Crítica: Breeder

MISTER MOLOKO NOS HABLA SOBRE EL NORDIC NOIRE Y COMO LO NUEVO DE JENS DAHL SE SUBE, EN APARIENCIA, AL CARRO DE MODA

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El "nordic noire" o el thriller nórdico es en la actualidad uno de los subgéneros más de moda. Aunque en los países escandinavos siempre ha existido una enorme tradición (y afición) por el género policiaco o criminal, no fue hasta el año 2005 cuando el impresionante (e imprevisto) éxito de la saga Millennium del tristemente fallecido Stieg Larsson motivó un inusitado interés popular por esta corriente literaria. Cientos de libros de autores provenientes de Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia e Islandia con apellidos acabados en "son" y "sen", inundaron las librerías para deleite del aficionado y de los editores que encontraron en estos libros un auténtico filón que llega hasta nuestros días. Como sucede con todos estos fenómenos mediáticos, el cine y la televisión no tardaron en unirse a la fiesta comprando los derechos de muchas de estas novelas y adaptándolas en formato de serie o largometraje. Obviamente, los guiones originales no tardarían en hacer acto de presencia afianzando una tendencia que va en alza. Baste ver el catálogo de Netflix, HBO Max o Amazon Prime para darnos cuenta del alcance de todo ello. 

El convertir en subgénero cinematográfico un determinado material literario relacionada con lo criminal y policiaco no es nuevo en Europa. Eso es algo que ya sucedió, por poner un par de ejemplos, en los años sesenta con el Polar francés o en los setenta con el Giallo italiano. Las obras cinematográficas resultantes están ahí y forman parte del imaginario colectivo del aficionado. El problema es que en la actualidad, por aquellas cosas del marqueting, los responsables de la producción y distribución cinematográfica (en salas y plataformas) han descubierto que la marca "thriller nórdico" vende y por tanto han decidido atraer a los espectadores utilizando como estrategia comercial esa etiqueta. La consecuencia de todo ello es que se han estrenado infinidad de series y películas que, bajo el paraguas del "nordic noire", en el fondo intentan agrupar a determinados títulos que argumental y temáticamente se parecen como un huevo a una castaña y que lo único que tienen en común es que hay crímenes, hace mucho frío y los personajes viven en casas que parecen catálogos de Ikea. 

Toda esta introducción vine a colación de ciertos comentarios y frases promocionales que sitúan a "Breeder" (2020) en la órbita del "nordic noire". Yo lo digo de antemano, el que espere una película de suspense (aunque lo hay), con asesinatos (aunque los hay), investigación (aunque la hay) y una resolución más o menos rocambolesca y sorprendente (aunque más o menos la hay), esta no es su apuesta. "Breeder" es una película de terror con elementos de survival, entre otros, y con una (que los escandinavos en temas de paridad están muy avanzados) Mad Doctor de villana. Aunque reconozco que la película tiene cosas interesantes, en su conjunto me parece una propuesta fallida a la que le falta garra y capacidad para trascender más allá de lo obvio. Pero vayamos por partes. 

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"Breeder es una película de terror con elementos de survival, entre otros, y con una (que los escandinavos en temas de paridad están muy avanzados) Mad Doctor de villana” 

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La película nos explica la historia de Mia. Esta atractiva mujer está casada con un empresario de éxito que financia las investigaciones de la doctora Isabel Ruben, una mujer obsesionada por encontrar una fórmula que permita revertir el envejecimiento. Muy pronto Mia descubre que los métodos de la doctora no son demasiado ortodoxos. Las consecuencias de todo ello es que tendrá que afrontar una lucha encarnizada por su vida. 

El director de la película es el danés Jens Dahl, un hombre que se había fogueado como guionista en innumerables series danesas y que accedió a la dirección con una película titulada "3 things" (2017) que protagonizo Nikolaj Coster-Waldu y que no he tenido la ocasión de ver. Al realizador se le nota un cierto interés por construir un armazón argumental en el que el suspense, la violencia y la tensión vayan in crescendo hasta llegar a un clímax final en la que toda la tensión estalle con un efecto catártico. Como veremos eso lo consigue a medias. 

