Que el nazismo ha sido una de las grandes lacras de la historia de la humanidad lo tenemos todos bastante claro, ahora bien, en términos puramente cinéfilos, no se puede negar que se ha convertido en todo un filón a explotar, no solo en el cine convencional, también en el fantástico. Larga es la lista de títulos que de una forma u otra, se han nutrido de Hitler y sus huestes en estos últimos años como prescripción a la evidente sequía de ideas que atraviesa el género. Y si hablamos de falta de ideas (o en este caso, de buenas ideas) tenemos que hablar del luciferino Uwe Boll, que si bien hace cosa de un par de años expió parte de sus muchos pecados cinematográficos con la que posiblemente sea la mejor película de su inmunda filmografía, me refiero obviamente a “Rampage” , ahora regresa a las andadas con la innecesaria tercera entrega de una de sus mas infames sagas, la de la adaptación del videojuego vampírico “Bloodrayne”, en el cual en esta ocasión, nuestra heroína mitad humana, mitad vampiro, viajará ni mas ni menos que a la Europa de la segunda guerra mundial para vérselas contra los nazis y su temible tercer Reich.
“Bloodrayne” nos sitúa en plena segunda guerra mundial, con los nazis arrasando Europa. En este desolador panorama, un pequeño grupo de la resistencia local, se dispone a interceptar un tren de mercancías alemán cuando una misteriosa mujer armada con dos espadas y dotada de una fuerza y velocidad sobrehumanas, irrumpe en medio de la batalla y se ventila a todo el batallón nazi. Paralelamente, el Dr. Mangler, un reputado científico ocultista del ejército alemán, lleva a cabo una serie de macabros experimentos con vampiros con el fin de encontrar el secreto de la inmortalidad, lo cual decantaría definitivamente la balanza de la guerra a su favor. Rayne, quien por accidente, le otorga el don de la vida eterna a un alto general, deberá enmendar su error y colaborar con los aliados antes de que Mangler consiga entregarle a Hitler el secreto de dicha inmortalidad.
Hay un detalle que sorprende y mucho, cuando nos ponemos en faena con esta “Bloodrayne: The Third Reich”, y es ver el gran despliegue de medios llevado a cabo para tratarse de un producto supuestamente tan cercano a la serie Z como es este, con una ambientación muy lograda, un fantástico vestuario y una mas que considerable cantidad de extras para plasmar el éxodo judío a manos de las tropas nazis. Pero cuidado, dejad las pollas en su sitio, que la cosa tiene trampa. Y es que el amigo Boll, que como todos los genios (incomprendido, si), de tonto no tiene un pelo, ha aprovechado el set y los recursos de otra película que acaba de rodar, “Auschwitz”, su ambicioso proyecto sobre el mítico campo de concentración que tiene previsto vea la luz, este mismo año, para filmar entre descanso y descanso, no solo esta “Bloodrayne: The Third Reich”, sino también una frikada a modo de parodia de la propia “Bloodrayne” llamada “Blubberella”.
Por supuesto, mas allá de esta fantástica puesta en escena de alquiler, se esconde un nuevo y simplista episodio de aventuras casposas “made in Boll” muy al estilo de lo que pudimos ver en “Bloodrayne: Deliverance”, cambiando simplemente a los vaqueros por nazis. Así que para compensar la extrema simpleza y el consiguiente poco interés que genera, Boll ha optado por tirar de explotación pura y dura para aliñar un poco tan sosa ensalada, lo que se traduce en una Rayne (interpretada de nuevo por la exótica actriz sueca Natassia Malthe) mas explosiva que nunca, que a parte de hacer gala durante toda la cinta de un escote de proporciones bíblicas y efectos cuasi hipnóticos, protagoniza un par de encuentros sexuales muy subiditos de tono y totalmente fuera de lugar, uno de ellos, un lésbico que llega a adentrarse incluso en los húmedos terrenos del “softcore”.
Fuera de estas “novedades” dignas de mención, poco margen mas para la sorpresa nos depara el filme, quien sigue al pie de la letra la coreografía típica de los trabajos del alemán: personajes planos, una historia sin interés alguno, diálogos intranscendentes, tópicos (vampíricos en este caso) a mansalva, secuencias de acción barriobajeras aunque todo sea dicho, bastante bien resueltas por la señorita Malthe, correctas dosis de sangre (aunque sin excesos, posiblemente estemos ante la entrega mas gore de la saga), una muy interesante banda sonora (esto si que lo cuida mucho Uwe en todas sus películas) y algún que otro rostro familiar, en este caso el de Brendan Fletcher (protagonista de “Rampage”) como líder de la resistencia, o el del carismático Clint Howard encarnando al “mad doctor” de turno.
Conclusión, en “Bloodrayne: The Third Reich” nos reencontramos con el Boll mas friki, alejándose de últimos trabajos relativamente mas serios como “Rampage” o “Final Storm”, para hacer nuevamente equilibrios sobre la a veces delgada línea que separa la serie B de la Z. Un producto que se nota que está filmado con prisas (supongo que entre descanso y descanso de “Auchswitz”) y que se sustenta únicamente por su convincente puesta en escena y por la sobre explotación a la que es sometida la pobre Natassia Malthe, que si se descuida, acaba montándoselo con el mismísimo Adolf Hitler.
Por supuesto, todos aquellos que consideran ridículo el cine de este hombre, aquí van a encontrar mil y un argumentos para seguir inflando su leyenda negra, pues salvando a aquellos que se puedan o quieran conformar con los encantos de una sexy heroína, una amplia colección de senos desnudos y alguna pincelada de gore, el resto de vida inteligente del planeta, tendrá serias dificultades para sobrevivir a estos setenta y cinco minutos de onanismo “Bollibiano”.
5 comentarios:
Buff... y hasta un 4 me parece excesivo... no sé, no parece que valga nada en absoluto.
Y no te falta razón Daniel, pero en honor a la verdad y si la comparamos con la segunda parte, por lo menos esta, entre los nazis, los despelotes y cuatro chorradas mas, desprende algo mas de simpatía. Desde luego, aun siendo MUY poco recomendable, no llega a los niveles de pateticismo de otras película de Boll y eso hay que valorarlo.
Digo yo que habrá mejores cosas que ver que esta peli (o eso espero), yo con las dos primeras ya tuve suficiente ración de cutrez así que a esta ni me acerco. Y yo que creía que al Sr.Boll se le habia encendido una lucecita después de Rampage...aiss, falsas esperanzas...
A riesgo de que me caiga alguna hostia y haciendo un poco de abogado del diablo, a mi a parte de Rampage, me gustó bastante la primera entrega de Bloodrayne y sobretodo, la super freak En el Nombre del Rey... ese tándem Stackham/Perlman me pudo.
En ocasiones me das miedo...
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