NELLIE VANCE NOS HABLA SOBRE EL EMOTIVO VIAJE CREPUSCULAR PROTAGONIZADO POR UN POSTAPOCALÍPTICO TOM HANKS
Uno de los prejuicios más improductivos que arrastro desde mi temprana juventud es una aversión completamente injustificada hacia aquel cine proclive a etiquetarse como “cine familiar”. Salvo honrosas excepciones casi compartidas por toda la cinefilia, lo cierto es que huyo como de la peste de todo aquel producto cinematográfico que tenga un mero regustillo a “recomendada para todos los públicos”. Como ocurre con todos los prejuicios, a menudo el árbol no deja ver el bosque y en mi caso suelo olvidarme de la cantidad de películas de índole familiar que se encuentran entre las mejores películas de la historia del cine de entretenimiento. De la misma forma, no puedo evitar rendirme a los muchos atributos positivos de la película que nos concierne hoy, “Finch” (Miguel Sapochnik, 2021).
“la película está hecha para tocar la fibra sensible. Y lo consigue. Al margen del paisaje postapocalíptico y algunas escenas de tensión bien conseguidas, aquí hemos venido a explorar el vínculo de amistad entre estos tres personajes”
La película nos cuenta la historia de Finch Weinberg, un ingeniero dedicado a la robótica que sobrevive con su perro Goodyear en un laboratorio subterráneo tras un cataclismo solar que ha dejado la tierra devastada. Finch, que padece una enfermedad (presumiblemente relacionada con el cataclismo solar) decide crear una inteligencia artificial que cuide de Goodyear cuando él no pueda. La historia se centra en el vínculo creciente entre Finch, Goodyear y Jeff, el robot.
Sin andarnos con demasiados rodeos, os diré que la película está hecha para tocar la fibra sensible. Y lo consigue. Al margen del paisaje postapocalíptico y algunas escenas de tensión bien conseguidas, aquí hemos venido a explorar el vínculo de amistad entre estos tres personajes pretendidamente entrañables.
“pocas cosas habrían funcionado mejor que proyectar lo que significa Tom Hanks para el cine norteamericano en un solo personaje”
Tom Hanks como Finch es la consagración de su figura como papá de América, un personaje solitario y algo huraño con un fondo dulce y bondadoso capaz de construir un robot que cuide de su perro, en el que vuelca todos sus cuidados. Lejos de ser un héroe de acción, Finch no es más que un hombre que empieza a sentirse mayor y que está luchando por sobrevivir a la soledad del apocalipsis.
La elección de Tom Hanks es tan acertada como pensada al milímetro, pues Hanks (que, aunque a algunos nos cueste creerlo, tiene ya 65 años) se ha labrado toda una carrera de personajes vulnerables, héroes frágiles y profundamente humanos donde Finch funciona como culminación de toda la carrera del actor. Y aunque existen bastantes actores de la quinta de Hanks que seguramente habrían estado muy resueltos en el papel, pocas cosas habrían funcionado mejor que proyectar lo que significa Tom Hanks para el cine norteamericano en un solo personaje. Como escribió Bilge Ebiri en su crítica para Vulture: “The movie may not be much, but he’s everything”.
“Ni los clichés más descarados (ya sabéis, esas moralejas existenciales tan facilonas) empañan por completo una película que se disfruta desde el primer minuto. No va a cambiarte la vida, pero entretiene y conmueve a partes iguales”
Tampoco desmerece de ninguna manera el personaje de Jeff el robot, cuya voz y gestos son puestos por Caleb Landry Jones. El vínculo construido entre su personaje y Finch, sus diálogos, la progresión humana del robot y en especial los gestos de Jeff, son el epítome de la ternura. Poco más se puede pedir a una película con un reparto tan limitado que, sin embargo, sale tan bien parado. Suele ser complicado concentrar el conflicto de la narración en un elenco tan acotado y, si los personajes no están bien construidos, la película puede ser un desastre. Aquí la elección de los actores es la baza principal y el director ha acertado de lleno con ambos.
Y por todo ello, la película funciona a pesar de no aportar demasiado a ninguno de los géneros en los que se mueve. En el terreno del cine postapocalíptico y la ciencia ficción, simplemente hay cientos de películas que generan más tensión y cuyos efectos visuales son más llamativos y grandilocuentes. El espectador que espere un derroche de efectos especiales y momentos angustiosos puede no acabar del todo satisfecho. En el terreno del melodrama, al espectador acostumbrado al género se verá venir los mil trucos con los que la película quiere que soltemos la lagrimita. Y sin embargo no resulta molesta en ningún momento y entretiene por la fragilidad y la delicadeza con la que está narrada la relación del trío protagonista. Ni los clichés más descarados (ya sabéis, esas moralejas existenciales tan facilonas) empañan por completo una película que se disfruta desde el primer minuto. No va a cambiarte la vida, pero entretiene y conmueve a partes iguales.
3 comentarios:
Está cool tu blog, tanto en temática como en el layout. Me suscribo, aquí estaré leyendo.
Alexander, un gusto que te guste nuestro trabajo.
Sobre la película, pienso que en los ochenta lo habría petado y que hoy sería un referente de ese cine para toda la familia tan de la época. Vista hoy, a mí se me queda un poco corta, ya que como comentas, Nellie, no destaca especialmente en nada de lo que propone. Muy bien ambientada, con Hanks, que siempre es Hanks, personajes entrañables y una intencionalidad clara y facilona de jugar con los sentimientos de la peña, jeje.
Saludos.
Hola Alexander! esperamos verte por aquí a menudo :)
Rector, voy a empezar a fiarme de tus sugerencias cuando me quede sin ideas! ha sido mucho menos traumático de lo que me esperaba ;)
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