KRUEGER NOS HABLA SOBRE LA QUINTA ENTREGA DE LA POPULAR SAGA, DIRIGIDA POR EVERARDO GOUT Y CON AROMA A WESTERN
Hay que reconocer varios aspectos a una saga como “La Purga” (2013). En primer lugar, la dignidad que ha demostrado en sus sucesivas secuelas, siempre intentando ofrecer un aspecto nueva en cada entrega, aunque fuera una mijina. En segundo lugar, el don de la oportunidad, aspecto que queda claramente demostrado en esta “La Purga Infinita” (Everardo Gout, 2021), en la que el espectro de Trump sobrevuela los 103 minutos de duración.
“la simpleza política y social del mensaje de la saga siempre me ha encantado. Pura brocha gorda, pero es que no estamos delante de una maldita película de Ken Loach”
El elemento diferencial de esta quinta entrega radica en llevar la acción a la luz del día; no hay que olvidar que las cuatro entregas precedentes se ambientaban durante la citada noche de la Purga. Ahora la gente ha perdido la chaveta (si no de antes…) y han decidido que toca ser más papistas que el Papa; que la Purga necesita extremarse vaya y que toca quitar del medio a cualquier mexicano (especialmente) que se ponga por delante. Tampoco se libran los texanos pudientes, de esos con tierras y caballos, que dan empleo a todos los migrantes. Sí, lo sé, todo un ejemplo de sutileza, con auténticos americanos a los que les falta llevar unos cuernos de bisonte… bueno espera, que eso también sale. Si os parece recalcar lo evidente, esperad a ver la situación del muro- frontera y como cambian los papeles.
La verdad es que la simpleza política y social del mensaje de la saga siempre me ha encantado. Pura brocha gorda, pero es que no estamos delante de una maldita película de Ken Loach, sino frente a purita serie B comercial que hasta esta última entrega ha funcionado como un tiro, nunca mejor dicho. Tampoco quiero quitarle mérito; la idea inicial es francamente potente y el universo nunca ha ido más allá porque, sinceramente, no le ha interesado comercialmente. En cualquier caso, también reconocer sus arrestos a la hora de cagarse en las clases políticas, la policía y el Cristo que lo fundó. No es cine denuncia claro, no olvidemos que esto gira en torno a gente vestida de forma chula cargándose todo lo que tienen delante; pero da la casualidad de que disfrutan más si son de una minoría étnica y además pobres.
“desconozco si por temas presupuestarios, pero está Purga se ve francamente pobre, llevando el asunto al extremo de dejar en off la mayoría de situaciones”
Dejando claro el contexto, si la anterior entrega abrazaba el componente afroamericano, ahora los mexicanos tienen el peso narrativo (Trump está en la casa, aunque afortunadamente ya no), lo que permite a la cinta de Everardo Gout coquetear con tropos del western en no pocas ocasiones: la presentación del personaje de Tenoch Huerta y como le definen como un auténtico cowboy, la ambientación en Texas, que todo el mundo lleve un jodido sombrero… No soy especialmente aficionado al western, pero hay que reconocer que es un nuevo escenario para la Purga; aunque ello suponga ver escenas tan ridículas como la doma del caballo. Si me preguntáis, prefiero el enfoque actioner que ofrecía Frank Grillo.
Ya lo hemos evitado demasiado, vamos con el principal problema: desconozco si por temas presupuestarios, pero está Purga se ve francamente pobre, llevando el asunto al extremo de dejar en off la mayoría de situaciones (la secuencia del camión de la policía es de traca). Uno se cansa de escuchar como el caos se apodera de la ciudad, además a plena luz del día, y de no ver una mierda, sino simplemente oír disparos por aquí y explosiones por allá. ¡Si hasta hay menos disfraces chulos! Tampoco ayuda a la propuesta la ausencia de un villano claro: en primera instancia parece que tenemos un antagonista, pero el clímax tiene lugar con un personaje anodino que aparece bien entrada la historia.
“cine comercial que funciona de forma correcta, aunque también es justo reconocer que la saga se había mantenido en buen estado de salud, pero esta nueva purga empieza a mostrar signos de agotamiento”
En el lado positivo cabe mencionar que todo el elenco cumple de sobras: el citado Tenoch Huerta, una acertadísima Ana de la Reguera, un recuperado Josh Lucas y un Will Patton aportando dignidad a un personaje que es pura caricatura buen rollista. También de forma positiva (y como en muchas entregas), los prolegómenos de la noche son más interesantes que la propia velada: el personaje de Ana de la Reguera viendo a dos rednecks comprando armas genera más tensión que todos los tiros de la película, por lo que tiene de anticipación; de modo que, volvemos a tener dos tercios francamente entretenidos y un tercer acto que va perdiendo fuelle de forma progresiva, al mismo tiempo que abraza la defensa del hombre blanco por parte del nativo americano.
De nuevo, cine comercial que funciona de forma correcta, aunque también es justo reconocer que la saga se había mantenido en buen estado de salud, pero esta nueva purga empieza a mostrar signos de agotamiento, por lo que sería aconsejable cerrar ya la saga, antes de empezar una más que inevitable decadencia.
2 comentarios:
Saludos. Considero que a pesar de sus limitaciones de presupuesto evidentes, la idea y el ritmo cumplieron con su propósito básico de entretener.
Hay muchas cosas que se podrían haber mejorado pero estar a la luz del día una buena parte de la historia y cambiar el ambiente y su mensaje básico, es una película que merece verse.
Gracias !!!
Tal y como dices, y a pesar de sus limitaciones presupuestarias, los cambios en la ambientación y un buen ritmo hacen que uno no se arrepienta de sumergirse nuevamente en La Purga! Sí considero que se podría haber ido más allá...
Saludos!
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