Pocos superhéroes son tan cercanos, entrañables y gamberros como en “Super”, la nueva aventura del guionista y director americano James Gunn (“Amanecer de los muertos”, “La plaga”). No llegó a las salas de cine de nuestro país, ni terminó de funcionar en el suyo y aún se espera si tras salir en DVD y Blu-Ray Disc se termine distribuyendo en España. Aquí solo pudimos degustarla en Sitges 2010, con la grata presencia de su director. La crítica fue bipolar al respecto, pero su floja distribución, la temática, su estética, el ajustado presupuesto con el que contó y la participación de actores de la talla de Kevin Bacon y Liv Tyler (colaboraron casi por amor al arte) hacen que esta cinta pueda ser considerada de culto. ¿O tal vez es una exageración?
Lo que por ahora es seguro es que “Super” no deja indiferente a nadie. Tienes que verla, porque en esta comedia negra nos encontramos con el proceso de deconstrucción del super-héroe (de cómo un tipo normal se convierte en superhéroe sin tener nada en especial) a través del personaje de Frank D’Arbo (Rainn Wilson), un cuarentón que nunca ha destacado en la vida, al que le abandona su esposa Sarah (Liv Tyler) por un mafioso local, el narcotraficante Jacques (Kevin Bacon). Un día tiene una visión y decide convertirse en The Crimson Bolt (Rayo Carmesí), un alter ego sin poderes pero decidido a acabar con las personas malas que provocan dolor a los demás y cuya misión principal e inaplazable es rescatar a su amada de la mala vida de alcohol y drogas que le da su asqueroso y despreciable nuevo novio. En su periplo le seguirá Libby (Ellen Page), una joven empleada de una tienda de cómics que descubre su identidad secreta y decide convertirse en Boltie (Rayito), su loca ayudante. Un Batman y Robin muy particular.
Gunn orquestra una formidable historia sobre como es un super heroe en la vida real, jugando continuamente con los clichés de las historias de superhéroes. Para hacerla más atractiva, lo hace a través del prisma de la demencia, evidenciando que todo lo que hacen nuestros protagonistas no termina de funcionar como en un cómic, porque no es ficción lo que sucede, sino la pura realidad. El nexo entre realidad y ficción (el Sancho Panza de esta historia) es el personaje de Ellen, porque es la única de los dos que entiende las barbaridades que hacen como heroicidades y, a sabiendas, sigue a su maestro Rayo Carmesí hasta el final, lo que la hace una historia muy quijotesca.
El personaje principal, Frank, es absolutamente tierno. Primero porque es la muestra de un patético adulto, de fondo trágico, que sólo tiene dos momentos en la vida que le hacen feliz: el día que se casó con su esposa y el recuerdo de un día en el que indicó a un policía por donde había huido un ladrón. Tras perder el primero (a su mujer) se acoge al segundo y lo convierte en su leitmotiv. Así es como se le ocurre diseñar un ridículo uniforme, con el que ocultar su identidad, y salir a la calle, armado con una llave inglesa, para combatir el crimen (primero solo y después acompañando de Boltie), donde conocerá en muchas ocasiones el fracaso y el dolor (como Don Quijote con los molinos).
Segundo porque Frank es un hombre con deseos y esperanzas, con la intención de alguien que se quiere superar. Además, su alter ego, Rayo Carmesí, es un cruce entre El vengador Tóxico y Kick-Ass, tan entrañable, gamberro y freak que todos quisiéramos tener uno en nuestro barrio. Su pinta, con un traje rojo, ajustado y acolchado en las partes más delicadas de la anatomía humana, nos puede recordar a cualquier héroe de esos cómics cutres que podíamos encontrar de niños en el quiosco.
El actor Rainn Wilson cumple tanto física como psíquicamente con el personaje, pero el resto del reparto, el punto fuerte del film, es tan brillante y veraz como su protagonista. Ellen Page con su alocada e inteligente interpretación es el punto de apoyo de Wilson, Liv Tyler es eficaz en su papel y Kevin Bacon aporta su magnífico estilo de malo de peli que tan bien le sale. A los ya mencionados, hay que añadir la colaboración de Linda Cardellini, Andre Royo, William Katt, Michael Rooker como Abe, Nathan Fillion como el divertido The Holy Avenger (superheroe pro cristianismo que lucha contra el pecado), Rob Zombie como Dios y la aparición del mismísimo fundador de la Troma, mister Lloyd Kaufman.
La verdad es que la película puede ser una apuesta arriesgada a la hora de comercializarla (y su director lo sabe), entre otras cosas por las inevitables similitudes que el espectador puede intuir con “Kick-Ass”. Y esto es lo que más le duele a Gunn. Su proyecto llevaba buscando producirse mucho tiempo pero no fue hasta que salió Kick-Ass y se vio los éxitos que cosecho que apostaron por “Super”. Se puede decir que el film no ha tenido suerte y que ha aparecido en el momento menos adecuado, aunque ha valido la pena arriesgarse cuando de ello ha salido algo tan fantástico y divertido.
