viernes, 18 de septiembre de 2009

Crítica: Feast 2

"Feast II: Sloppy Seconds" es la segunda entrega de la trilogía de terror gore que inició John Gulager en el año 2005 con "Feast", y que al igual que en la primera entrega, cuenta nuevamente con la participación de los guionistas Patrick Melton y Marcus Dunstan, conocidos por ser los responsables de "Saw IV" y "Saw V", y que además dicen las malas lenguas que van a ser los encargados del tormentoso remake de "Hellraiser", en la que posiblemente se convierta en una de las sagas más populares dentro del underground más extremo del cine fantástico, y la verdad, razones no le faltan.

La acción nos sitúa inmediatamente después del final de la primera entrega, y nos propone una historia de venganza que sirve como mera excusa para reunir de nuevo a un grupo de supervivientes en medio de los mismos seres infernales que vimos en "Feast", sólo que ahora el campo de recreo de las abominaciones es mucho mayor, una pequeña ciudad dejada de la mano de Dios, con lo que ya os podéis imaginar el resultado.


Esta secuela sigue manteniendo intactas muchas de las virtudes que hicieron de "Feast" una auténtica obra de culto, comenzando por la súper original puesta en escena y la curiosa y desenfadada narrativa que utiliza Gulager para ponernos en situación, con unas divertidas secuencias que nos van presentando a cada uno de los personajes de la historia, donde tenemos de todos los colores, moteras lesbianas, enanos luchadores de catch, vendedores de coches, ancianos, fulanas... son algunas de las personas que participarán en este peculiar juego de supervivencia, donde a nivel de curiosidad comentar que el cachondo de Gulager ha metido en el reparto a su padre (al que ya pudimos ver en la primera parte), su hermano y su señora esposa. El ritmo desenfrenado, alto nivel de violencia, sangre para dar y tomar, o el macabro sentido del humor son otros elementos que repiten, y es aquí donde encontramos el mayor punto diferencial entre ambas películas, estando esta secuela mucho más orientada a la comedia/gore que a la peculiar mezcla de terror/humor que caracterizaba a la primera parte.

Aquí podemos encontrar cualquier cosa, pues la cinta no deja de sorprendernos en ningún momento, carnicerías a plena luz del día, desmembramientos, muertes a diestro y siniestro donde no se distingue entre animales, personas o niños (no os perdáis la escena del pequeñajo, que es de lo más divertidamente atroz que ha visto servidor), violaciones de personas, animales y de todo aquello potencialmente violable, amén de todo un festival de escenas escatológicas de todo tipo donde la mierda, los pedos, vómitos e incluso corridas alienígenas están a la orden del día.

A nivel visual la película no luce todo lo bien que debería, y baja un poco el listón respecto a su predecesora, más que nada porque en esta ocasión la mayoría de la acción transcurre a la luz del día, con lo que se pueden apreciar con más facilidad los efectos menos logrados, que quedaban mucho mejor integrados en el oscuro marco en el que se movía "Feast", así como la excesiva utilización de efectos digitales que dan cierto aire "cutre" a ciertos momentos de la película y que contrastan con otros momentos realmente logrados donde las vísceras y secreciones corporales lucen con luz propia. En cualquier caso, esta irregularidad queda más bien como mera anécdota, pues no perjudica de forma excesiva el disfrute de la cinta, pues la mayoría del tiempo estaremos tan metidos en la dinámica del filme que apenas pararemos atención en estos pequeños detalles.

Conclusión, Feast II: Sloppy Seconds" es una dignísima continuación a "Feast", alejándose un poco de las pautas marcadas por esta, pero manteniendo intactas todas sus señas de identidad, menos terrorífica y sorprendente, pero con mucho más humor, personajes más grotescos y rizando el rizo a cada secuencia, incluso incorporando elementos "westerianos" a su desarrollo, haciendo de esta película una auténtica obra de culto para los amantes del lado más extremo del cine fantástico. Ahora sólo nos queda esperar a que el amigo Gulager nos cuente el final de la historia en el último capitulo de la saga.

Si aún no conoces "Feast", te queda mucho por ver amigo.


1 comentarios:

RUBÉN ARNAIZ dijo...

Descacharrante secuela ¿innecesaria? de “Feast” donde repite el mismo equipo (guionistas y director) y continúa exactamente tras el final de la primera. Eliminado el efecto sorpresa (y prácticamente todos los personajes de la primera parte) toca “innovar” para no repetirse. Es una secuela pura, con mas personajes, mas muertes, mas sangre y mas monstruos, que no mejor. Ahora es mas como un videojuego “survival horror” con un montón de personajes corriendo como pollos sin cabeza mientras las criaturas los descuartizan, los violan o los vomitan encima. Es una película asquerosa, en el sentido mas amplio de la palabra; si no, atención a la secuencia de la “autopsia” (mejor verla con el estómago vacío), pero ahí radica su simpatía. Sus personajes son tan patéticos, que terminan siendo simpáticos (y muertos). Por suerte, las sorpresas que les deparan a los personajes siguen siendo las señas de identidad de los autores. De todos modos, tiene un exceso de metraje, que se ve agravado por la innecesaria “historia” de “Honey Pie” encerrada en la tienda, que es interminable y desvía la atención de lo que realmente importa (bueno, realmente nada importa, que ahí está la gracia), y que lleva a un final un tanto decepcionante, mas sabiendo que la tercera parte está en camino (se rodaron casi a la vez)….

Lo mejor: El empeño de sus creadores por no repetirse, consiguiéndolo en la mayoría del metraje…

Lo peor: … aunque en muchos momentos parece que no saben muy bien por donde llevar la historia. Además, los efectos digitales son…raros.

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