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“A partir de determinado momento, el film cambia completamente de registro convirtiéndose en un survival con algunos tips propios del torture porn" 

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Uno de los principales problemas de la película es que las influencias de las que ha bebido el realizador resultan demasiado evidentes para cualquier espectador medianamente avezado. Por poner un ejemplo y sin entrar en demasiados detalles, pues nos meteríamos de lleno en zona spoiler, la asepsia y frialdad con la que retrata a la villana de la función nos recuerda mucho a los científicos que mostraba Cronenberg en "Vinieron de dentro de..." (1975), "Cromosoma 3" (1979) o "eXistenZ" (1999). El problema de utilizar tantos referentes, que no es algo malo per se, es que estas influencias acaban afectando negativamente a la película en dos ámbitos sumamente importantes: la definición de personajes y el argumento. Mientras la primera es, con la excepción de la villana, plana y estereotipada, lo segundo resulta tan previsible que, aunque pretenda ser transgresor, no deja de ser un muestrario de todos los tópicos habidos y por haber. 

La primera parte de la cinta nos ofrece un thriller bastante convencional en el que un personaje va descubriendo los oscuros secretos que su pareja y la doctora con la que él está asociado ocultan tras las paredes de una clínica especializada en cirugía estética. En este tramo la película funciona bastante bien ya que nos va introduciendo dentro de una historia que, aunque no es el colmo de la originalidad, si tiene elementos de interés. A partir de determinado momento, el film cambia completamente de registro convirtiéndose en un "survival" con algunos tips propios del "torture porn", que algunos han definido como brutales, y que a un servidor, será porque ya estoy curado de espantos, no le han parecido para tanto. Es muy probable que sea una cuestión de que he visto mucho cine, pero este giro en el fondo es previsible y lo que sucede dentro de las paredes de esa casa se veía venir desde el minuto uno. 

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“El director peca de una excesiva frialdad en el desarrollo y ello hace que el tramo final sea una mera sucesión de escenas violentas que parecen estar puestas ahí sólo para epatar” 

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Es en esta segunda parte de la película donde la sensación de deja vu y la falta de originalidad son más evidentes. Lo que nos muestra Dahl lo hemos visto cincuenta mil veces y mucho mejor explicado. Los gañanes de turno cometiendo todo tipo de atrocidades, la protagonista sufriendo que es gerundio y los demás personajes pasando por ahí y empoderándose por generación espontánea. El discurso es muy obvio (vivimos en un mundo amoral y superficial en el que los ricos hacen cualquier cosa por mantener su estatus) y le falta la necesaria carga de mala uva para ser más eficiente. El director peca de una excesiva frialdad en el desarrollo y ello hace que el tramo final sea una mera sucesión de escenas violentas que parecen estar puestas ahí sólo para epatar. Eso sí, no puede faltar el final con un grupo de mujeres dándole lo suyo al psicópata violador de turno. ¿Hablamos de rape and revenge? 

Tengo que reconocer que la villana es un personaje sugestivo tanto en sus motivaciones como en la amoralidad absoluta (e intelectualmente razonada) que mueven sus acciones. Incluso su desenlace me parece muy acorde con la personalidad descrita y me sorprendió por coherente y poco manido. Es una verdadera lástima que el director no haya seguido por ese camino y no haya sido capaz de dirigir la historia hacia otros terrenos mucho más interesantes y éticamente profundos."Breeder" es una historia que, de haber optado por otro desarrollo, hubiera podido ser una interesante película de terror sobre los límites de la ciencia y su impacto en esa sociedad consumista y superficial en la que vivimos. Es una lástima que el director haya estado más interesado en mostrar escenas violentas y en mezclar elementos característicos de determinados subgéneros que en configurar una trama más consistente. Esa secuencia final en la que todo el mundo corre como pollo sin cabeza por las instalaciones donde se llevan a cabo los experimentos es una metáfora perfecta de lo que deviene esta película. Y de "nordic noire" nada de nada.