Puntualizar que “Kick-Ass” no influenció a “Super” y que Gunn llega con su obra donde no lo hace Matthew Vaughn con la adaptación del cómic de Mark Millar y John Romita Jr en cuanto a violencia. Tampoco Gunn llega a la dosis de acción de Kick-Ass, ni lo pretende porque su intención es, como hemos dicho, la de presentar una historia de superación. Además, transmite lo que “Kick-Ass” película obvió del cómic: si en el mundo real no existen los superhéroes es por algo.
Nos hallamos, en definitiva, ante una comedia inusual y audaz, con detalles enfermizos y hasta demenciales, que presenta una evocadora historia de gente que lucha por sentirse alguien importante en la vida, cargada de violencia cruda, incómoda y provocativa, algo de acción brutal e incursiones de animaciones con estética cómic. Con respecto a esto último, imprescindible revisar una y otra vez los créditos iniciales realizados por dibujos animados “cutres” (aparentan haberlos creado un niño de 10 años) acompañados de una banda sonora amena que nos engancha al resto de la película. También os espera una grandiosa y divertida escena con Page haciendo la loca con garras a lo Lobezno y otra escena en la que sale el director de la cinta interpretando al Diablo.
A mi parecer, “Super” ha sido una producción independiente, sin efectos especiales, centrada en un argumento con golpes de efecto, incorrección política, bromas pasadas de tuerca y situaciones hilarantes que consigue arrancar la carcajada y el aplauso (según también la sensibilidad de cada uno) a medida que seguimos las trasgresoras aventuras de sus protagonistas, pero en general con un concepto que tiene más sentido que su ejecución.
De Gunn, en particular, podemos decir que hace tiempo que esperaba dar el salto en el panorama del cine americano. Formado en la Troma de Lloyd Kauffman, guionizó uno de los mejores remakes del cine de terror actual como fue “Amanecer de los muertos”. Gunn debutó a lo grande con la dirección de la imprescindible “Slither” (La plaga). También lo hemos podido ver como jurado en el interesante reality show Scream Queens, donde las aspirantes a actrices profesionales compiten por un papel en una película de terror (la saga “Saw”), así como en la divertida serie de cortometrajes “PG Porn” que tiene lo mejor de las películas para adultos pero sin el sexo.
Lo mejor: El enfoque del concepto de la película.
Lo menos bueno: Su ejecución general. Es una broma larga y divertida que no termina de dar con el tono siendo posiblemente de un solo uso.
4 comentarios:
Aun no he tenido oportunidad de verla, quedé algo empachado después de Kick Ass (que estando entretenida, tampoco es que me matase) y de Defendor, otro título que por lo que veo, guarda también muchas similitudes con esta Super, incluso mas que la película de Matthew Vaughn. En ella, Woody Harrelson interpreta a un tipo algo discapacitado, que se cree un super héroe y con ayuda de una prostituta, se enfrenta a una banda de mafiosos. Interesante mezcla de aventuras, comedia y algo de drama, también.
Excelente review Ted, habrá que pegarle un vistazo, pues además, no hace falta decir (si, igual si que hace) que disfruté como un puerco con Slither, el anterior trabajo de Gunn.
Tanto Kick Ass como Súper me gustan muchísimo y me parecen dos vueltas de tuerca a la figura del vigilante/súper héroe muy necesarias. Aún así, gustándome ambas películas por igual, debo admitir que Súper tiene una virtud de la que carece Kick Ass, y es que al contrario que esta, Súper mantiene el mismo tono en toda la película. En ningún momento se edulcora ni se suaviza.
Quitando ese detalle, ambas películas me gustan por igual, y pese a lo parecido del argumento, son tremendamente distintas.
"Si los súperheroes no existen en nuestro mundo es por algo", me pareció fatal y desconsoladora la escena en la que muere Libby, vamos, al menos habría querido que ella misma dijera que se había divertido y que no cambiaba por nada el haber sido la "sidekick" de Crimson Bolt. Pero la película en sí, se me hace buena, bastante buena para el modo en que aborda la evolución de Frank, además es todo un escalón forzado para los amantes de los cómics.
Luis Jiménez Hernández,
Si que es una pena la muerte de la prota. Impacta bastante.
Lástima que esta peli no haya llegado a nuestro país. Conocí en persona a James Gunn, el dire, y lo que más le preocupaba es que la gente la viera como una copia a Kick ass que había salido hace poco.
Saludos.
Publicar un comentario
¿Tienes opinión? No seas tímido/a y compártela, pues en la diversidad está el gusto. Eso sí, intentemos no destriparle la película a nadie y avisa de SPOILERS al resto de lectores/as siempre que tu comentario los contenga. De no ser así, este será eliminado. Gracias.