, y esa cervecita, bien fría!! No te preocupes por tu señora, que seguro aguanta bien al duende. Cosas peores habréis visto juntos ;)

Saludos.

Tracy Kong dijo...

Junto con PUPPET MASTER: THE LITTEST REICH, el mejor reboot (o continuaciòn) de una saga de serie B que ya parecìa quemada. Como aquella, pura diversiòn y comprensiòn de lo que el producto debe ofrecer hoy con coherencia.

Missterror dijo...

Tracy- Amén, amigo! Yo apuesto un poco más alto y digo que "Puppet master: The littlest Reich" está bastante por encima de la película original. En el caso de "Leprechaun Returns" creo que se quedan a la par. La verdad es que lo digo con la boca pequeña porque me baso en el recuerdo de "Leprechaun" y ya sabemos que la memoria es traicionera pero sin duda, este regreso ha sido un soplo de aire fresco en una saga muerta y enterrada.

Saludos.

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