Bruce Campbell es un nombre de referencia dentro del género fantástico, un actor elevado a mito por las hordas de aficionados al fantástico y la serie b, gracias a su interpretación del antihéroe por antonomasia, "Ash", el legendario matademonios protagonista de la trilogía de "Evil Dead", posiblemente una de las sagas más míticas que ha dado este género; Dirigidas por Sam Raimi en sus tres entregas, "Evil Dead" ("Posesión Infernal"), "Evil Dead 2" ("Terroríficamente Muertos") y "Army of Darkness" ("El Ejército de las Tinieblas"), Campbell demostró, encarnando al dependiente de supermercado convertido en salvador de la raza humana, su increíble talento interpretativo, que le llevó a ganar el premio al mejor actor en diversos festivales.
Pues bien, Campbell, que debutó como director en 2005 con la mediocre "Man with the screaming brain" se lanza al ruedo ahora con "My Name is Bruce", un filme a medio camino entre el auto homenaje y la parodia al cine de serie b, que desgraciadamente, ni de lejos se acerca a las expectativas creadas.
Lejos de encontrarnos ante nada remotamente parecido a la saga de "Evil Dead", y lo siento, por todos aquellos que acaban de perder su erección, la película es un puro y duro subproducto carne de videoclub (pese a que en USA, el éxito en taquilla ha sido tal que ya están preparando una secuela), realizada con cuatro duros (cosa no necesariamente mala, véase "Evil Dead") y que vive única y exclusivamente del carisma de su protagonista, que pese a no llegar ni por asomo a lo que nos llegó a ofrecer su "alter ego", "Ash", ya es de por sí, suficiente aliciente como para tragarse este bodrio que sería infumable en cualquier otra circunstancia.
Lo primero que salta a la vista nada más comenzar el filme, es el cutre diseño artístico de la "criatura", más propio de una película de humor que de una fantástica, que sumado a las escasísimas secuencias gore y la racanería en "sangría", nos deja un apartado visual de lo más pobretón y que no ayuda lo más mínimo a tapar las carencias de un argumento grotesco donde los haya (cosa no necesariamente mala, véase "Bubba Ho-Tep"), carente de gancho alguno y que hará que más de uno se lleve las manos a la cabeza.
Aunque tampoco es todo malo en "My Name is Bruce", pues el filme ofrece ciertos "regalos" en forma de guiños (que por supuesto, sólo entenderán aquellos que hayan mamado grandes dosis de "Rambo-Ash"), que se suceden durante toda la película, como ciertos movimientos de cámara de clara influencia "Raimi" o algunas secuencias que hacen referencia a la famosa trilogía de forma sutil y elegante.
En esta misma línea, encontramos algunas caras conocidas en el reparto, como la del mítico herrero calvo de "Army of Darkness" o la no menos entrañable del guía rural de "Evil Dead 2"; Tampoco podía faltar la figura de su amigo del alma, Ted Raimi, que da vida a dos personajes en la película, uno de ellos, el agente de un Bruce Campbell (que pese a mantener intacto todo su carisma, en algunos momentos su personaje resulta un poco forzado, recurriendo en más de una ocasión al chiste fácil, algo que "Ash" nunca tuvo necesidad de hacer.) y a Wing, un anciano chino (por cierto, muy bien caracterizado).
Conclusión, no puedo catalogar "My Name is Bruce" como otra cosa que no sea de terrible decepción, una película que de por sí, flojea en todos los aspectos y que tiene muchos más defectos que virtudes. Por otro lado, la cinta es una perfecta oportunidad para todos los seguidores de Campbell (en los que me incluyo), de poder ver de nuevo al antihéroe en acción, aunque sea en un producto tan descafeinado como este.
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