viernes, 24 de septiembre de 2010

Crítica: Leslie, My Name is Evil

A quien más a quien menos, le sonará el nombre de Charles Manson, seguramente uno de los asesinos en serie más populares de la historia, recordado sobretodo por el asesinato (entre muchos otros), de la actriz y esposa del cineasta Roman Polansky, Shanon Tate, quien recordemos esperaba un hijo de este.

Pues nuevamente, la leyenda negra de este tipo (y vaya por delante que nunca he entendido la fascinación de algunos por personajes como este o de similar calaña) sirve de inspiración para una película, "Leslie, My Name is Evil" es el nombre de la criatura, Reginald Harkema el papá, en lo que a priori pretendía ser o se nos vendía, como una comedia negra repleta de sangre y sátira centrada en otra de las figuras relevantes del caso, la de la joven Leslie Van Houten, una de las seguidoras mas fervientes de la secta liderada por Manson ("Familia Manson"). Según sus propias palabras: "La que estaba mas buena".


"Leslie, My Name is Evil" (también conocida como "Manson Girl" o "Manson My Name is Evil") nos cuenta la historia de dos personas totalmente distintas que acabarán cruzando sus caminos en la norte America de los años 60, fuertemente marcada por la guerra de Vietnam. Por un lado la joven Leslie, quien después de una adolescencia traumática en la que vivió el divorcio de sus padres y donde tuvo que abortar por "recomendación" de su madre, se mete de pleno en el movimiento "hippie", para terminar cayendo presa de la secta de un tal Charlie (Charles Manson), al que adorará como un dios y seguirá a rajatabla su doctrina y por lo cual, termina enfrentándose a una pena de muerte por asesinato junto al resto de su "familia". Por otro lado está Perry, perteneciente a una adinerada y cristiana familia de clase alta e hijo de un consumado patriota de fuertes convicciones políticas y religiosas, quien acabará siendo miembro del jurado en el juicio de Manson y sus seguidoras.

Ya me parecía a mí de un ligero mal gusto hacer una parodia de un tema tan escabroso como el que inspira la nueva película del amigo Harkema, vendida en todos los medios como una comedia negra. Pues a mi que me perdonen (e igual mi actual constipado de tres pares de cojones tiene algo que decir en esto), pero yo la comedia no la veo por ninguna parte, ni por activa ni por pasiva y ni por mucho que lo acompañes de "negra". Por que "Leslie My Name is Evil" no es otra cosa que una crítica facilona a la hipócrita sociedad norte Americana y a su característica doble moral, disfrazada eso si, de pseudo biografía, la de la señorita Leslie Van Houten, una de las yonkies zumbadas que secundó a Manson en sus atroces crímenes.

Como digo, Harkema intenta hallar un paralelismo entre las víctimas de la guerra y las víctimas de Manson y cia (en este caso la historia se centra en el asesinato de Rosmery y Leno LaBianca) para cebarse con la hipocresía estadounidense (por si alguien no se ha dado cuenta, la película es canadiense) a través de la historia de la "hippie" Van Houten, a medio camino entre ficción y realidad que se yuxtapone a la del joven Perry, quien representa (o se supone debe representar) el lado opuesto, pues de entrada se nos muestra como un buen patriota y mejor cristiano, aunque a la postre termine sucumbiendo a la entrepierna de la muchacha.

Así pues, en la primera mitad del filme conoceremos las desventuras de una comuna "hippie" de la época, drogas, sexo… mas drogas. También seremos testigos (aunque de forma casi anecdótica) de los crímenes de los Manson, reducido todo ello a una única secuencia donde Leslie apuñala repetidamente a una de las víctimas, a la postre y sumados a una psicodélica escena onírica con la que Perry se desahoga de su nula vida sexual (pues su prometida no quiere mancillar su cuerpo hasta consumado el matrimonio), son el único flirteo amoroso con nuestro querido líquido rojo.

Mientras que la segunda nos sumergirá de pleno en un descafeinado y surrealista juicio donde seremos testigos (valga la redundancia) del descenso a los infiernos de Perry, quien no dudará en dejar de lado todas sus ideas preconcebidas sobre el caso, en pos de los atributos femeninos de Leslie, y como buen amante del cine de juicios que soy, he de decir que este es uno de los mas aburridos y faltos de "chicha" que he visto. Supongo yo que lo de "comedia" vendría bastante por aquí.

Conclusión, "Leslie, My Name is Evil" poco o nada tiene que ver con la sátira sangrienta que nos habían querido vender, quedándose en una simple escusa para llevar a debate la siempre surrealista moral yanqui, así como una oportunidad perfecta para criticar la guerra de Vietnam (de la cual por cierto, seremos bombardeados con un buen puñado de imágenes de archivo). Para colmo, todo ello contado de una forma muy poco atractiva para el espectador, pues toca varios temas pero siempre de forma superflua, por no decir que apenas encontraremos ni violencia explicita por un lado, ni el tan anhelado debate moral por el otro. A eso sumemos la poco conseguida ambientación sesentera y la mala sobreactuación de Kristen Hager ("Alien vs Predator: Requiem") en el papel de Leslie para dar como resultado una película aburrida y mucho menos profunda de lo que pretende.

Si tengo que quedarme con algo, sería con el personaje de Perry, a quien pone rostro Gregory Smith ("Pequeños Guerreros", "El Patriota"), uno de los escasos puntos de interés del filme, con la adecuada banda sonora y sobretodo, con la acongojante secuencia final, perfecto retrato gráfico de las miserias de la guerra.


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