Crítica: Los Cronocrímenes

"Los Cronocrímenes" supone el esperado debut de Nacho Vigalondo en el mundo del largometraje. El director nos ofrece un thriller lleno de suspense y ciencia ficción que trata sobre los viajes temporales y sus consecuencias, el resultado no es otro que un rompecabezas que engancha al espectador, aunque seguramente más de uno se pierda en semejante historia más propia de un capitulo de "Star Trek". Personalmente, y como amante del cine y de las series de ciencia ficción que soy, sé que tratar sobre estos temas y mantener una lógica sin caer en la locura, no es tarea fácil, y si además quieres mantener cierto realismo, eso ya es meterse en terreno pantanoso.

Para comprender mejor lo que cuenta la película de Vigalondo, se puede hacer mención a un relato del novelista estadounidense Philip K.Dick, titulado “El Factor Letal”, en el que un hombre llamado Hasten viaja al futuro, y ve un mundo desolado, con la raza humana extinguida, y una numerosa población de mariposas asesinas. Hasten se pregunta de dónde pueden haber venido las mariposas, y vuelve al pasado (a su presente) en su nave. Pero cuando llega, descubre horrorizado que ha traído involuntariamente una de esas mariposas en su nave, provocando sin duda el terrible futuro que les depara. La pregunta es: ¿dónde estaban entonces las mariposas al principio? Si es el hombre el que las ha traído, es porque las ha visto en el futuro, el futuro es así porque el hombre las ha traído?. Ese mismo círculo vicioso temporal, que resulta un trabalenguas para nuestra mente es el que proporciona de forma brillante "Los Cronocrímenes", haciendo que nos planteemos aquella eterna pregunta de ¿que fue antes, el huevo o la gallina?.

"Los Cronocrímenes" es un puzzle en el que hay que encajar todas las piezas, y que aparte de las ya mencionadas cuestiones metafísicas, nos meterá en una trama llena de intenso suspense, drama y algo de surrealismo. Con poco presupuesto y sin apenas efectos especiales, Vigalondo ha creado un relato de ciencia ficción muy cercano a la realidad. Refrescando así el panorama del cine nacional con una película diferente y original. Rodada en Cantabria, con una fotografía tan real que casi roza lo casero y con una banda sonora estremecedora, "Los Cronocrímenes" cuenta en su reparto con tan solo cuatro actores, el protagonista de la cinta Karra Elejalde ("Nos Miran","Los Sin Nombre") quien se muestra tan natural en su interpretación como peculiarmente sencillo, un actor muy acertado para el papel, que dota al personaje de realismo, por otro lado tenemos a Bárbara Goenaga que aunque consigue una actuación efectiva, su personaje tendrá las reacciones más inverosímiles de la cinta, quitándole cierta credibilidad a la historia en ciertos momentos, Candela Fernández interpreta a la mujer del protagonista, cumpliendo correctamente con su cometido, y por otro lado tenemos al propio Nacho Vigalondo, que hace un aparición en su propia película al puro estilo  Hitchcock o Shyamalan, aunque más cercano a un papel secundario que al de un cameo.

No es de extrañar que esta película, que fue de festival en festival, recibiendo galardones y halagos diversos, despertara el interés de muchos en Hollywood y que como es costumbre, estos quieran hacer un remake, tras la adquisición de los derechos del film por parte de la productora de Tom Cruise, lo más sorprendente y según el propio Vigalondo, es que este remake podría estar dirigido por David Cronenberg ("La Mosca", "Scanners", "Videodrome"), que el guión está siendo escrito por Timothy Sexton y que Bruce Willis o Kurt Russell serían sus elecciones ideales para el papel principal, sólo espero que no sea una broma del cántabro y todo eso sea realidad.

Concluyendo, "Los Cronocrímenes" es una de las apuestas más arriesgadas e interesantes del cine patrio, una película aparentemente sencilla que esconde una complejidad argumental sorprendente que invita a una reflexión más que profunda, un film que obviamente no agradará al publico que busque algo convencional y de fácil digestión. Espero que esto sea sólo el principio de una gran ola de producciones de ciencia ficción españolas.